Los ‘whatsapp’ de Snchez a balos que reflejan su guerra contra los barones: “Hay que marcarles, son unos hipcritas”
El verdadero manual de resistencia de Pedro Snchez era su chat de WhatsApp con Jos Luis balos. Ah se cocinaba toda la estrategia del PSOE en los primeros aos del Gobierno, con el objetivo fundamental y urgente de apagar las voces disidentes. Que nadie se saliera del discurso oficial. Que nadie le llevara la contraria al lder en los temas clave. Que nadie hiciera descarrilar su plan de supervivencia poltica. Que los barones dejaran de tocar los cojones al jefe. Literalmente.
EL MUNDO desvela en exclusiva mensajes que se intercambiaron en 2020 y 2021 el presidente del Gobierno y el que entonces era su mano derecha como ministro de Transportes y todopoderoso secretario de Organizacin del PSOE. Dentro de las pesquisas del caso Koldo, han aparecido dos memorias en casa de Koldo Garca en las que se encuentra esta informacin.
El anlisis de los whatsapps en poder de este diario configura una suerte de viaje a la mente del presidente. Todo est perfectamente definido y crudamente verbalizado en estas conversaciones. Sus pensamientos, su manera de entender y ejercer el poder, sus recelos sobre Podemos, sus opiniones de colaboradores que an hoy siguen a su lado y su impotencia frente al ala crtica del PSOE. Tambin sus enfados (secos, amenazantes, de cara), que hacan temblar el misterio.
Antes que ninguna otra cosa, de toda esta informacin se extrae la conclusin de que Snchez no soportaba que las discrepancias de los barones socialistas salieran a flote. Es de lo que habla en muchos mensajes con su lugarteniente. Es lo que traslada con ms asertividad. Es algo que de verdad se ve que lo impacienta. Y es el hilo conductor de los whatsapps con balos en poder de este diario, en los que sale a la luz una relacin estrechsima, de una cercana total entre el lder socialista y el hoy investigado en el Tribunal Supremo.
En la trastienda de las conversaciones secretas no hay filtros ni eufemismos. Las crticas de Snchez a dirigentes de su partido son de una aspereza que retrata sus verdaderas opiniones, sin luz ni taqugrafos. Por ejemplo: Son unos hipcritas. Llamad al petardo de Lambn. Lamentable Vara. Felipe es pura amargura. Que Page deje de tocar los cojones. Deben ser conscientes de que son una minora.
Preguntadas por este diario previamente a la publicacin de los mensajes, fuentes de La Moncloa aseguran: No vamos a comentar conversaciones privadas.
Pedro Snchez emprende en 2020 y 2021 una cruzada tcita desde Ferraz y La Moncloa contra estos dirigentes autonmicos del PSOE. Quiere aplacar a todos los que mostraban perfil propio y le afeaban su poltica de pactos, los indultos a los lderes del procs o la normalizacin de Bildu como socio. Para el presidente del Gobierno, todas esas declaraciones de sus barones y de la vieja guardia suponen un acoso hacia l que resulta imposible de mantener. Igual que cualquier filtracin que sale de Ferraz la siente como un ataque directo. Y as lo transmite.
Por eso le encarga a Jos Luis balos segar la crtica interna en las principales federaciones del PSOE, apuntalar la unidad de mensaje en el Comit Ejecutivo Federal y monitorizar el proceso de relevo orgnico tanto en Andaluca como en Madrid. Para ir todos en lnea. Fundamentalmente, le pide centrarse en cuatro presidentes autonmicos de entonces: Javier Lambn (Aragn), Emiliano Garca-Page (Castilla-La Mancha, el nico que sigue en la primera lnea y gobernando), Guillermo Fernndez Vara (Extremadura) y Ximo Puig (Comunidad Valenciana). Pero tambin en cortar de raz cualquier posibilidad de influencia de Susana Daz en Andaluca. Todo ello mientras soslaya a Felipe Gonzlez, al que consideraba un resentido.
Hay que seguir marcndoles, mandata Snchez a balos en un mensaje del 15 de noviembre de 2020. Deben ser conscientes de que son una minora y de que son unos hipcritas: hacen lo que quieren y exigen lo que les viene en gana, aunque sea una enmienda a la totalidad de su da a da poltico, contina su mensaje. Ellos s que no toleran la divergencia interna, llevando el acoso hasta extremos imposibles para nosotros, dice.
Los dos ms duros de pelar son Page y Lambn. As queda de manifiesto en la conversacin del 27 agosto de ese mismo ao. Snchez haba apostado por el estado de alarma y el confinamiento a la carta de las autonomas. Pero el barn castellano-manchego se queja de que de poco servira confinar a los ciudadanos de una comunidad si otra vecina tiene las puertas abiertas de par en par. Lambn se revuelve tambin: cree que el estado de alarma y el confinamiento es una solucin fcil que asfixia la economa. Yo no quiero eso.
La reaccin de Snchez es de pura incomodidad: No te olvides hablar con nuestros presidentes para ir todos en lnea, le dice al secretario de Organizacin. S. An me falta alguno. Las declaraciones de Ximo hoy, bien, tercia balos. S. Pero las de Page y Lambn no, grue el presidente.
Esta operacin de marcaje continuo y aquietamiento se intensifica de manera clarsima durante los ocho meses que van de agosto de 2020 a marzo de 2021. Entonces, Pedro Snchez insiste sin descanso en afear cualquier declaracin crtica dentro de su partido. En mandarla al ostracismo. Su mxima prioridad orgnica es controlar lo que se dice en el PSOE. Pero si hay una semana clave de su crisis con los barones, sa es la del 9 al 15 de noviembre.
En esa semana, el Gobierno cierra un pacto con Bildu para apoyar los Presupuestos Generales del Estado de 2021, poco despus de haber iniciado los trmites de los indultos a los lderes independentistas catalanes. Son dos temas por los que los barones no pasan y a Snchez eso le pone de los nervios.
El 11 de noviembre, da en que se consuma en el Congreso el pacto con la izquierda abertzale, Snchez le enva a las 16.47 horas un whatsapp a balos con el enlace de un tuit que acaba de poner Fernndez Vara, en el que el entonces presidente extremeo dice: Ver a Otegi siendo clave para decidir los Presupuestos del Estado que combati desde un grupo terrorista me produce una sensacin muy dolorosa. Por un lado, de fracaso como pas, por no ser capaces de que sean irrelevantes. En lo personal ir a la farmacia a buscar un antiemtico. Un antiemtico es un medicamento para contener el vmito.
– Llmalo y dile que es impresentable– ordena Snchez.
– Desde luego– contesta balos.
Dos horas y media despus, el presidente se impacienta. Hablaste con el petardo de Vara?. S, excusas peregrinas, contesta balos. Eso entristece al presidente: Lamentable. Falta de solidaridad. Luego bien que pedir recursos de esos Presupuestos.
Tres das despus de ese choque, Vara, curtido en no pocas batallas polticas, es perfectamente consciente del alcance del enfado del presidente. Es sbado, un da sin apenas agenda de Gobierno, y le escribe a balos para poner su cabeza a disposicin de la cpula del partido: Querido Jos Luis. Si consideris que mi posicin del otro da debe tener consecuencias, me lo decs y est hecho. Yo me qued despus de perder las primarias para ayudarnos a ganar las elecciones. Todos mis cargos orgnicos estn a vuestra disposicin. Y con ms ganas de seguir peleando por nuestro proyecto que nunca. Discrecin total, pero crea que os lo deba. Un abrazo.
A Snchez ese gesto no le conmueve. No se lo cree. Ombligo. Ya le respond, contesta displicente, adjuntando el emoticono del hombre que se echa una mano a la cara, como en una palmada facial de frustracin y vergenza. balos le transmite lo que le ha contestado l al barn extremeo: T sabes que las responsabilidades que tienes se las debes a los que te eligieron para ello. Slo se pide comprensin y solidaridad. Las consecuencias, como sabes, las asumimos todos en conjunto. Gracias por la atencin. Abrazo. Es entonces cuando Snchez califica de hito el acuerdo con Bildu para desbloquear los Presupuestos: Bien. Yo le dej una reflexin: no entiendo por qu vivimos como derrotas lo que son autnticas victorias. Complejos de pobres, zanja balos.
Lo cierto es que Vara se alinea desde entonces con Snchez, para disgusto de Lambn y Page. No es el nico. Snchez se ufana tambin de haber metido en la vereda sanchista a Ximo Puig. En otra conversacin, Lambn le dice a balos: Oye, Ximo es ya ms sanchista que t, con varios emoticonos de risa. ste se lo reenva al presidente, al que le encanta el comentario: Jajaja. Lo haban conseguido: en el partido ya consideran al barn valenciano uno de los suyos.
Hay das en que las declaraciones de Lambn y Page o el futuro del PSOE andaluz es casi de lo nico que se habla en este chat. El 8 de noviembre, Snchez le escribe a balos: Acabo de terminar de leer la entrevista vomitiva que La Razn le hace a Page… Creo que convendra que tanto t como Santos le pegarais un toque y que dejara de tocar los cojones. Ok, responde el ahora diputado del Grupo Mixto. En esa entrevista, Page califica de humillacin el indulto a los presos independentistas, cuyos trmites acaba de iniciar el Gobierno.
Page va a lo suyo, con su discurso propio, sin dejarse alinear por Snchez. Igual que ahora. E igual que Lambn en 2020. El entonces presidente aragons es muy directo en sus mensajes de incomodidad. El 15 de noviembre, despus de las llamadas del secretario de Organizacin a todos los barones crticos, le escribe este mensaje que balos reenva a Snchez: Trato de expresar mis opiniones de una manera respetuosa, sin faltar jams a la lealtad del presidente del Gobierno y sin dejar de apoyarlo en ningn momento. En el PSOE de Felipe, Zapatero o Rubalcaba un ejercicio de opinin libre pero responsable como el mo, aun con algunas discrepancias, era admitido sin ningn problema. Ahora no. Ahora desde Ferraz o desde las brigadas de Twitter lo machacis a uno y lo ponis en evidencia como traidor, facha, desleal y desagradecido (todo eso he visto en las redes y en los medios). El PSOE no era as, Jos Luis, ni puede serlo nunca una organizacin medianamente democrtica.
Cul fue la respuesta de Snchez? Ms madera. Ah es cuando espeta que hay que seguir marcndoles y que son unos hipcritas. balos le cuenta cmo lo ha toreado, diciendo que no lo ve igual y que l las divergencias las encaja sin enfadarse. Snchez aplaude: Muy bien. Ellos s que no toleran la divergencia interna. Para el presidente del Gobierno, es imposible soportar esos niveles de presin de Lambn a travs de los medios. Le est diciendo a balos que no pare de azuzarlos a l y a Page.
El marcaje es total. Por ejemplo, el 25 de septiembre de 2020, Lambn se pronuncia sobre el veto del Gobierno a que Felipe VI acudiera a la entrega de despachos a los nuevos jueces en Barcelona. Resalta su apoyo total a la Constitucin del 78 y, en consecuencia, a su expresin mxima, el Rey Don Felipe VI y pide no desestabilizar irresponsablemente la Constitucin. Consecuencia inmediata, Snchez le escribe a balos: Llamad al petardo este.
Ms de cuatro aos despus de este ir y venir entre Snchez y balos, el PSOE es un partido diferente, ms parecido a lo que quera el presidente del Gobierno. Vara est en el Senado. En Aragn y en la Comunidad Valenciana los lderes socialistas son ahora ministros del Gobierno enviados desde Madrid. Lo mismo ocurre en Andaluca, la gran federacin socialista. Page es el nico barn que resiste y gobierna su comunidad. Con mayora absoluta y manteniendo su independencia, pese a unas presiones que los mensajes revelados hoy por este diario confirman que no han sido precisamente menores. Ni escasas.