Podemos se lanza a por dos millones de votos de Sumar con el nuevo ‘No a la guerra’


Volver / con la frente marchita, suena en el Pabelln de Convenciones de la Casa de Campo de Madrid, que veinte aos no es nada / que febril la mirada / errante en las sombras / te busca y te nombra. La cancin, con la voz de Estrella Morente, pone la msica al quinto congreso de Podemos y tambin apuntala el mensaje de que esta fuerza poltica quiere regresar a lo que un da fue. Un partido pujante y hegemnico en el espacio de la izquierda alternativa, capaz de condicionar la vida poltica y la agenda. Vivir / con el alma aferrada / a un dulce recuerdo / que lloro otra vez.

Efectivamente, Podemos tiene el alma aferrada a un dulce recuerdo. El de los votos. Pronto se cumplirn 10 aos de aquellos histricos 5,2 millones que consigui en su primera participacin en unas elecciones generales. Que hicieron temblar el sistema poltico espaol y que tanto miedo despertaron en el PSOE. Aquel Podemos que surgi de Vistalegre empujado por miles de fieles para asaltar los cielos se parece en muy poco al actual que reuni ayer a cientos en la Casa de Campo, y que arranc con un grito ilustrativo por parte de los presentadores de lo que es hoy: Seguimos vivos y en pie.

Podemos an conserva la pica y el magnetismo de algunos lderes pero est en un nuevo ciclo para recuperar el trono de la izquierda que entreg a Sumar y Yolanda Daz. La manera de disputrselo y arrebatrselo a su ahora archienemiga es la pelea identitaria y la guerra cultural. Podemos sale hoy de esta asamblea atrincherado en la esquina del tablero, desde donde resurgir con las esencias ms ideolgicas de la indmita y verdadera izquierda.

La nueva vida de Podemos pasa por Volver, como se titula la cancin, a por los votos que le den la autoridad poltica, moral y social para desafiar el liderazgo de Daz y reclamar la primaca del espacio. El camino elegido no es otro que profundizar en un repliegue identitario para conectar esa poblacin que se siente muy de izquierdas y a la que apela Ione Belarra e Irene Montero llamando a recuperar el orgullo de lo que es la izquierda, de lo que defiende y de cmo se organiza. Para conseguir ese reto y abrirse un espacio propio que garantice su superviviencia en medio de la incertidumbre, Podemos ha encontrado un leitmotiv a exprimir: liderar un nuevo frente que emule el No a la guerra. Es, en palabras de las dirigentes moradas, construir un frente social por la paz que se oponga al rgimen de guerra en el que Pedro Snchez y la Unin Europea quieren embarcar a Espaa a golpe de aumentar el gasto militar para hacer frente a la amenaza de Rusia.

Sin duda, ah hay un nicho importante de votantes de esa izquierda indmita. Yuna oportunidad evidente porque su gran rival por la hegemona del espacio, que es Sumar, tiene que cabalgar contradicciones -como dira Pablo Iglesias– por tener que lidiar con estar en contra del rearme pero al mismo tiempo, con pertenecer a un Gobierno como parte minoritaria que ha comprometido su palabra a disparar la inversin en seguridad y defensa. Daz tiene las manos atadas para impedirlo. Como mucho puede presionar para que no implique recortes.

Hace un mes, el panel de Sigma Dos para EL MUNDO preguntaba a los ciudadanos por esto. Cree que Espaa debe acelerar el aumento del gasto militar ante la nueva situacin internacional?. La mayora de personas que votaron a Sumar en 2023 -entonces Podemos estaba dentro- se manifest en contra. Un 62%. Frente a un 28,6% que estaba a favor.

Estos datos demuestran que Podemos se est lanzando estratgicamente a por una bolsa de votantes que alcanza casi las dos millones de personas que cogieron la papeleta de Daz en las generales. Son prcticamente dos tercios de sus ms de tres millones de votos.

Y desde la publicacin de esa encuesta, a principio de marzo, hasta hoy, el crecimiento de ese nicho ha podido ir a ms, debido a que tambin Sumar ha adoptado una posicin de rechazo total a cualquier poltica de rearme, influido, como est, por la presin que estn ejerciendo los sectores ms antimilitaristas de la alianza, como es IU, aunque no slo esta formacin.

Pero Daz tiene un problema. Se sienta en el Consejo de Ministros. Podemos, en cambio, puede hacer oposicin desde fuera, con las manos libres para empuar la pancarta. Precisamente, coger esa bandera y echarse a la calle es lo que est defendiendo Montero, que proclamada por Podemos como su candidata a las generales, quiere convertirse en la lder de ese nuevo No a la guerra y rentabilizarlo en las urnas.

La defensa de la paz, el rgimen de guerra, la OTAN, las armas… Todo esa imaginario colectivo de la izquierda vuelve con fuerza a la espera de que se activen las grandes manifestaciones -ya se estn produciendo movimientos para eso-. Y Podemos ya se prepara para subirse a esa ola y recoger a los nuevos indignados de estos tiempos. Conect con los de 2015 de la crisis financiera y de la crisis del sistema poltico y la corrupcin. Ahora quiere hacerlo bajo el nuevo espritu antimilitarista.

La estrategia de resurgimiento de Podemos tiene una segunda pata: la impugnacin de las polticas de Pedro Snchez y la falta de ambicin para hacer polticas verdaderamente transformadoras. Es lo que denomina como malmenorismo y lo que significa es que hay un Gobierno que no gobierna y que hace poltica de derechas, rehuyendo los temas. Este eje abre una era de un Podemos que har ms confrontacin a Snchez y que elevar el precio de sus cuatro votos en el Congreso. Son pocos, s, pero son decisivos en muchas votaciones y eso har que el nivel de exigencia vaya aumentar. Ha visto lo bien que le va a Junts y ahora se trata de reivindicarse frente a una izquierda representada por Sumar a la que menosprecia y a la que acusa de estar subordinada al PSOE.

El rearme y poner en pie a la izquierda son dos ejes de Podemos que amenazan claramente la gobernabilidad de Snchez y que sumen la legislatura en ms incertidumbre. Vuelve el Podemos contra todos.





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