Ortuzar, Esteban… los fantasmas de las primarias amenazan a un PNV dividido
Un voto en el batzoki de Pamplona cambi el rumbo del PNV en 2003 y marc cuatro aos de divisiones internas en el centenario partido vasco. La ajustadsima victoria de Josu Jon Imaz frente a Joseba Egibar y el estruendoso abandono de la presidencia del partido y de la poltica de Imaz tres aos despus ha despertado ahora los peores fantasmas entre los ms de 20.000 militantes nacionalistas. El ya casi inevitable duelo entre Andoni Ortuzar (Zierbana, 1962) y Aitor Esteban (Bilbao, 1962) ha roto en mil pedazos la calculada estrategia del actual presidente del PNV con la que pretenda revitalizar el partido para, apoyado en la gestin del lehendakari Pradales, preparar la dursima batalla electoral con Bildu en 2027. Pero Esteban alz la voz en la noche del pasado viernes. Pasada de la una madrugada y a travs de X advirti a los fontaneros de Ortuzar de que no cedera a las presiones que le invitaban a renunciar a la presidencia de su partido. “Abrumado y agradecido por las muestras de confianza y apoyo. Es la hora de la afiliacin”, public con alusiones en euskera al Partido [por el PNV] y a la “Patria” [vasca].
El duelo interno entre Ortuzar y Esteban se confirmar el prximo 10 de febrero cuando la comisin de garantas y control del PNV traslade a las casi 250 organizaciones municipales el listado de los candidatos a presidir el partido los prximos cuatro. Antes, el domingo 2 de febrero, esas organizaciones reunidas en su batzokis habrn culminado una sorprendente primera vuelta que ha hecho saltar por los aires todos los anlisis previos al colocar frente a frente a dos de los dirigentes del PNV que en 2008 tuvieron que asumir cmo pegar un partido roto al que Imaz -hoy consejero delegado de Repsol- pretendi “modernizar” frente al soberanismo representado por Egibar y el lehendakari Juan Jos Ibarretxe.
Dos dcadas despus, otro intento del PNV para impulsar una “renovacin” interna se aproxima, quiz irreversiblemente, hacia una confrontacin cainita de resultados imprevisibles. Ningn representante poltico ni cargo del PNV quiere explicar por qu Andoni Ortuzar y Aitor Esteban parecen dispuestos a llevar su pulso soterrado hasta las ltimas consecuencias. Los dos -junto a la actual direccin nacionalista- pusieron tras una “reflexin profunda” en modernizar una estructura interna “analgica” a la nueva sociedad digital. Pero, aferrados a un sistema de eleccin interno complejo y oscuro, alimentan con pequeos gestos una divisin interna de incalculables dimensiones.
Segn estimaciones de militantes crticos con la direccin actual, ms de un centenar de batzokis han propuesto a Andoni Ortuzar como candidato en una sorprendente primera vuelta. Aitor Esteban habra obtenido el respaldo de casi 60 organizaciones municipales, el ex diputado general de Guipzcoa Markel Olano tendra el respaldo de una decena y el aspirante ms crtico con Ortuzar y concejal de Etxebarrio Iigo Lekue tambin habra pasado el ‘corte’ de contar con al menos el respaldo de tres asambleas locales.
El peculiar y complejo sistema electoral interno del PNV determina que tras ser propuestos, los candidatables deben aceptar serlo y Ortuzar, Esteban, Olano, Lekue y quien logre ms de tres apoyos tendrn hasta el prximo 9 de febrero para ratificar que “dan un paso adelante”, una expresin que ya utiliz Aitor Esteban el pasado 17 de enero, apenas 24 horas antes de que Andoni Ortuzar sorprendiera con su predisposicin de seguir cuatro aos ms al frente del PNV.
Si Ortuzar y Esteban no dan marcha atrs, se abrir desde el 10 al 26 de febrero un duelo cainita. Los afiliados se pronunciarn en cada batzoki que derivar su eleccin a cada una de las cuatro asambleas territoriales de Vizcaya, Guipzcoa, lava y Navarra en la se concretar quin es el elegido pero la decisin final se adoptar en la denominada Asamblea Nacional, un rgano de 100 miembros en el que Vizcaya cuenta con 38 delegados. La extrapolacin de los resultados de la primera fase ‘propositiva’ colocan a Ortuzar como virtual presidente porque sumara los 38 delegados de Vizcaya, a los 18 de lava y a los 15 de Navarra. Las probabilidades de Esteban en estas quinielas iniciales le aseguraran los 19 votos de Guipzcoa, quiz los 5 de Iparralde y es imposible preveer qu votarn los 5 delegados de las denominadas extraterritoriales de Madrid, Argentina, Mxico, Chile y Venezuela.
“Ahora no sabra por quin apostar”, adverta el pasado domingo 26 de enero en los pasillos del Teatro Arriaga una ex dirigente del PNV de Vizcaya. Las miradas y los gestos de Andoni Ortuzar, Aitor Esteban y, en menor medida, del ex lehendakari Iigo Urkullu marcaron el desarrollo de los premios Sabino Arana; el escaparate del poder del PNV. Esas dudas compartidas sobre la reeleccin de Ortuzar en su primer duelo interno -hasta ahora haba sido el candidato nico- solo se explican por la identidad de su ‘contricante’ y por los listados que corren por las redes sociales de presuntos errores cometidos por el lder nacionalista desde que en 2012 tomara el testigo directamente de las manos de Urkullu.
“Andoni y Aitor son, o al menos, eran amigos y la sangre no va a llegar al ro”, augura un empresario vizcano presente el pasado domingo en el Teatro Arriaga. Esa “amistad” convierte a Esteban en el peor enemigo de Ortuzar. El presidente del PNV siempre ha loado en pblico la capacidad de “la voz de Euskadi” en Madrid para rentabilizar las minoras parlamentarias de los gobiernos de PP y de PSOE.
Esteban ha desarrollado toda su carrera poltica en el mbito institucional pero como marido de Itxaso Atutxa ha mantenido un control directo del aparato vizcano. Licenciado en Derecho por Deusto, Esteban fue dirigido en su tesis doctoral por el profesor Pablo Lucas Verd. El dirigente nacionalista se doctor con un trabajo sobre La institucionalizacin de un pas; nacionalismo e instituciones vascas. La excelente relacin de Esteban con el profesor Lucas Verd se ha extendido con sus dos hijos magistrados y, especialmente, con Enrique Lucas, juez al que el PNV impuls hasta el Consejo General del Poder Judicial (CPGJ). Esteban se integr en el PNV con apenas 16 aos, forma parte del grupo autodenominado Jvenes burukides bizkainos (Jobubis) que asumieron el control del partido cuando en 2003 la vieja guardia liderada por Xabier Arzalluz abandon la direccin nacionalista. Desde 2004, Esteban es diputado en el Congreso de los Diputados pero su crecimiento poltico se produjo cuando en 2012 el lehendakari Urkullu reclam para su gabinete al entonces portavoz en la Cmara Baja Josu Erkoreka.
Desde que el pasado mes de septiembre de 2024 se abriera formalmente el proceso de renovacin interna en las campas de Foronda hasta el 18 de enero, Esteban desde cada pregunta que escuchaba sobre sus posibilidades para relevar a Andoni Ortuzar. Pero, en vsperas de que el presidente anunciara si se prestaba a continuar o no, Esteban encript en una frase la bomba que ha terminado de dinamitar la pax romana nacionalista. “Yo llevo muchos aos en el PNV y siempre para todo lo que se me ha solicitado he dado un paso adelante y es un honor ser presidente del PNV”, respondi en primer lugar a Susanna Griso en Antena 3. Solo 24 horas despus y antes de la fecha que haba marcado el propio Andoni Ortuzar se hizo pblica la carta a la afiliacin en la que el presidente del PNV reconoca que los afiliados se dividen entre quienes desean su marcha para completar la renovacin y quienes abogan porque se quede en un “mix” que aplicara la renovacin a referentes como Urkullu o la propia Itxaso Atutxa pero no al omnipresente Ortuzar.
Esteban ha recibido en las dos ltimas semanas el respaldo de decenas de militantes cabreados; la mayora en batzokis situados en localidades en las que el PNV ha sufrido un paulatino desgaste electoral. El listado oficioso es amplio: los batzokis guipuzcoanos de Lasarte, Zumaia, Oiartzun y Zarautz, en los vizcanos de Durango, Bakio, Elorrio, Bermeo o Santurtzi, entre los ms relevantes. El respaldo al portavoz en el Congreso en esta primera fase del proceso ha sido menor en lava (Amurrio y Laguardia) y en Navarra.
El sistema de eleccin interno no solo oculta el desarrollo de las votaciones sino tambin la participacin en las mismas de los militantes. “Si se presentan los dos; la segunda vuelta no tendr nada que ver y habr una llamada al orden para que muchos cuadros aseguren la victoria de Ortuzar”, advierte un ex alto cargo del Gobierno vasco. Pero la presunta fortaleza del ‘aparato’ controlado por Ortuzar se medir con la movilizacin de los crticos y con el papel en la sombra que juegue Itxaso Atutxa, la esposa de Esteban y la mujer que ms poder ha tenido en la historia del PNV al liderar durante ms de una dcada el partido en Vizcaya.
Un poder interno refrendado por excelentes resultados electorales mientras el PNV asuma ser superado por EH Bildu en Guipzcoa en todos los comicios celebrados en 2023 y 2024, que la izquierda abertzale le ganara en Vitoria en las locales de 2023 y que los de Otegi se convirtieran en socios preferentes de Chivite en Navarra mientras la marca del PNV se difumina dentro de una coalicin a la baja como Geroa Bai.
“Somos como el Titanic”, asume un ex cargo pblico vizcano que forma parte de los afiliados desencantados por la limitadsima reaccin del actual EBB ante el protagonismo de la izquierda abertzale. Ni l ni ex dirigentes alaveses y guipuzcoanos consideran que fuera una casualidad que el Gobierno de Pradales hiciera pblico el pasado 15 de noviembre un adelanto de una encuesta postelectoral que aseguraba que el PNV se recuperaba tras el varapalo de abril. El Socimetro -un estudio realizado por la Presidencia del Gobierno vasco- conclua que gracias al lehendakari Pradales el PNV podra obtener 28 parlamentarios deshaciendo el empate a 27 con EH Bildu que se produjo en las urnas en abril.
El sorpasso electoral de EH Bildu es la espada de Damocles que amenaza a la futura direccin presidida por Ortuzar o, quiz, por Esteban. Si ratifica en las urnas de los batzokis su condicin de favorito, Ortuzar adems tendr que revisar decisiones personales que ensombrecen su trayectoria poltica. “A Andoni le ha pasado factura lo de Mireia”, confesaba el pasado domingo 26 de enero un veterano militante del PNV en la plazoleta de acceso al Teatro Arriaga de Bilbao.
Andoni es Andoni Ortuzar, el presidente del Euzkadi Buru Batzar (EBB) que conform un tndem (casi) perfecto con Iigo Urkullu durante 11 aos en los que el PNV barra en las elecciones locales y autonmicas. Y Mireia es Mireia Zrate, secretaria general del EBB, que con 29 aos fue la dirigente ms joven de la historia del partido y que, adems, es la presidenta de la Fundacin Sabino Arana. Ortuzar y Zrate son una pareja discreta que no oculta su relacin y que, como en la entrega de los premios Sabino Arana, cumplen con sus roles polticos sin ningn gesto de complicidad personal. Pero esa “factura” pesa en las bases de un partido que an no ha terminado de digerir que EH Bildu estuvo a punto de darle el sorpasso en las elecciones autonmicas de abril y que, ocho meses despus, ha sido convocado para debatir sobre cinco ponencias polticas que incluyen entre sus propuestas la recomendacin de que los batzokis deben estar limpios. Zrate ser una de las bajas en la direccin del PNV y su nombre no aparece en las quinielas de los 8 dirigentes que sern elegidos en el mismo proceso que designe al presidente nacionalista.
Adems, sobre Ortuzar se alarga la sombra del enchufismo despus de que Iberdrola fichara para su equipo de comunicacin a Garazi Ortuzar, la hija influencer que reside en Madrid y que estren una serie de entrevistas con su padre sin realizar ninguna otra. Tampoco beneficia nada a un gestor de recursos humanos como Ortuzar -reconoce que es lo ms complejo de su funcin como presidente- que su amigo y consejero de Seguridad Bingen Zupiria haya colocado de directora de Recursos Humanos de la Ertzaintza a Mirian Anitua, ex pareja del lder nacionalista. Anitua ha saltado en el verano de 2024 desde la televisin pblica vasca -de la que Ortuzar fue director general- donde diriga la produccin de programas a uno de los puestos de direccin de los 7.500 policas vascos que conforman la Ertzaitnza.