Un da en Paiporta con un poltico al que s respetan los vecinos: “Como todos, me ducho con agua calentada en el microondas”

He perdido la nocin del tiempo. A veces tengo la sensacin de que llevamos dos meses as. scar Pellicer es un vecino de Paiporta que vio cmo el barranco lo desbordaba todo en apenas cinco minutos. Le avis su hijo mayor que, paradojas del destino, estudia para ser tcnico de Emergencias y Proteccin Civil. Ha perdido dos coches, una moto, no tiene gas, aunque s luz, -el da que volvi, aplaudimos, confiesa- y se ducha cada noche con un cubo de agua que va calentando en el microondas. Hasta el martes no pudo comer un plato de comida caliente. No poda parar, explica a El Mundo.

Lo acompaamos durante toda su jornada porque, a pesar de que en todo eso scar es igual que sus vecinos, es quinto teniente de alcalde y concejal de Transicin Ecolgica y Medio Ambiente. Han venido vecinos a contarme su frustracin, la misma que tengo y yo y se multiplica por mil cuando vienen. Fue un colapso tremendo y todos estbamos necesitados, yo tambin. Pero en el Ayuntamiento no podamos apagar con una manguera el fuego de un rascacielos, ejemplifica el concejal. Ayud a rescatar desde los balcones cuando el agua ya arrastraba coches. Incluso vio cmo algn vecino no pudo aguantar la embestida en una farola. No quiere pararse a pensar: No quiero derrumbarme porque hay que seguir, pero hay momentos en que los concejales nos rompemos, nos abrazamos y lloramos, reconoce.

Apenas se han visto en estos diez das y tenan complicado hasta estar conectados telefnicamente, porque no haba cobertura. Cuando habla, lo hace de toda la corporacin: Algunos tenemos responsabilidades de gestin, pero aqu no hay oposicin. Estamos remando todos. Este ayuntamiento apenas tiene liberados. Oscar es tcnico de sonido en la radio pblica valenciana y an no sabe cuando podr volver. Como mnimo un mes porque todas las comunicaciones estn rotas, advierte mientras se sube a una pala retroexcavadora de La Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos (EMTRE) que conducen dos hermanos voluntarios de Catadau.

Son las 6:30 de la maana cuando arranca su da. Ya no tiene que hacerlo con linterna porque el alumbrado pblico ha vuelto a funcionar. Los accesos a Paiporta se van despejando y hay un sinfn de maquinaria quitando lodo y enseres convertidos en basura. Lo peor sigue estando en el casco antiguo, donde sabemos que estn ms necesitados porque no pueden entrar todas las mquinas, explica. All nos dirigimos, a la calle Sant Antoni. Para acceder caminando, el fango y el agua llegan a la rodilla y hay que sortear todo tipo de obstculos amontonados en la calle. Un electricista revisa la instalacin en una casa, otros chicos siguen sacando lodo a palazos y, en las calles ms altas, los coches son alzados como plumas por las gras. Hemos creado campas provisionales para quitar basuras, enseres y coches. La prioridad es retirar lo ms posible para que no haya problemas de salubridad. Cuando hay focos de alimentos putrefactos, llamas al 112 para que los retire una empresa especializada, explica mapa en mano. Donde hoy centenares de coches haba un proyecto tan bonito que bamos a hacer…, se lamenta.

Avanzamos hacia la zona ms pegada al barranco y a lo que fueron los campos de ftbol de El Palleter y El Terrer, hoy lodazales, junto a la piscina cubierta, hoy con los vasos lleno de fango. All las cubas vacan stanos. Esto saca miles de litros por hora y an nos queda rato, nos cuenta un bombero de Mlaga.

scar lleva diez das pisando barro, a pie de calle con las necesidades de los vecinos, pero hoy por primer a vez pasar por el despacho del Ayuntamiento que, como la central de la Polica Local, est pegado al barranco y se inund. Los accesos estn despejados. Quedan dos visitas por la tarde y una reunin de la corporacin antes de volvernos todos a casa a las diez de la noche.

Entonces surge la pregunta: Y ahora qu? Hoy he empezado a pensar en eso. Lo que era Paiporta y lo que va a ser. El miedo que tendr la gente, lo bien comunicados que estbamos, el comercio local… Ahora no pensamos, slo rescatamos, se consuela antes de, una noche ms, dormirse en el silln de puro agotamiento.