Planes para no quedarse con las ganas en Madrid: ‘show’ de magia mental, taller de joyas y una raviolería | Noticias de Madrid
Siempre se dice que antes de morir vemos un tráiler de nuestra vida, algo así como una recopilación de las mejores escenas: las personas que más quisimos, nuestros grandes logros y los momentos más felices. Si ese momento llegara justo ahora, ¿cómo sería? Al final, todo se resume en dos frases: ojalá lo hubiera hecho o me alegro de haberlo hecho. Aunque suena manido, la vida es corta y la valentía da poder. Es por esto Madrid te enreda encara estos primeros días de verdadero sol y calor en la capital con la intención de decir sí a nuevos deseos y experiencias, porque quedarse con las ganas es peor que arrepentirse. Estas recomendaciones buscan inspirar a vivir cosas nuevas y atreverse: un espectáculo de magia para volver a creer, un taller de joyas para crear nuevas realidades y una comida en la primera raviolería de la ciudad porque para vivir intensamente se necesita mucha energía.
Un ‘show’ de magia para volver a creer
Para atreverse hay que recuperar la fe. Así que la primera parada es el show de magia mental de Aryel Altamar en el Clandestino Café Teatro (calle de las Tres Cruces,12). El mentalista Altamar comenzó en la magia con seis años, viendo un programa de televisión muy famoso en Argentina llamado Las manos mágicas. Después del programa, los domingos empezó a hacer su propio espectáculo a su familia, que se reunía para comer. “Ahí recibí mis primeros aplausos y eso me hizo querer dedicar mi vida a entretener”, asegura.
El show es una montaña rusa de emociones en el que la gente se ríe, se asombra y se emociona hasta las lágrimas. “Mi objetivo es lograr asombrar a la gente”, confiesa Altamar, para quien la magia no se basa solo en entretener. “Es una especialidad que se basa en el engaño de nuestros sentidos y, gracias a esto, nos envuelve en un mundo mágico en el que parecería que cualquier cosa puede pasar”. El mentalista intenta durante el espectáculo que el público pueda sentir que su mente es leída, todo acompañado de un hilo conductor u historia. Más que un espactáculo de magia mental, es una obra de teatro mágica. La entrada tiene un precio de 15 euros.
Un taller de joyas para crear nuevas realidades
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La segunda parada de este viaje es Jewels and Wine, un proyecto que surge de la necesidad de tener planes diferentes. “Los jóvenes estamos acostumbrados a una vida un poco frenética, donde invertimos mucho de nuestro tiempo en estudiar o trabajar y, lo sobrante, en estar con nuestros amigos. A veces caemos en la monotonía. A raíz de esto, queríamos organizar un plan diferente, que sea innovador y que los clientes pudieran recordar”, asegura su fundadora, Carla Garoz.
El proyecto, liderado por cinco emprendedores desde hace un año, consiste en crear experiencias a través de un taller de joyas en una azotea del centro de Madrid (Gran Vía, 69) al momento del atardecer, en el que la gente puede ir a hacer sus propios accesorios mientras que toma vino y conoce nuevas personas. Los talleres son para 16 personas y el vino es ilimitado “Queríamos que la gente tuviera un incentivo para generar un mejor ambiente y pudiera tener las consumiciones que quisiera”, explican.
Una vez comienza el taller, las clientas se sientan y se encuentran con todo el material que van a necesitar a lo largo de la actividad, al igual que su respectiva copa. “Se les proporcionan tanto el hilo para hacer la primera dinámica, como la cadena de acero inoxidable para hacer la segunda joya, además de todos los otros materiales necesarios”, afirma Garoz, que recuerda que en el taller se enseña a hacer diferentes técnicas de bisutería. “La idea es que cada persona haga sus propios collares, pulseras o pendientes de una manera más profesional”, resume. El taller tiene una duración de dos horas y media y cuesta 25 euros.
Una recarga de energía
Ser valiente requiere de mucho esfuerzo, así que, en la tercera parada del día, después de un atardecer en una azotea de Gran Vía haciendo joyas, llega el momento de volver a casa y de pedir comida a domicilio. Relleno (General Oraá, 34) es la primera raviolería de Madrid y acaba de abrir su servicio de delivery. Es un plan perfecto para los amantes de la pasta y de la novedad.
Dentro de la carta, se puede jugar con los rellenos y se puede elegir entre pasta no rellena y raviolis rellenos y desde boletus para los que buscan opciones vegetales hasta de carrillera para los amantes de la carne. Además, se puede acompañar de toppings como el pecorino romano, burrata o parmigiano reggiano, entre otros. Por último, se podrá seleccionar una de sus nueve salsas disponibles pensadas para complementarse con todas las variantes de pasta. “El cliente puede jugar y tener la libertad de escoger la combinación que más le guste”, aseguran los dueños.
“Con Relleno queremos despertar el mercado del delivery. A día de hoy, el 70% de los conceptos son marcas de hamburguesas, pizza y otros tipos de comida basura. La ola de la pasta ya ha llegado a España y todavía no hay muchas cosas artesanales y de máxima calidad. Ofrecemos el mejor producto, pero de forma rápida y con una marca que trasciende la gastronomía. Somos alérgicos al típico italiano en España, que vive de los estereotipos de la mamma, la nonna y la mafia comiendo. Somos italoespañoles, la marca es madrileña y la proyección es internacional”, asegura el cofundador de Relleno, Paolo Colombo. El ticket medio son 15 euros.
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