Sin precedentes en el ‘caso Begoa Gmez’: ninguna ‘dama’ de La Moncloa us asesores del Gobierno para sus negocios
La Moncloa es a la vez sede del Gobierno de Espaa y casa del presidente y su familia. Esto implica que, all, “la lnea entre lo pblico y lo privado es muy fina”. El personal que trabaja para el lder del Ejecutivo lo hace tambin para las personas que conviven con l, tanto en lo domstico como en lo institucional. Escoltas, asesores y jefes de prensa estn a disposicin de la esposa e hijos del presidente para todo lo que puedan requerir en el ejercicio de su papel como familiares del ms alto cargo del Ejecutivo, pero sin tomar partido en lo que se refiere a su actividad profesional privada. Hasta ahora.
“Secretaria de los negocios de la mujer del presidente del Gobierno”. Es el cargo que le atribuy el popular Elas Bendodo a Mara Cristina lvarez Rodrguez, actual directora de Programas en la Secretara General de Presidencia. Segn los ltimos tomos incorporados a la investigacin a Begoa Gmez, esta trabajadora de La Moncloa intercedi para que Reale Seguros siguiera financiando la ctedra que diriga la mujer de Pedro Snchez. Hasta donde se tiene constancia, es la primera vez que la esposa de un presidente recurre a los asesores del Ejecutivo para gestionar sus negocios privados.
Seis mujeres de presidentes pasaron por La Moncloa antes que Begoa Gmez, y las seis se sirvieron del personal de Presidencia para cubrir sus necesidades, segn relatan fuentes que formaron parte de la Secretara de Estado de Comunicacin en cada etapa. Los funcionarios del Palacio cocinaron para ellas y los asesores del Gobierno las aconsejaron sobre relaciones pblicas -tambin sobre protocolo y decoracin-, igual que los jefes de prensa coordinaron sus entrevistas y las acompaaron en actos institucionales. Sin embargo, no consta -y las fuentes desmienten que as sucediera- que personas del equipo de La Moncloa intercedieran en su actividad profesional privada, ya sea porque no la tenan o porque la gestionaban externamente.
Cuenta de ello da el caso de Elvira Fernndez, esposa de Mariano Rajoy. Trabaj como analista de contenidos en Telefnica hasta que, para la campaa electoral de 2011, solicit una excedencia que se termin convirtiendo en permanente porque su marido accedi a La Moncloa. As, resulta imposible que personal del Gobierno mediara en sus negocios privados, pues no los tena. Trabajadores de Presidencia ejercieron como asistentes de Fernndez, pero siempre con arreglo a su papel como consorte de Rajoy, aseguran miembros de su Secretara de Estado de Comunicacin. Uno de esos asesores era Jaime de los Santos, entonces consejero del gabinete de Presidencia: “Elvira y yo sabamos diferenciar perfectamente entre lo que corresponda a su cargo y lo que habra sido un intento de lucrarse a travs del puesto”.
Ser esposa del presidente no exige abandonar la profesin que se ejerciera previamente. Fernndez lo hizo, pero no as su predecesora, Sonsoles Espinosa. La mujer de Jos Luis Rodrguez Zapatero, cantante de pera, sigui formando parte de un coro y participando en conciertos mientras viva en La Moncloa, pero “esa agenda era privada”. “Tena una secretaria que formaba parte de Presidencia, pero esta solo gestionaba temas que tenan que ver con su actividad pblica”, explica un alto cargo de aquel gabinete de Zapatero. “El departamento de Comunicacin de La Moncloa no se utilizaba para sus asuntos de pera”, remarca.
Tambin Ana Botella, esposa de Jos Mara Aznar, ejerci profesionalmente mientras viva en el Palacio. Aunque al acceder su marido a la Presidencia pidi una excedencia de su puesto como funcionaria en el Ministerio de Hacienda, durante los ocho aos de mandato de Aznar mantuvo cierta actividad profesional al frente de dos organizaciones -Realiza e Integra- que ella misma fund en ese tiempo. “Botella tena uno o dos funcionarios de La Moncloa adscritos a ella, para gestionar su agenda como esposa del presidente, pero los temas de la fundacin los llevara alguien de fuera”, sealan fuentes que entonces formaban parte de la Secretara de Estado de Comunicacin. Insisten: “Los asesores no intercedan en lo relativo a sus fundaciones”. Ana Botella entr como concejala al Ayuntamiento de Madrid en 2003, un ao antes de que Aznar y ella dejaran La Moncloa al ganar Zapatero las elecciones. Y esa entrada gener mucha polmica.
Carmen Romero, la que fuera esposa de Felipe Gonzlez cuando este era presidente, tampoco abandon su actividad profesional al trasladarse a la sede de la Presidencia. Militante del PSOE y de UGT, era profesora de Lengua y Literatura en el madrileo instituto Caldern de la Barca y sigui impartiendo clases aun cuando accedi a La Moncloa. En 1989 fue elegida diputada por la provincia de Cdiz y conserv el escao durante cuatro legislaturas, hasta que en 2004 renunci a repetir candidatura, al mismo tiempo que lo hizo Felipe Gonzlez. A los asesores con los que Romero contaba como consorte del presidente se sumaron los que la asistan en su labor como diputada, pero no consta que el personal de La Moncloa se excediera de las que se entienden como sus funciones. “No hay un estatuto especial para ser la mujer del presidente”, defendi aos ms tarde Romero, que presuma de haber sido la primera mujer “con trabajo propio e independiente” viviendo en la sede de la Presidencia.
Su predecesora, Pilar Ibez-Martn, esposa de Leopoldo Calvo-Sotelo -que no lleg a dos aos en el cargo-, tuvo una dedicacin centrada en lo domstico, como madre de ocho hijos. Y Amparo Illana tampoco ejerci labor profesional ms all de la que le corresponda como cnyuge de Adolfo Surez, con lo que no se contempla que asesores pblicos pudieran favorecerlas en negocio privado alguno.
As, pese a que mantuvieron su puesto como profesoras, diputadas, presidentas de fundaciones y cantantes de pera, las fuentes consultadas coinciden en que “nunca” las anteriores mujeres de los presidentes “haban trasladado a La Moncloa sus negocios”, y por tanto no consta que hicieran uso del personal de Presidencia para gestionar esas actividades. Lo conocido sobre Begoa Gmez sienta un precedente que, a juicio de estas fuentes, advierte de la necesidad de regular la figura del consorte: “Nunca antes haba hecho falta porque nunca antes se haba visto una cosa as”. El Partido Popular ya se abri hace unos meses a legislar sobre las responsabilidades y limitaciones atribuibles a la esposa del presidente, pero el Gobierno se opuso a abordar esto en su Plan de Accin por la Democracia. Todo pese a que, ya en 2019, el Consejo de Europa inst a los pases a “ampliar el alcance” de la transparencia exigida al Gobierno, extendindola tambin a “cnyuges y familiares” de los altos cargos del Ejecutivo.
Desde los asesores del gabinete de Presidencia hasta el personal de la Secretara de Estado de Comunicacin, los trabajadores a disposicin del presidente del Gobierno siempre han trabajado tambin para su esposa. Todas trataron de marcar la frontera entre lo que corresponda a sus funciones como consorte y lo que quedaba fuera de ese concepto, pero Begoa Gmez ha difuminado esa “fina lnea”.