«Preocupacin» en el Gobierno porque el «circo» del Senado dispara la antipoltica: «No nos conviene a nadie»
Medias sonrisas en la cara. Alguno, incluso, sonrisa explcita. El equipo que acompa a Pedro Snchez al Senado se subi en los coches complacido. Tambin el presidente del Gobierno. Yo satisfecho, otros seguro que no, resumi tras someterse durante cinco horas a un interrogatorio sobre corrupcin en la comisin impulsada por el PP por la trama Koldo. Incluso se permiti bromear con repetir:A tenor de cmo ha ido esta comisin, vengo encantado. Es el xito definitivo de Feijo, ironizaba un destacado miembro del Ejecutivo, aludiendo a que, segn su visin, no le haba salido la decisin de convocar al jefe del Ejecutivo.
Pero en el PP tambin haba satisfaccin. Lo importante es que hemos conseguido que se vea que evita la verdad, sealaban fuentes populares. El xito es que se le ha visto arrinconado, incapaz de contestar. La felicidad va por barrios y depende del cristal con el que se mire, ya se sabe.
Pero ms all de los anlisis subjetivos de cada bando, el desarrollo de la comisin dej en el aire una sensacin extraa. Una preocupacin que tambin alcanza al Gobierno. Por momentos, la sesin pareci un gallinero, un guirigay imposible de seguir. Conversaciones cruzadas, turnos de palabra sin respetar, prdidas de formas… Que la poltica se haga as no viene bien a nadie, confesaban miembros del Gobierno.
En La Moncloa no sorprendi el tono y las maneras duras y directas empleadas por el PP. Pero en los das previos haba divisin de opiniones en el complejo presidencial sobre qu Pedro Snchez deba comparecer: el presidente del Gobierno o el marido de Begoa Gmez y hermano de David Snchez. El presidente o la persona. Se debati y habl. La apuesta, intuyendo lo que esperaban enfrente, fue apostar por ser lo ms institucionales posible. Tratar de mantener formas, lo que no quiere decir atacar y buscar desarmar al rival. Es el Senado, no es un bar, lamentaba ayer un miembro del Gobierno sobre la sesin. Otro entraba en el meollo del asunto:Han sido cinco horas, la mayora de barro. Y en el barro slo gana Vox.
La reflexin encierra el temor a la desafeccin que genera la antipoltica y estampas como la vivida en el Senado. Y que ante situaciones que pueden generar el rechazo de los ciudadanos, los que sacan beneficio son los extremos. Creo que esto es un circo, repiti en ms de una ocasin Snchez. De verdad lo creemos. Los senadores del PP estaban haciendo fotos para intimidar y descentrar, comentaban en el equipo del presidente del Gobierno.
El sentir en el complejo presidencial es que Snchez sali airoso del interrogatorio y que el PP ha malgastado esta bala. Nos han hecho un favor, resuma un miembro del Ejecutivo. Ya est. Han trado al presidente y nada. Llevan un ao investigando y no han aclarado nada. Hay grupos que han hecho preguntas sensatas. Eso es lo que tena que haber hecho el PP y no esa agresividad. Los puentes entre Gobierno y PP siguen rotos.


