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Mara Jess Montero y el efecto Kamala Harris: su identificacin con el sanchismo dificulta el diseo de una estrategia propia para recuperar al electorado andaluz


Muchos analistas explicaron el fracaso de Kamala Harris por su incapacidad para desvincularse de la gestin de Joe Biden y construir un discurso propio que permitiera a los electores tener razones para pensar que su actuacin como presidenta de los EEUU no iba a ser una mera continuidad de lo vivido con su antecesor. Desde el Partido Demcrata hubo quien advirti precisamente contra ese riesgo de mantenerse “demasiado leal” a su mentor. Segn public Courtney Subramanian en BBC News, el exdirector de comunicaciones de la vicepresidenta, Jamal Simmons, consider, en cambio, que distanciarse de Biden de forma explcita supona caer en una “trampa”, pues slo servira para dar ms argumentos a los republicanos, que sealaran su “deslealtad” y su falta de coherencia. “Realmente no te puedes escapar del presidente que te ha escogido”, afirm.

Mara Jess Montero no parece tampoco dispuesta a abrazar la estrategia del distanciamiento, pese a que es vicepresidenta primera de un Gobierno cuya imagen en Andaluca est bajo mnimos si se atiende a lo expresado por los encuestados en el ltimo barmetro de la Fundacin CENTRA (publicado en diciembre). En ese estudio, se apunta que hasta un 71,1% de los andaluces considera mala (18,8%) o muy mala (52,3%) la gestin de Pedro Snchez. Adems, un 80% de los encuestados ven “la situacin de Espaa” “negativa” para “el futuro de Andaluca”.

Cabe concluir, por tanto, que formar parte del Gobierno de Espaa es hoy el principal problema de Mara Jess Montero para recuperar la confianza de los andaluces en el PSOE. Pero ni su discurso ni las intenciones manifestadas parecen apuntar a una desvinculacin estratgica como la que le pedan algunos demcratas a Kamala Harris. Montero no es, por lo dems, un miembro ms del Consejo de Ministros. Como vicepresidenta primera y ministra de Hacienda ha negociado y defendido una financiacin singular para Catalua que supone apuntar hacia una Espaa asimtrica en la que las comunidades del rgimen comn, entre las que est Andaluca, tendran que conformarse con repartirse los restos. Montero se defiende afirmando que Andaluca puede aspirar al mismo nivel de “autogobierno” que Catalua y, si no lo hace, es porque no tiene al frente de la Junta a un presidente suficientemente ambicioso y autonomista. Pero Andaluca est muy lejos de tener el PIB o la renta per cpita de los catalanes. Por eso necesita un modelo de reparto que nivele los derechos y garantice la financiacin de los servicios pblicos con mecanismos de solidaridad interterritorial como los que define la Constitucin. Los cupos cataln o vasco son una frmula muy ventajosa para comunidades ricas pero en Andaluca sera un suicidio. Y eso, los andaluces, si no lo saben, lo intuyen.

Si Mara Jess Montero no puede o no quiere desvincularse del Gobierno de Snchez, difcilmente podr articular un discurso propio para Andaluca en un momento en que las presiones nacionalistas vuelven a tensar el debate territorial en favor de un modelo federal asimtrico. Para colmo, le ha tocado defender que los perceptores del nuevo Salario Mnimo Interprofesional (SMI) tendrn que tributar por el IRPF. Montero se ha inmolado una vez ms en calidad de vicepresidenta, desperdiciando una de las mejores bazas de la gestin de Pedro Snchez, que es la que tiene que ver con la proteccin social. Se ha colocado en el centro de las crticas de toda la izquierda, incluidos los sindicatos. Defender la tributacin universal (y progresiva) es quiz lo ms coherente que ha hecho como ministra de Hacienda, pero tambin lo ms difcil de explicar a sus electores en la comunidad con ms perceptores del SMI (ms de 400.000). Y no es descartable, siquiera, que Pedro Snchez acabe obligndola a rectificar de alguna u otra forma, lo que supondra un doble castigo para su imagen poltica.

En frente, tiene un PP andaluz que sigue encaramado a lo ms alto de las encuestas, por ms que empiece a afrontar algunas situaciones antipticas, como la investigacin por los contratos de emergencia realizados por el SAS tras la pandemia, la sospecha de amiguismo en la financiacin de un proyecto del emprendedorJos Manuel Soto o la crisis abierta en el PP de Sevilla por el pago de gastos electorales y dietas de sus dirigentes con los fondos pblicos de la Diputacin. De momento, ninguno de estos casos es comparable, ni de lejos, a la corrupcin registrada en las ltimas dcadas del socialismo en la Junta, aunque la oposicin insista en lo contrario. Pero empiezan a convertirse en una cantinela muy molesta para los odos de Juanma Moreno, que se asla del ruido en las instituciones europeas.

Si Mara Jess Montero consigue con estos mimbres minar la mayora absoluta de Juanma Moreno sera ya todo un xito. Hoy por hoy, muy pocos piensan que pueda recuperar la Junta en las autonmicas de 2026 pero s, al menos, forzar al PP a pactar con Vox, lo que rompera definitivamente el aura “moderada” de Juanma Moreno. Pero su objetivo a corto no es siquiera se, sino taponar la fuga de votos en Andaluca para apuntalar al PSOE en unas hipotticas elecciones generales adelantadas. De momento, ha puesto firmes a los cuadros del partido, que exhiben, por primera vez desde hace mucho tiempo, unidad en torno a su liderazgo.

Tambin Kamala Harris consigui imprimir entusiasmo en un Partido Demcrata que haba asistido incrdulo al hundimiento en las encuestas de Biden. Pero lo que result un revulsivo en clave interna no termin de funcionar con un electorado que identific plenamente a Harris con una administracin, la de Biden, que no haba dado solucin a sus problemas. Harris no pudo superar el sentimiento anti Biden que permeaba a buena parte del electorado”, concluye la periodista de BBC News.





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