Ni MAR, ni las residencias, ni Quirón: los vetos del PP de Ayuso en la Asamblea de Madrid | Noticias de Madrid
Se debate “acaloradamente”. Es marzo, y los representantes de la oposición en la Mesa del Parlamento discuten con los del PP sobre el caso de presunto fraude fiscal que afecta a Alberto González Amador, novio de la presidenta, Isabel Díaz Ayuso. Más Madrid y el PSOE piden que comparezca el jefe de gabinete de la líder, Miguel Ángel Rodríguez, por reaccionar a la polémica distribuyendo un bulo contra periodistas de EL PAÍS; o amenazando a otra informadora de eldiario.es (“Os vamos a triturar”). Pero el PP emplea su mayoría absoluta para vetarlo. Lo mismo ocurre al llamar a directivos de Quirón, principal cliente de la empresa de González Amador; o este lunes, cuando se pide escuchar a expertos de la comisión ciudadana de las residencias. El PP se niega. Con ello, crece una estadística de récord: en menos de un año de legislatura, se han rechazado más de 8.000 iniciativas, entre solicitudes de comparecencia, información o respuesta, además de proposiciones no de ley. Pese a que muchas de esas inadmisiones que refleja el registro de la Asamblea son rutinarias, por defectos de forma sin relación con el tema, el dato apenas tiene precedentes, según la oposición.
Todo empieza con la aplastante mayoría absoluta que logra Isabel Díaz Ayuso en mayo de 2023. Tras perder sus primeras elecciones (2019) y ganar holgadamente las segundas (2021), la líder conservadora disfruta por primera vez de un control total de los resortes del poder. Ya no depende de otros partidos para controlar el Parlamento, donde Cs y Vox le han hecho vivir alguno de sus peores momentos. Y el cambio de circunstancias se nota rápidamente.
“En diez meses de mayoría absoluta de Ayuso, hay casi 1.000 iniciativas más rechazadas que en los dos años anteriores”, asegura una fuente del PSOE sobre la comparación entre la legislatura actual y la anterior (2021-2023). “Es un número demencial”, subraya, pues según sus cálculos ya se superan las iniciativas inadmitidas durante la X legislatura (más de 3.000) y se acerca a ritmo de crucero la marca alcanzada en la XI, que duró dos años, y sumó más de 7.400… con dos partidos más que ahora en el Parlamento. “El PP de Madrid no defiende posiciones políticas, solo defiende a la figura de Ayuso”, argumenta este interlocutor. Y remata: “Sorprende que con una mayoría absoluta se tenga tanto miedo a tener debates que apenas duran una hora. Además de poco democrático, es una señal inequívoca de debilidad política”.
Todo tiene una explicación, según un portavoz de la Asamblea que ni confirma ni desmiente la cifra que maneja el PSOE para esta legislatura (7.156 iniciativas rechazadas hasta abril), aunque el dato no se corresponda con el de la web oficial (8.258 iniciativas no admitidas hasta lo que va de mayo), que a su vez presenta inconsistencias.
“El número de iniciativas presentadas es mucho mayor que otras legislaturas”, explica este interlocutor. “Si tenemos en cuenta la última legislatura de cuatro años (2015-2019), se presentaron más de 42.000 iniciativas”, argumenta. “Según las previsiones, acordes a las iniciativas presentadas hasta la fecha, en el primer curso político de esta legislatura se habrán presentado cerca de 30.000 en un solo año, lo que supondría 120.000 en toda la legislatura, una cifra muy superior”, sigue. “Las causas por las que no se califican iniciativas son muy diversas, como, por ejemplo, dirigirlas a una comisión que no corresponde, presentar cuestiones que no competen a un gobierno autonómico o la incomprensión de algunos textos”, continúa, señalando que en la última Mesa hubo decenas de solicitudes rechazadas por repetidas. Y remata: “Que una iniciativa no se califique en primera instancia no significa que una vez subsanado el error no sea admitida o que el Diputado formule una reconsideración y esta se acepte”.
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No obstante, la queja por las inadmisiones es transversal en la oposición: como el PSOE, también Vox o Más Madrid han protestado por el rechazo de algunas de sus iniciativas.
“A Ayuso la mayoría absoluta se le está yendo de las manos: ha convertido la censura parlamentaria en marca de la casa”, lamenta Manuela Bergerot, de Más Madrid, que en 2022 llevó al Tribunal Constitucional la negativa de la Asamblea a tramitar iniciativas que fiscalizan asuntos de legislaturas pasadas, con el argumento de que la responsabilidad corresponde a un gobierno que ya no existe. “Es algo inédito en la Asamblea de Madrid, ni siquiera en tiempos de Aguirre se amordazaba tanto a la oposición”, afirma. “Hacen todo lo posible para que no pongamos blanco sobre negro su gestión y arrojemos luz sobre sus chapuzas e irregularidades”, continúa. “La respuesta es siempre la misma: censura”, lamenta.
Para justificar sus vetos, el PP ha empleado distintos argumentos. En la polémica que afecta a González Amador, esto dijo Carlos Díaz-Pache, su portavoz parlamentario: “No vamos a participar en el intento de convertir la Asamblea en una Cámara que haga juicios políticos a personas particulares en su relación con la Agencia Tributaria que no tienen nada que ver con la Comunidad de Madrid”. En cuanto a MAR, los conservadores defienden que no tiene que comparecer porque no es un alto cargo, pese a que aparece reflejado como tal en el organigrama del gobierno, y cumple con las obligaciones propias de ese rango en cuanto a dar publicidad de su agenda y gastos. Para todo lo relacionado con la covid, se aduce que la pandemia ya acabó, y que no tiene sentido fiscalizar hoy lo que decidió un gobierno anterior, por mucho que ambos estén presididos por Ayuso. Finalmente, el grupo parlamentario popular reconoce sin matices su negativa a permitir que comparezcan miembros de la comisión de la verdad sobre las residencias, incluso cuando no están convocados por ese motivo, como ocurrió el lunes.
¿La razón? Que lo considera “un fraude”, porque da por hecho que acabarán hablando de eso. “El reglamento de la Asamblea es claro”, sostienen desde el PP. “Las comparecencias se sustancian si hay acuerdo de la comisión, y no es el caso, y las entidades externas comparecen a efectos exclusivos de informe y asesoramiento (artículo 211)”.
Lo que es seguro es que la mayoría absoluta obtenida por el PP en 2023 se ha convertido en el mejor escudo para el gobierno de Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid. Para ello, nada se ha dejado al azar.
Así, la presidenta ha colocado al frente del Parlamento a Enrique Ossorio, que fuera su número dos en el Ejecutivo, y que redactó sus programas electorales. La vicepresidenta primera es Ana Millán, vicesecretaria en el PP de Madrid, que también preside Díaz Ayuso, y su amiga antes de que ambas llegaran a la primera línea política. El secretario primero, Francisco Galeote, también es de su confianza, y la secretaria tercera, Susana Pérez Quislant, fue premiada con este puesto, y el escaño, tras no repetir como candidata conservadora en el municipio de Pozuelo de Alarcón. De esta manera, muchas polémicas llegan hasta las puertas del Parlamento, pero no las traspasan.
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