Puigdemont y Zapatero se reúnen en Suiza para calibrar la viabilidad de la legislatura tras la caída de Cerdán
José Luis Rodríguez Zapatero se reunió el domingo en Suiza con Carles Puigdemont, Jordi Turull y Míriam Nogueras para testar la predisposición de Junts a continuar respaldando a Pedro Sánchez tras la revelación de la trama de corrupta que presuntamente dirigía el ex secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, al que hoy el Tribunal Supremo ha enviado a prisión.
La caída de Cerdán, principal interlocutor de Junts a lo largo del vigente mandato y encargado de representar al PSOE en las reuniones clandestinas en el extranjero que se celebran mensualmente con la cúpula de los neoconvergentes, ha puesto en alerta a los de Puigdemont, que exigen la designación de un nuevo representante socialista en la mesa que tenga capacidad para ordenar a los Ministerios la aplicación de los acuerdos alcanzados en presencia del mediador salvadoreño.
Junts no rechaza la presencia de Zapatero, que ya se viene produciendo desde bastantes citas atrás y al que se le concede un rol importante en las conversaciones, pero entienden los herederos de Convergència que es necesaria la presencia de un socialista que ocupe un puesto destacado en el actual organigrama del partido y que tenga conexión directa con el Gobierno de Sánchez para garantizar la ejecución de los pactos suscritos.
La formación secesionista ha concedido crédito, por el momento, a la continuidad de la legislatura. Turull, como secretario general, ha querido vincular el mantenimiento de su respaldo parlamentario al PSOE con el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en el pacto de Bruselas, esto es, en el acuerdo de investidura de Sánchez, y en otras alianzas posteriores. Así, según el argumentario neoconvergente, su apoyo dependería más de que se acabe consumando la oficialidad del catalán en Europa u otras cuestiones pendientes como la aplicación de la amnistía, que de las implicaciones políticas de las corruptelas presuntamente cometidas por Cerdán, con el que el número dos de Junts mantenía una fluida relación de confianza, que les llevaba a hablar varias veces por semana.
