Vox endurece su discurso en Madrid tras la salida de Monasterio para intentar hacerse un hueco ante Ayuso | Noticias de Madrid


Impulsar ante el consejo interterritorial de salud los trámites para la supresión de la sanidad pública de intervenciones como el aborto, la eutanasia o el cambio de sexo. Invertir tres millones en asesorar a hombres y mujeres “víctimas de denuncias falsas”. Suprimir la dirección general de igualdad [rebautizada como dirección general de la mujer]. O eliminar los programas para personas sin hogar LGTBI. Que Vox elija destacar esas enmiendas suyas a los Presupuestos de Madrid para 2025, pese a que ya las registró en proyectos precedentes, cuenta parte de la vuelta de tuerca con la que la extrema derecha intenta hacerse un hueco frente a Isabel Díaz Ayuso. Dos meses después de la defenestración de Rocío Monasterio como líder regional, el partido busca defender su espacio electoral con una nueva voz en la Asamblea (Isabel Pérez Moñino) y un nuevo líder regional (José Antonio Fúster). Y por eso, tras pasar de socio clave del PP entre 2019 y 2023 a no tener ninguna influencia por la mayoría absoluta de Ayuso, Vox ha apostado por una mezcla de choque frontal, clásicos del partido como los reflejados en las enmiendas, y endurecer su discurso.

“El de Madrid es un PP más asertivo que el nacional, no tan indefinido, y eso obliga a Moñino a llevar esta estrategia con un tono tosco”, argumenta una fuente que ha defendido las siglas de Vox. “La única vía que tiene Vox en estos momentos es ser todavía más Vox, porque sino el PP se lo come: si no te diferencias, el votante se queda con el partido más grande, que es más útil”, añade. “En Vox, a fuerza de irse la gente, ha habido una selección que en realidad se da en todos los partidos con un líder muy fuerte: se refuerza lo que dice el líder porque así se medra, con ese discurso se mejora la situación de cada uno”, sigue. Y remata: “En una sociedad polarizada, Vox quiere hacer un contrapunto a la derecha del mensaje radical de la izquierda, y construirse por contraposición”.

Aunque en el partido defienden que el cambio de portavoces no afecta al tono (“no importa quién sea la persona que represente al proyecto, los principios, las ideas y los valores que defiende son los mismos en cualquier tiempo y lugar”, explican), ha habido cambios de fondo, según detallan en la formación.

Los hay organizativos: se busca sentar las bases para “un partido grande” configurando una organización provincial con equipos distribuidos por zonas de la región. Los hay comunicativos: la formación, que con Monasterio vivía bunkerizada, se ha abierto ahora a los medios de comunicación. Los hay internos: antes de la salida de Monasterio, ya se produjo la de su mano derecha, José Luis Rodríguez Bartolomé. Y los hay jerárquicos: como el nuevo presidente regional, José Antonio Fúster, es también portavoz nacional, el hilo directo con Santiago Abascal está garantizado.

Jueves 5 de diciembre. Debate de las enmiendas a la totalidad del proyecto de Presupuestos en la Asamblea de Madrid. La nueva portavoz de Vox en la Cámara, Isabel Pérez Moñino, lanza una acusación tras otra contra el PP, que fuera socio de su partido hasta el verano de 2023. Es una mezcla de exageraciones, hipérboles, bulos y proclamas alarmistas que pone la gestión de los conservadores en la diana por múltiples cuestiones.

Por aplicar la ley y aceptar consensos mayoritarios en la sociedad. “Forman parte de un gobierno nini: un gobierno que ni valores ni gestión. No han renunciado ustedes a ni una sola política de la izquierda, como la ley trans, la ley lgtbi y la ley de violencia de género”, recrimina Pérez Moñino, pese a que Ayuso ha reformado las dos primeras. “Ustedes las han institucionalizado y gestionado”, sigue. “Llevan años comprando la agenda morada del feminismo radical”.

Por cumplir con la legalidad y atender a los menores no acompañados. “Van a ser recordados por construir más centros de menas que centros de salud”, lanza la portavoz. “Ubican los centros de menas sin control y sin piedad en aquellos barrios a los que han impuesto una doble condena: servicios públicos precarios y la inseguridad generada por esos a los que ustedes llaman niños y niñas, pero que en realidad son varones con más años que un bosque (…) Y se niegan a hacerles la prueba de edad”.

Por la política de vivienda. “Prometió 25.000 viviendas. Solo ha entregado 2.500. Es una burla. Su política se basa en la legalización de okupas y en convertir en las ayudas de vivienda en una lotería en la que siempre gana Mohamed, y pierden Antonio y Mari Carmen”.

Por aplicar medidas contra el cambio climático en aplicación de las normas europeas. “Compran absolutamente toda la mercancía averiada de una agenda verde que lo único que representa es un futuro muy negro para los madrileños (…)”.

O por los impuestos y la supuesta inseguridad. Al pagar la tasa de basuras, “los vecinos van a tener que sustituir las extraescolares de sus hijos por una cancha tomada por las bandas latinas”.

El portavoz de Vox, José Antonio Fúster durante la rueda de prensa ofrecida este lunes en la sede del partido, en Madrid.
El portavoz de Vox, José Antonio Fúster durante la rueda de prensa ofrecida este lunes en la sede del partido, en Madrid. Ballesteros (EFE)

El cambio de tono no ha pasado desapercibido en las filas conservadoras. “El de la nueva portavoz es un perfil distinto en las formas al de Monasterio”, describe una fuente con galones del PP. “Es mucho más agresiva”, recalca tras describir a la portavoz dimitida como “aburrida y pasota” en su última etapa. “Moñino, en cambio, es muy del estilo de Fúster [el nuevo presidente de Vox Madrid], cuyo discurso, aunque sea más pausado y elegante, es de desprecio constante al PP”, añade. “El desprecio del despechado, porque no le hemos querido en el PP”, subraya. E insiste: “Todo es ir contra el PP, pero la nueva portavoz es un bluf”.

Una opinión que comparte con matices una fuente parlamentaria de los conservadores con funciones directivas. “Cuando alguien llega nuevo, tiene que sacar los codos”, fotografía. “También por eso quieren vender que por fin se están implantando en todo el territorio de Madrid, porque son un partido muy centralizado”, añade. “Lo que ocurre es que el 90% de su discurso es anti PP”.

Lo que es seguro es que Vox está intentando rearmarse. Quedan apenas dos años y medio para las autonómicas de 2027. y el partido afronta la reconstrucción de su proyecto para hacer frente al tirón de Ayuso.



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