Podemos contra Sumar en una guerra abierta: ataques, marginacin, un bulo y la misin imposible de su unin
Diez das de debate sobre la unidad de la izquierda en una candidatura para las elecciones arrojan una conclusin: ahora mismo es una misin imposible. La buena o mala noticia es que todava quedan dos aos para darle la vuelta. Se entiende que sera buena para conseguirlo porque los actores tendran tiempo suficiente para intentar superar las inquinas y las heridas y restauran unos marcos de confianza. Pero sera mala si, como sucede ahora, las declaraciones envenenadas van matando las posibilidades de un acuerdo. Porque el ambiente puede ser irrespirable cuando llegue la hora de la verdad y exista una fecha lmite.
Hoy por hoy la situacin en el espacio de la izquierda alternativa se mueve entre el barro y las balas por ese segundo escenario. Se ha desatado una guerra abierta entre los partidos despus de que Podemos diera un golpe encima de la mesa y proclamara a Irene Montero como la candidata a las elecciones. Lanzaba as una carrera a dos aos vista en la que convertir a la ex ministra de Igualdad en una suerte de autoridad poltica y moral a costa de golpear a Sumar. Una estrategia de ataque y desgaste continuado donde hasta se ha utilizado el bulo de que a Yolanda Daz “le parece muy bien que se aumente el gasto en armas porque Pedro Snchez le ha prometido que no va tocar el gasto social”, como dijo ayer Montero para describir las posiciones de la vicepresidenta segunda y presentarlas como incompatibles con la apuesta por la “paz” que est haciendo Podemos.
Ms all de ese aguijonazo, lo verdaderamente relevante de las ltimas horas es que Montero ha dejado patente que apuesta por dar portazo a Sumar y por marginar a Daz y su partido de las negociaciones para construir una candidatura electoral. Su premisa es que Podemos est en construir un proyecto que representa “justo lo contrario” que Sumar, que es una fuerza “subordinada” y a merced del PSOE. Por eso defiende que la salida de Daz es la de la integracin en una misma candidatura con Snchez. “Igual que nosotras tenemos la tarea de poner en pie a la izquierda, el PSOE tiene la tarea de hacer la unidad con aquellos sectores del PSOE que ahora estn fuera”, seal Montero en TVE.
Esta afirmacin da muestra del abismo que hoy en da separa a ambas partes, a pesar de que Daz lanzara hace diez das una oferta a Podemos para volver a “caminar juntas” repitiendo la alianza de 2023.
Lejos de propiciar un acercamiento, la situacin ha empeorado. Podemos decidi adelantar el anuncio de la candidatura de Montero para cambiar el marco del debate de la unidad. En paralelo, ha impulsado una campaa de hostigamiento contra Daz, Sumar y otras fuerzas como Ms Madrid para desprestigiarlas por estar “cerca” del PSOE. Esto mismo llev precisamente ayer a la ministra de Sanidad, Mnica Garca, a estallar contra Podemos y a proclamar que estn “hartos” de Montero y Pablo Iglesias. “Hartos” de que “den lecciones” e “insulten”. Y de que, remat, ambos “se vayan pareciendo cada vez ms a lo que pretenden Vox y el PP, que es echar a este Gobierno para presentarse ellos como los salvadores del pas”. “Esto no es una piscina de bolas”, abronc.
El tono y el fondo con el que Garca se revolvi contra Podemos aflora un sentir que desde hace tiempo recorre otros partidos del espacio. Lo que sucede es que se haba estado evitando entrar en ese cuerpo a cuerpo porque la realidad que maneja Sumar es que si no hay un pacto de unidad para las elecciones ser imposible reeditar el Gobierno de coalicin. As lo asuman recientemente fuentes gubernamentales de este sector. No deja de ser lo mismo que piensa tambin el PSOE. Porque no hace falta entender demasiado de nmero para concluir que el sistema electoral castiga con dureza la dispersin del voto. Bien lo sabe el centroderecha cuando en la arena estaba Ciudadanos y haba tres listas frente a las dos de la izquierda.
Entre tanto, Podemos no afloja sino que acelera en el alejamiento de Sumar con una campaa de desgaste. Por dos vas conectadas y coordinadas entre s. Por un lado, los mensajes que bajo el contexto de la asamblea de los morados -que se celebra este viernes y sbado en Madrid- estn lanzando las dirigentes Montero y Ione Belarra, martilleando con la necesidad de “poner en pie” una izquierda real frente al rearme y la guerra, y frente a un Sumar que estara “intervenido por el PSOE”.
Por otro lado, Pablo Iglesias aprovecha su potencia meditica y su capacidad de impacto para atacar con crudeza la segunda pata de la alianza: el liderazgo de Daz. Lo hace habitualmente en las tertulias pero ahora, adems, acaba de publicar un libro donde expresamente despelleja a la vicepresidenta segunda en un captulo dedicado a ella.
Enemigos ntimos es un ajuste de cuentas pensado tambin para el tour que Iglesias emprender ahora por los medios de comunicacin, y que le permitir incidir en el desgaste de Daz con mucho ms eco. De ella dice en el libro que tiene una “inquina” hacia Montero que es “visceral”, que vive en una “nube de narcisismo”, que “se enamor de la fama”, que es “una construccin meditica” hecha para destruir a Podemos y que no la ve repitiendo en listas.