La guardería privada de Pozuelo en la que se investigan malos tratos no tenía licencia | Madrid | España



La escuela infantil privada Pecas del municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón, en la que se investigan presuntos malos tratos por parte de las cuidadoras a los niños, ha estado en funcionamiento durante al menos dos décadas en la más absoluta ilegalidad, es decir, sin licencia de apertura ni de actividad, según informan la cadena SER y Europa Press. El Ayuntamiento de Pozuelo ha abierto un expediente a la guardería por operar sin la documentación necesaria. La jueza que instruye el caso, magistrada del Juzgado número 3 de Pozuelo, investiga a cinco cuidadoras, a la directora y a su socia, han señalado a este diario fuentes jurídicas. Tres de las cuidadoras están acusadas de la presunta comisión de delitos de trato degradante y otro de lesiones a raíz de una denuncia de una empleada en prácticas que grabó vídeos en los que se constataban los hechos y el resto, por encubrimiento.

La escuela sigue, sin embargo, abierta. “¿Por qué no iba a estarlo?”, ha contestado una mujer en el teléfono de la guardería, que no se ha querido identificar. “Desmiento rotundamente que no tengamos licencias, es todo mentira”, ha añadido antes de colgar. A dicho centro, un lugar idílico y privilegiado, cuidado al detalle y con todas las comodidades, incluido un enorme jardín arbolado de 3.000 metros cuadrados con distintas zonas de juego y una piscina, acuden hijos e hijas de 0 a 4 años de jugadores de fútbol como Álvaro Morata, Antoine Griezmann, Saúl, Mario Hermoso, además de hijos de cantantes y empresarios que residen en urbanizaciones de la zona.

Las primeras pesquisas se produjeron el 23 de noviembre, cuando la Policía Nacional detuvo a dos empleadas de entre 40 y 50 años de la guardería privada por supuestamente insultar y pegar a varios de los niños que cuidaban, según informaron a este diario fuentes judiciales y de la investigación. Ambas fueron acusadas de los mismos dos delitos, lesiones y contra la integridad moral, pero una de las empleadas, que lleva mucho tiempo trabajando en las instalaciones, lo está como supuesta autora de los malos tratos. La otra, más joven, por omisión y ser su cómplice. Ambas fueron puestas en libertad con cargos.

Además, a la supuesta autora de los hechos la juez le impuso medidas cautelares: una orden de alejamiento de 500 metros del centro y la prohibición de participar, trabajar o colaborar en ninguna actividad pública, particular lúdica, educativa o deportiva en las que intervengan menores. El pasado diciembre, tras comprobarse que era una “práctica generalizada”, la policía detuvo a dos trabajadoras por presunto maltrato. Tras declarar en sede judicial, también quedaron en libertad con orden de alejamiento. Posteriormente se citó como investigadas a la directora y a su socia.

La investigación se inició “hace tiempo”, a raíz de la denuncia de una cuidadora de 19 años que trabajaba de becaria en el centro, situado en la avenida Juan Pablo II, a través de un convenio con una universidad y que, según fuentes judiciales, “vio algo allí que no le gustaba”. “Tiene una familiar que trabaja en los Cuerpos de Seguridad del Estado y le consultó si podía grabarlo con el móvil, lo hizo y fueron con las imágenes a poner una denuncia a la policía, que se alarmó y comenzó una investigación”, relatan fuentes judiciales.

El juzgado decretó el secreto de sumario para “manejar el asunto con mucho cuidado, al ser menores” y porque había que analizar las grabaciones, tanto las del centro como las del móvil. Las de la guardería no tienen sonido y son en blanco y negro, pero son “también interesantes para la investigación de la causa”.

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En las imágenes se ven presuntas humillaciones a los menores, entre ellas cómo los increpan diciéndoles que sus “padres son ricos” y también agresiones. El secreto del sumario se levantó el 29 de noviembre. Según El Mundo, la educadora sometía a los niños a cachetes, bofetadas, pisotones, encierros en cuatro oscuros e insultos. Los investigadores hablaron con los padres, que desconocían lo que estaba pasando, y se citó a los posibles perjudicados para que puedan denunciar y personarse como acusación particular en el procedimiento judicial. Según la SER, es el caso de los jugadores del Atlético de Madrid Antoine Griezmann, Álvaro Morata y Mario Hermoso y del cantante Huecco.

Cuando se produjeron las primeras detenciones, la dirección del centro señaló que era la primera interesada en esclarecer los hechos y ofreció su total colaboración con las autoridades. “Os agradeceríamos que esperarais a que termine la investigación. Cuando tengamos alguna notificación que comunicar, lo haremos”, señaló una trabajadora a este diario por teléfono, para subrayar que la guardería tiene un historial “impecable” en sus 30 años de trayectoria y que es la primera vez que sucede un hecho de estas características. Por su parte, la Consejería de Educación prometió enviar al centro a la Inspección Educativa para que abriera un expediente sobre lo ocurrido y para determinar las posibles medidas.

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