¿Por qué es tan relevante la Mesa del Parlament que se elige este lunes? La votación, el desafío al TC y la propuesta de candidato a la Generalitat


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Con unas negociaciones paralelas a las de la investidura y entremezcladas con la campaña de las elecciones europeas, la sesión constitutiva del nuevo Parlament que dejaron los resultados del 12-M llega con todos los escenarios abiertos respecto a los posibles pactos de los partidos con representación en la Cámara para repartirse los siete asientos de su órgano rector.

¿Cuál es la función de la Mesa del Parlamento catalán?

Además de representar a la institución, organiza el trabajo parlamentario, interpreta el Reglamento, califica los escritos y documentos de la Cámara y declara su admisión o inadmisión a trámite. Actúa bajo la dirección del presidente, segunda autoridad autonómica, que tiene también asignada la función de proponer al Pleno el candidato a la presidencia de la Generalitat tras una ronda de consultas con los grupos parlamentarios.

¿Cómo se eligen sus miembros?

Hay tres rondas de votaciones para designar, por este orden, la presidencia del Parlament, las dos vicepresidencias y las cuatro secretarías. Se realiza mediante papeletas depositadas en una urna. En cada votación, las papeletas deben contener el nombre de un solo diputado. Si aparecen más de uno u otros nombres, o son ilegibles, se consideran nulas. Y, si no tienen ninguna indicación escrita, son votos en blanco.

¿Qué mayorías son necesarias?

Es elegido presidente de la Mesa el diputado que obtiene el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara (un mínimo de 68 votos). Si nadie lo consigue, se repite la votación entre los dos que han tenido más apoyos y gana quien alcanza mayor número de votos. Para las vicepresidencias primera y segunda son elegidos los dos diputados que logran más papeletas y, para las secretarías, los cuatro que acumulan más votos, también por orden correlativo. En los tres casos, si hay empate, se repite la votación y, si la igualdad sigue tras cuatro intentos, es designado el candidato del grupo parlamentario que consiguió más diputados en las elecciones autonómicas. De los 135 escaños del nuevo Parlament, 42 son del PSC, 35 de Junts, 20 de ERC, 15 del PP, 11 de Vox, 6 de Comuns Sumar, 4 de la CUP y 2 de Aliança Catalana.

¿Quién lidera la sesión?

La denominada Mesa de Edad asume de forma transitoria la dirección del primer pleno de la legislatura, que se celebra este lunes a partir de las 16.00 horas, fecha límite al haber transcurrido 20 días hábiles tras los comicios del 12 de mayo. La preside el diputado de más edad, asistido por los dos más jóvenes en calidad de secretarios. En esta ocasión recae en Agustí Colomines (JxCat), de 66 años, Júlia Calvet (Vox), de 23, y Mar Besses (ERC), de 25, que debutan como parlamentarios.

¿Qué relevancia tiene esta vez su composición?

Pese a tener un rol provisional y protocolario, como llamar por orden alfabético a los integrantes de la Cámara para que ejerzan su voto y hacer el recuento, la Mesa de Edad tiene en sus manos, en esta ocasión, la decisión de permitir a los diputados huidos de la Justicia española participar a distancia en la votación para elegir a los siete componentes de la nueva Mesa. Habilitando el voto de Carles Puigdemont y Lluís Puig (Junts), la mayoría independentista de la Mesa de Edad habrá actuado en contra del criterio del Tribunal Constitucional, que el pasado miércoles anuló el acuerdo del Parlament por medio del cual el propio Puig participó de forma telemática durante la pasada legislatura en votaciones y comisiones.

¿En qué se traducirá el color político de la Mesa elegida hoy?

Pese a que ya no cuenta con mayoría absoluta en el Parlament, el independentismo quiere conservar el control del órgano rector de la Cámara para «garantizar su soberanía» y «los derechos de todos los diputados». En el caso de Junts, además, un acuerdo secesionista supondría añadir una nueva dificultad en el camino del socialista Salvador Illa para ser investido presidente de la Generalitat, ya que su candidatura dependería del criterio del nuevo jefe parlamentario, que deberá nombrar al aspirante que considere que acredita mayor número de apoyos y convocar el debate de investidura en un plazo de diez días hábiles (como máximo, el 25 de junio). La unidad independentista para la votación de la Mesa dejaría a los comunes y al PP en una posición estratégica para decantar las mayorías.





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