Podemos enfra el reencuentro con Daz y apuesta por la alianza con IU
Podemos observa con enorme distancia y frialdad el giro en el discurso de Yolanda Daz sobre la unidad de la izquierda. La lder de Sumar sorprendi el pasado lunes con una conjura casi personal para trabajar por la vuelta de la coalicin de las elecciones generales de 2023, que entonces tena al partido morado dentro de esa alianza. Sin embargo, la reaccin a esas palabras de la formacin que encabeza Ione Belarra, que era la principal interpelada para conseguir ese reencuentro, est siendo colocarse de perfil y no entrar ahora en el marco planteado por la vicepresidenta.
Hace tiempo que Podemos tiene trazada una hoja de ruta clara sobre su futuro: fortalecerse lo mximo posible y reconstruir sus estructuras territoriales, hacer or una voz propia, impulsar a Irene Montero como su gran figura electoral y “poner en pie” una verdadera izquierda combativa y transformadora. Entre otras cosas exprimiendo la oportunidad que le brindan sus cuatro votos en el Congreso y la necesidad que de ellos tiene Pedro Snchez para aprobar iniciativas. O sea, aprovechar esa influencia, imitando a Junts, para ganar notoriedad y votantes a costa de Sumar.
El objetivo no es otro que, cuando llegue el momento, mucho ms pegado a las elecciones, sentarse en la mesa de negociacin con otras fuerzas de la izquierda alternativa con la mayor fortaleza poltica acumulada y con los dems partidos necesitados de la presencia de los morados en las listas. Entonces, s, tendra la capacidad de reclamar la primaca del bloque que cedi antes a Daz.
En eso est el partido enfocado y trata de no desviarse un solo milmetro pese a que en los ltimos meses se haya vuelto a reabrir el debate sobre la unidad de la izquierda. Lo empez propiciando la llegada de Antonio Mallo al liderazgo de IU el pasado verano, que ha desembocado incluso en la creacin de una plataforma para buscar un espacio y un clima de reencuentro. Y lo ha enfatizado ahora Daz con su invitacin a volver a darse la mano.
La lder de Sumar dijo: “Yo voy a trabajar como lo est haciendo todo el espacio para lo que ha pasado el 23 de julio vuelva a pasar y quien no quiera estar ah lo tiene que explicar”; “no hay ninguna circunstancia que pueda justificar no caminar juntas”; o “piense lo que piense uno y una, que es muy legtimo, hay que llegar a un acuerdo”.
Fuentes de la direccin de Podemos rechazan comentar estas declaraciones de Daz y las despachan diciendo que no entran a valorar “cuestiones internas de Sumar”. Maana, cuando se rena la direccin, la cpula del partido podr analizar ms la situacin y preparar si quiere otra respuesta, pero por ahora la frialdad y la distancia estn ah.
El mensaje que viene dando Podemos desde hace ms de un ao es que “ha pasado pgina” de Sumar y que sigue su propio camino. Venimos de un mes de enero en el que Irene Montero ha planteado que el PSOE es el que se tiene que “hacer cargo” de “los restos de las operaciones polticas que ha impulsado en estos aos para intentar acabar con Podemos”. O sea, que Daz y su partido acaben integrados en el PSOE. Otra cosa son los socios de Sumar, donde Podemos s pone el ojo. En realidad, en IU.
Para esto es importante mirar el calendario que viene. La unidad de la izquierda no tiene como meta final las generales, que caeran en 2027. Antes hay citas cruciales que obligarn a los pedazos del bloque de las izquierdas a mirarse a los ojos y negociar. Hablamos de Andaluca, que ser el verdadero primer laboratorio de la unidad, por mucho que en Castilla y Len se vote unos meses antes. Las urnas andaluzas se colocarn como tarde en junio de 2026 y Podemos tiene muy claro que quiere alcanzar un pacto con IU -la gran fuerza de la izquierda alternativa en la comunidad-, dejando de lado a Sumar porque no existe all. Un pacto as relanzara la relacin entre ambos, allanara el futuro y debilitara a Daz para 2027.
Podemos quiere establecer para esos acuerdos autonmicos “algn tipo de vinculacin nacional”, de modo que Unidas Podemos resurja como bloque antes de una negociacin.