La vieja guardia de ERC se moviliza para evitar que Junqueras retome el poder
Junqueras no hizo el 1-O. Los lderes polticos fueron Carles Puigdemont y Marta Rovira. Xavier Vendrell, histrico dirigente republicano, ex consejero de la Generalitat y miembro del Estado Mayor del procs -el sanedrn orquestado en 2017 para culminar el desafo-, destap la caja de los truenos la semana pasada cuando acus al ex presidente de ERC de no haber estado en realidad detrs del referndum ilegal e incluso desvel que se escondi en el Monasterio de Montserrat tras la Declaracin Unilateral de Independencia (DUI) y la aplicacin del 155. Un ataque directo a la lnea de flotacin de Junqueras, quien siempre se ha jactado de haber organizado la consulta independentista y se ha comparado con el lder moral de Junts por su papel en 2017, en la eterna pugna entre neoconvergentes y republicanos.
Al rdago de Vendrell le sigui una imagen explcita de la candidatura de Xavier Gods, el dirigente aupado por la propia Rovira y su entorno, con algunos de los pesos pesados del partido: Joan Puigcercs, Carme Forcadell, Marina Llansana y Joan Manuel Tresserras -estos dos ltimos, afines a Josep Llus Carod-Rovira, pese a que l no se ha postulado en pblico- o el ex secretario general Joan Ridao. De hecho, la conocida como lista de los roviristas ha logrado lo que pareca un imposible dentro de ERC: que partidarios de Carod y de Puigcercs, antiguos enemigos ntimos, hayan cerrado filas a favor de Gods. Dos movimientos en cadena que evidencian que la vieja guardia republicana se ha unido para evitar que Junqueras retome el mando de la formacin con un equipo hecho su medida.
La fotografa la complet ayer por la tarde la misma Rovira, con un acto organizado en la sede de ERC para hacer balance de sus 13 aos como secretaria general, despedirse en plena guerra interna y hacer pblica su ruptura con Junqueras. Con numerosas alusiones directas al dirigente en el transcurso de su discurso, la an secretaria general carg con dureza contra l, neg todas las acusaciones y filtradas por parte de su entorno -desde la polmica campaa de los carteles del alzhimer de Maragall hasta la existencia de una estructura B controlada por ella- y pidi que abandone su empeo de volver a presidir ERC.
De verdad hay alguien que todava cree que los que tenamos responsabilidad en 2017 lo podemos arreglar? Por eso yo tambin me voy: porque llevamos siete aos sin saber cmo acabar el referndum, se pregunt tras un cmulo de crticas a nivel poltico contra Junqueras (y Carles Puigdemont) por su papel durante el 1-O. El entonces presidente de ERC ahora nos acusa de tapar el 1-O durante las elecciones de 2017, cuando algunos se olvidaron esa misma noche. El 2-O a la deriva se ha alargado tantos aos que hoy no tenemos mayora independentista, clam la dirigente republicana.
En su adis, apoyaron a Rovira el ex presidente de la Generalitat, Pere Aragons, la ex vicepresidenta Laura Vilagr o Sergi Sabri, dirigente que dimiti por la mencionada polmica de los carteles del alzhimer y los hermanos Maragall. Esta desconfianza, demasiadas veces muy emocional, creo que se ha ido alimentando de forma muy interesada para sacar ventaja en la carrera interna para ganar el Congreso. Hay quien cree que, cuanto peor, mejor para l. Y yo creo que cuando peor, pero, sobre todo para el proyecto poltico, lanz Rovira sobre Junqueras. Los ltimos meses han sido lo peor de estos 13 aos, aadi acto seguido.
Rovira habl de juego sucio en varios momentos, prometi ser implacable ante las acusaciones que catalog de mentiras, y pidi directamente a Junqueras poder llegar a trabajar juntos para cerrar su etapa u evitar una ruptura mayor en clave interna, una fractura que deje a la formacin al borde del abismo. Todo ciclo tiene un final, Oriol. Este proyecto lo comenzamos juntos y todava estamos tiempo de terminarlo juntos. Me gustara que lo terminramos juntos en vez de separados y divididos, zanj.
En este sentido, la candidatura que apoya Rovira y que est liderada por Gods ha logrado incorporar a varios dirigentes importantes de la rbita republicana. El de ms peso poltico es Josep Maria Jov, presidente de ERC en el Parlament, uno de los negociadores con el Gobierno de Pedro Snchez y, en clave interna, la mano derecha de Junqueras en 2017. Es ms, Jov fue su estrecho colaborador en el Departamento de Economa de la Generalitat y se le considera uno de los cerebros del 1-O, dueo y autor de la Moleskine con la hoja de ruta independentista de 2017.
Por tanto, su fichaje se convierte en otro zarpazo a la lista del ex presidente de ERC, que ha catapultado como nmero dos a la lder del partido en Barcelona y ex de los comunes, Elisenda Alamany, como principal fichaje. Tambin a siete alcaldes y ex alcaldes para arrastrar a la militancia en el plano municipal.
Movimientos tcticos en un partido fracturado ante un congreso de alto voltaje, previsto para el 30 de noviembre y con un reglamento que obliga a Junqueras a lograr ms del 50% del apoyo de las bases -algo ms de 8.000 militantes- para imponerse ese mismo sbado y ser escogido de nuevo presidente de ERC. O, dicho de otro modo, las tres candidaturas contrarias a Junqueras -la de Gods, una segunda que apoya el ex diputado en el Congreso, Alfred Bosch junto a Helena Sol, y la que representa a la militancia crtica del partido, con Xavier Martnez del Collectiu Primer d’Octubre al frente- necesitan que no consiga ms de la mitad de los votos para tener opciones.
Si no rebasa este umbral, Junqueras tendr que ir a una segunda vuelta 15 das despus en la que se batira a la otra lista ms votada. Y aqu sus perspectivas disminuiran ya que se abrira la posibilidad de que las dems candidaturas pactaran y concentraran todo el voto contrario al ex presidente de ERC en una misma lista. En este escenario, Joan Ridao (ex secretario general, que apoya la candidatura respaldada por Rovira y rival de Junqueras) podra emerger con una figura de consenso al tratarse de un dirigente conocedor de los entresijos del partido, del aparato y de la mecnica interna.
Una pugna final para la que Junqueras lleva meses recorriendo el territorio y tratando de convencer a las bases con el fin de que avalen su proyecto. Para ello, ha organizado decenas de actos desde que dejara la presidencia del partido, justo tras las elecciones europeas, y emprendiera por su cuenta una especie de gira para retomar el control del partido tras aos de batacazos en las urnas.