Snchez se pone las gafas de no ver
La primera vez que el presidente del Gobierno se dej fotografiar con gafas fue en el Falcon poco despus de ser investido en 2018. Eran unas rayban de sol que David Gistau acu como las gafas de puto amo. En la imagen apareca junto al hoy ministro Albares, muy aflequillado por aquel entonces. Slo los pilotos llevan gafas de sol en el interior de un avin. Quiz Snchez quisiera trasladar la imagen de que l era el comandante de los destinos del pas y que, pese a prometer lo contrario en la mocin de censura, no iba a convocar elecciones. En el fondo y en la forma, aquellas lupas eran una impostura.
Ayer, el presidente volvi a comparecer en el Senado con gafas, esta vez de diseo, aunque ms parecidas a las de un soldador. Una inteligencia artificial afirma que posiblemente sean unas persol o unas tom ford, como las que luca Jon Hamm, el chulazo de Mad Men. Son bastante caras, pero el presidente tiene pocos gastos. Nada que objetar por ah, pues los anteojos cumplan la misin de que hablramos de ellos y no de lo que suceda en la sala, que no fue otra cosa que una eyeccin parlamentaria.
Lo poco que va quedando de democracia representativa en este pas no da para mucho ms. Los del PSOE dicen que Snchez sali vivo. Yo creo que sali vivo el Partido Popular, que nunca supo para dnde iba. Al menos, los peridicos, las radios y las teles dejaron de abrir con Mazn, es decir, con ese boquete en el liderazgo de Feijo. Que al presidente de la Generalitat Valenciana le tengan que echar los llantos de las vctimas y no un mandoble del lder del PP tampoco le arregla demasiado.
Aun as hubo cosas dignas de estudio. Una de ellas es la naturalidad con la que el presidente del Gobierno ha colocado el sintagma gobierno en minora parlamentaria, que es lo que dice que l dirige. Un gobierno en minora parlamentaria es un oxmoron, porque la legitimidad del gobierno la da, precisamente, la mayora parlamentaria. Pilotar un Ejecutivo en contra del Congreso es como conducir un coche con una rueda pinchada. Si no la reparas, tarde o temprano, se rompe el eje, es decir, el sistema institucional. Y el pasaje somos todos. Snchez pretende hacer como que no ve el chisporroteo de la llanta sobre el asfalto aunque tenga que arder el motor.
El incumplimiento de las normas no escritas (tambin de las escritas) es una marca del excepcionalismo del presidente. En su comparecencia tan slo se le vio titubear cuando le interpelaron por los cobros en metlico en la sede de Ferraz. De lo declarado ante el Supremo por el ex gerente del PSOE Mariano Moreno se deduce que, en el mejor de los casos, la caja del partido operaba de lavandera de los viciosos sobrecostes de balos. All cualquiera en su nombre colocaba unas facturas, nadie preguntaba a qu correspondan y Koldo o su mujer recogan el fajo .
Asegura el PSOE que eso pasa en todas las empresas y que no es financiacin ilegal. Pero el PSOE de Snchez es ese partido que prohbe a los espaoles utilizar cash, mientras paga en metlico a tutipln, y que va a apagar las nucleares, pero a su ex gerente lo enchufa al frente de la empresa estatal de Uranio. Y el que no quiera ver, que se ponga gafas. Como Snchez. O como Stevie Wonder.
