El plante ante Marlaska de la viuda de uno de los muertos en Barbate deja en mnimos el crdito del ministro


De todas las polmicas, ceses y reveses judiciales que acumula Fernando Grande-Marlaska, el episodio de ayer en el funeral de David Prez Carracedo, uno de los guardias civiles fallecidos tras embestir su embarcacin una narcolancha en el puerto de Barbate el pasado viernes, es el que mejor simboliza la desaprobacin a su gestin.

El ministro del Interior vivi una situacin dursima cuando la viuda del agente se opuso, al trmino del funeral, a que l colocara la medalla de condecoracin al fretro de su marido. En sus seis aos al frente del Ministerio, ha vivido situaciones speras pero ninguna comparable a la de ayer en el funeral.

La tensin vivida tras la muerte de los dos guardias civiles lleva a mnimos el crdito de Grande-Marlaska, que ya ha estado en la cuerda floja en varias ocasiones, pero ha esquivado cada crisis de gobierno. Sin embargo, la polmica abierta con la problemtica del Campo de Gibraltar -ampliamente denunciada por los agentes en sus aos de mandato- es otra cosa. Por contexto y por formas.

Grande-Marlaska ha minimizado la institucionalizacin del narcotrfico en la zona, al desactivar la unidad de lite creada para luchar contra los clanes del Estrecho hace 16 meses, sin explicaciones (pese a los buenos resultados que cosech). Y tan slo horas antes de que se produjeran las muertes en el puerto de Barbate defenda en Cdiz que los medios para esta lucha eran suficientes y adecuados. La rplica de la fiscal Antidroga de la provincia, Ana Villagmez, pareca una premocin: Las narcolanchas campan a sus anchas en todos los muelles. Llevamos dicindolo mucho tiempo. Lo que no esperamos es que maana vengan al funeral a dar muchos psames cuando despus no dan los medios que hacen falta. Y tal cual sucedi ayer en Pamplona cuando la viuda le impidi acercarse al fretro diciendo a voz en alto que se negaba a que fuera l quien le condecorase.

Esta crisis -la ensima en su ministerio- tiene un plus, pero lo cierto es que Grande-Marlaska lleva ms de un ao fuertemente desgastado. La tragedia de la valla de Melilla -donde en junio de 2022 murieron 23 migrantes, segn las cifras oficiales y ms de 80, segn las ONG-; el cese del coronel Diego Prez de los Cobos -al que tuvo que restituir el Tribunal Supremo-; el castigo a guardias civiles que criticaron la futura ley de amnista y, ms recientemente, la devolucin de menores marroques desde Ceuta a Marruecos llevada a cabo por las autoridades espaolas en agosto de 2021.

Marlaska no se plantea “dimitir”

El Alto Tribunal resolvi que fue ilegal por la absoluta inobservancia de las prescripciones de la Ley de Extranjera, que exigen un procedimiento administrativo individual. Grande-Marlaska nunca se ha planteado presentar su dimisin. Al revs, los contratiempos le han llevado a afianzar sus posturas e incluso soslayar las resoluciones de los tribunales. Este lunes, Marlaska ha insistido en que no se plantea dimitir como exigen varias asociaciones de guardias civiles tras el asesinato de los dos agentes en Barbate y ha dejado claro a los narcotraficantes que esos crmenes “no van a quedar impunes”.

El episodio de ayer fue tambin extremadamente duro para l. Grande-Marlaska tuvo que volver a su sitio con visible semblante de disgusto, en presencia de varios cientos de guardias y paisanos que aplaudieron a la viuda. Altos mandos del Instituto Armado se apresuraron a hablar con ella, pero se ha mantenido firme diciendo bien alto que no iba a aceptarla, segn las fuentes consultadas. La viuda lleg a verbalizar incluso que prefera renunciar a la cantidad econmica que lleva aparejada esta condecoracin. Ha sido una escena dursima, ha recordado a los tiempos de ETA, apuntaron otras fuentes presentes en la capilla ardiente. Desde Interior evitaron pronunciarse sobre la escena que se vivi. No vamos a entrar, zanjaron para, despus, dejar claro que la medalla ha quedado impuesta a ttulo pstumo.

Las muertes de Barbate vuelven a atar la polmica a su Ministerio. La agrupacin mayoritaria de guardias civiles, Jucil, anunci ayer que promover la creacin de una comisin de investigacin en el seno de la Comisin de Interior del Congreso de los Diputados, para que se aclare si la inaccin del Gobierno en la lucha contra el narcotrfico en la provincia de Cdiz ha facilitado el asesinato de los agentes David Prez Carracedo y Miguel ngel Gonzlez Gmez. Agustn Leal, portavoz de la agrupacin, critic con dureza la actuacin del ministro del Interior en la zona. El Consejo Ejecutivo Nacional de Jucil, segn dijo, se reunir esta semana para elaborar un informe sobre los hechos, y trasladarlo a todos los grupos del Congreso con la peticin de que se investigue el caso en la Comisin de Interior, para esclarecer si existen responsabilidades polticas que hayan facilitado lo ocurrido.

Adems, Leal reclam que se investigue sobre los recursos disponibles para la lucha contra el narcotrfico en Cdiz, exponiendo que los agentes fallecidos navegaban en una zodiac de apenas cinco metros, porque las seis patrulleras del Servicio Martimo de las que dispone la Guardia Civil en Cdiz estaban averiadas. Tal extremo, manifest, refleja la falta de accin de Marlaska, cuya dimisin reclam Jucil junto con la del director de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, al entender que a todas luces no estn destinando los recursos necesarios para combatir al narcotrfico en Cdiz. Llevamos dos aos avisando, insisti Jucil.

Marlaska es el ministro que ms peticiones de reprobacin acumula desde que tom las riendas de Interior en la primera legislatura de Pedro Snchez. Es uno de los cinco ministros que resisten, junto a Montero, Ribera, Planas y Robles.





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