Un ao de divorcio Podemos-Sumar: IU intenta que se den otra oportunidad en primarias sin veto a Montero ni Daz
Los cinco que se fueron lo hicieron convencidos. Los cuatro que ahora son estn ms que contentos. Se cumple un ao de la ruptura de Podemos con Sumar y de la salida de todos los diputados morados al Grupo Mixto. Apenas duraron juntos seis meses. Y bastante fue para aquella alianza a palos y artificial para las elecciones generales que se firm in extremis y que desde el primer segundo fue presentada por los de Ione Belarra como una humillacin y como la imposicin de unas condiciones injustas.
Un ao despus, la izquierda alternativa al PSOE est rota en dos pedazos y transita hacia el siguiente ciclo electoral enfrentada y con unas relaciones personales y polticas envenenadas. La unidad real se antoja irreconciliable. Una quimera. Otra cosa es que las necesidades, cada da ms asfixiantes, obliguen a las partes, como en 2023, a sentarse y a buscar un pacto por una fuerte presin poltica y social. Hasta esa hipottica y lejana cumbre de paz, slo hay por delante una batalla feroz por llegar a ese momento en las mejores condiciones posibles. O, en un anlisis crudo de la situacin, con menos desgaste que la otra parte.
La unidad aparecera, pues, en ese horizonte como consecuencia de una suma de debilidades y como blsamo para evitar la quiebra con un electorado de izquierdas que no perdonara a los lderes que la divisin pusiera una alfombra roja al PP para gobernar y a Vox para influir en ste.
Esto obligara en algn momento a reencontrarse. O, como mnimo, a abrir una negociacin para intentarlo. El riesgo es que poltica de tierra quemada lleve a Sumar y Podemos a un lugar del que difcilmente se pueda recuperar cualquier relacin.
Una pregunta frecuente que sobrevuela a los partidos implicados es en qu condiciones podra darse esa unidad. Izquierda Unida, quien ha sido el primero en aventurarse a intentar recomponer los puentes, ha dado algunas respuestas concretas: dirimir las cuotas de poder a travs de unas primarias sin vetos y establecer un mtodo democrtico en la coalicin para que los partidos aliados participen de la toma de decisiones.
Eso no ocurra ni con Unidos Podemos, ni con Unidas Podemos ni con Sumar -las cuatro experiencias de 2016, 2019 (dos) y 2023-. Por tanto, sera entrar en terreno desconocido, pues los puestos de poder se distribuyeron por cuotas pactadas de antemano y el mando lo monopolizaban Pablo Iglesias o Yolanda Daz.
Adems de esta cuestin, hay una derivada sustancial que ningn partido quiere abrir pblicamente pero que estar ah: los liderazgos. Tienen que dar un paso a un lado para facilitar el acuerdo? Puede haber unidad con los mismos dirigentes que ahora? Lase, principalmente, Yolanda Daz, Irene Montero o Ione Belarra. Tendra que haber un reinicio total? Son las grandes preguntas.
La realidad es que la vicepresidenta segunda es el alma de Sumar y su bandera en el Gobierno de Espaa, mientras que la ex ministra de Igualdad es la candidata que est preparando Podemos para las prximas elecciones y es su mayor activo.
La convivencia en un mismo espacio sera realmente complicada. La primera vet la presencia de Montero en las listas de 2023 despus de dos aos con Iglesias y Podemos hacindole la vida imposible con insultos y presiones para tutelarla. La segunda viene de tachar a Daz de ser el mayor error poltico de su partido, as como de presentarla como una poltica subordinada a Snchez.
Fcil, por tanto, no parece. Adems, no son pocos los que en Sumar consideran que en estos ltimos meses Podemos ha entrado en una deriva para colocar al Gobierno contra las cuerdas para ver si puede caer.
Un ao despus del divorcio Sumar-Podemos las relaciones son mucho peores que cuando se rompi. Las dos partes ya saben lo que es competir en elecciones. Los morados renunciaron a gallegas y catalanas y se enfrentaron en vascas y europeas. El balance fue una importante prdida de votos y escaos. Ante el fantasma de la divisin, los dos echan por ahora balones fuera. Slo IU ha empezado a trabajar para buscar la unidad.