Madrid homenajeará a Vargas Llosa durante todo el año, incluso con títulos que ya tenía | Noticias de Madrid
Tanto la Comunidad como el Ayuntamiento de Madrid rendirán homenaje a la figura del último exponente en fallecer del boom latinoamericano de la literatura. Mario Vargas Llosa (1936-2025), que ha estado muy vinculado a la capital española durante varias etapas de su vida, recibirá este año la Medalla Internacional de las Artes a título póstumo. Lo ha anunciado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, que define al escritor que mostró abiertamente su posición política conservadora como “un hombre generoso y libre”. También el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha señalado que el ganador de un Premio Nobel de Literatura ha dedicado toda su vida a “la defensa de la libertad”. Ya en 2004 recibió ese mismo reconocimiento de la mano de la expresidente Esperanza Aguirre (PP) y será la primera figura al que se le conceda dos veces. También ha sido condecorado con el título de Hijo Adoptivo de Madrid (2010), la Medalla de Oro de la Comunidad (2015) y el premio Madrileño del Año (2023). Pero los honores no terminarán ahí. El Gobierno regional también ha adelantado que se harán también algunas acciones dedicadas a él por el día de la Hispanidad, aunque todavía no están definidas.
El Ayuntamiento se ha sumado a reconocer su trabajo y ha habilitado durante dos días un libro de condolencias en la biblioteca municipal que tiene su nombre para que todo el que quiera pueda expresar su pésame. “Mario Vargas Llosa estaba íntimamente ligado a la ciudad de Madrid. Queremos hacerle un homenaje y reconocimiento”, ha expresado este lunes Almeida. Aunque todavía no se ha concretado nada y se están “viendo posibilidades”, el alcalde de Madrid ha adelantado.
La decisión no ha sentado bien entre los diputados de Más Madrid, que consideran que este tipo de reconocimientos solo se están concediendo a figuras que han expresado públicamente su afinidad por la derecha política y el Gobierno de Ayuso. Para apuntalar su teoría, han puesto como ejemplo la decisión de la semana pasada de homenajear a Mario Vaquerizo poniendo su nombre a un centro cultural. El alcalde de Madrid justificó entonces la decisión porque, según él, el cantante, actor y personaje de reality show fue “un referente de la movida madrileña”, pese a que solo tenía 10 años cuando ese movimiento contracultural se estaba desarrollando. Sin embargo, la propuesta de honrar la memoria de Marisa Paredes con un centro cultural, una actriz que expresó en varias ocasiones sus ideas progresistas, fue rechazada en el pleno de Cibeles con los votos en contra de PP y Vox.
“Ayuso anuncia que va a dar a título póstumo exactamente la misma medalla que Esperanza Aguirre concedió en vida a Vargas Llosa. Las ansias por condecorar a sus afines llevan a Ayuso al ridículo”, señala la portavoz de Cultura de Más Madrid, Marisa Escalante. “La decisión no hace justicia a nuestras instituciones, ni a la memoria del escritor que no gana nada recibiendo una distinción que ya tenía”, añade.
Desde el PSOE de Madrid consideran que el hecho de que la Comunidad de Madrid haya decidido conceder esa medalla por segunda vez a Vargas Llosa, que durante los últimos años de su vida mostró abiertamente su posición política de derechas, es “una cortina de humo” del Gobierno regional para “crear polémicas estériles y desviar la atención de los temas realmente importantes, como la explicación de cómo se ha pagado el ático de lujo en el que vive”, señala una portavoz del partido. “Por supuesto, respetamos y reconocemos la figura de un grandísimo escritor como Mario Vargas Llosa”, añade.
De hecho, el Gobierno central ha anunciado que concederá también otro reconocimiento al escritor peruano, el de la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio. “Pero más allá de eso, no vamos a entrar en la polémica que está tratando de generar Ayuso con esto para armar ruido y que no se hable de sus chanchullos”, remata la misma portavoz de PSOE de Madrid.
Vargas Llosa llegó a la capital de España en 1958 para estudiar un doctorado en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense. Durante ese periodo comenzó a escribir La ciudad y los perros (1963), su primera novela, y desde entonces pasó largas temporadas en la ciudad.