Customize Consent Preferences

We use cookies to help you navigate efficiently and perform certain functions. You will find detailed information about all cookies under each consent category below.

The cookies that are categorized as "Necessary" are stored on your browser as they are essential for enabling the basic functionalities of the site. ... 

Always Active

Necessary cookies are required to enable the basic features of this site, such as providing secure log-in or adjusting your consent preferences. These cookies do not store any personally identifiable data.

No cookies to display.

La venganza fiscal de ‘Ione Gamarra’


Actualizado

Pero cmo no va a enfermar MJ Montero si lo incomprensible (ms all de su sintaxis) es que haya logrado reponerse. Lleg al hemiciclo, se sent entre la displicencia del nmero uno y el rencor de la vicepresidenta segunda y se puso a encajar palos de socios y de adversarios como si zurrarla desgravase. Hasta que pas lo que tena que pasar: que doa Marichs confundi a Ione con Cuca. De los labios dalinianos de la vicepresidenta primera ha nacido “Ione Gamarra”, animal mitolgico que ilustra la pinza tributaria entre PP y Podemos.

Es verdad que el ministro de Hacienda nunca es el ms popular de ningn gabinete, menos an si bate la marca transilvana de Montoro, legendario succionador de cartidas salariales. La sed fiscal de la vampiresa hispalense no es discutible, ha subido impuestos que ni siquiera ella saba que existan, pero a la vez se desgaita negando su voracidad confiscatoria en la esperanza de que el espaolito no acierte a desentraar el acertijo de retenciones consignado en su factura de la luz o en su nmina mensual. Y cuando el negacionismo extractivo no le funciona, entonces invoca el sostenimiento del Estado de bienestar o incurre en un retrucano que en su cabeza sonaba espectacular: “No se trata de que Hacienda recaude ms, sino de que no recaude menos”. Un escudo social es exactamente lo que necesita MJ para ella sola, no digamos ya si pretende abrir una negociacin presupuestaria. Porque lo que Podemos le reclama contra la banca se lo niega Junts, y lo que le vet el PNV se lo exige Sumar.

Los papeles han cambiado. La vicepresidenta ya no es la escudera del presidente sino al revs. El golpe oblicuo de Feijo a Snchez en realidad iba para Montero, a la que reproch que impusiera aranceles a los mileuristas, que son los nuevos ricos del sanchismo. Pedro respondi con desgana algo sobre Brcenas, cit los elogios de la prensa mundial a la punta de su cohete y en un derroche de inventiva compar al lder de la oposicin con la criptomoneda de Milei. Luego se pir, dejando sobre su escao un humeante mojn de indiferencia hacia la soledad de su nmero dos. Quiz Pedro debera atreverse a cruzar una lnea ms, ensanchar otro centmetro el esfnter de las reglas democrticas para adaptarlas a sus deseos y fumarse sine die estas sesiones de control que tanto le desagradan. A un hombre que tiene que salvar el mundo del fascismo le vienen con preguntitas parlamentarias. Se le nota mucho que ya no aguanta a nadie, empezando por los suyos. La mirada que dirigi a Francina Armengol en mitad de un abucheo -por supuesto Armengol recibi la orden y par el partido- no se la deseamos ni a Munuera.

Dal querra salvar el aire de Las meninas y nosotros el silencio que se hace en la cmara cuando pregunta Miriam Nogueras. Es una escena como de Peckinpah, un enmudecimiento sbito, espeso y descarnado que detiene con violencia la representacin y rescata la cruda verdad del diputado: sin esos votos su vida se acab. Doa Miriam aprovech para evacuar su habitual discurso xenfobo, que ahora llega envuelto en insumisin fiscal y prejuicios pujolistas contra andaluces subsidiados. Otro portavoz de Junts retom la misma senda reaccionaria en su pregunta a Montero. Lo que significa que hay una estrategia. Lo que significa que hay una encuesta. Lo que significa que la gente est muy harta de pagar impuestos para lo poco que le luce el fin de mes. Junts, Sumar, Podemos y el PP estn venteando un hartazgo transversal que amenaza con despeinar definitivamente a la ministra de Hacienda.

M

Mriam Nogueras en su intervencin durante la sesin de controlZipiEFE

Anotamos una pregunta absurda de una portavoz pepera a Albares. Mira que es fcil enfrentar al pequeo Napoleonchu con su ridcula vanidad y sus purgas paranoides, pero la roma retrica robotizada de la opositora le permiti salir airoso. Tan ufano que casi se tropieza de puro entusiasmo en el mutis por el foro. Bendodo logr desquiciar a su paisana hasta el punto de acogerse a la clusula mgica del victimismo por amenaza machista. Pero fue Juan Bravo el nico que atin a esbozar algo parecido a una alternativa fiscal: la de un pas donde la gente aspire a cobrar 50.000 euros al ao y no a pastar en el presupuesto pblico o a engrosar las filas fijas discontinuas del salario mnimo.

“Esto a Pablo Iglesias no se lo haran, seora Daz. Le merece la pena?”, hurg Tellado en el sororicidio vicepresidencial. Pero doa Yolanda frunca sus rubias cejas cada vez que su vecina afirmaba no haber subido los impuestos nunca a las clases medias y trabajadoras. Este mircoles tocaba esconder el piolet y rescatar la margarita: “Merece la pena mejorar la vida de la gente”. Comenzando por la gente que presume de mejorar la vida de la gente, se entiende.

Bildu presumi de declarar zonas tensionadas en Azpeitia y Rentera. Hacen bien: pocos como ellos con tanta autoridad para tensionar territorios, casas, cuarteles, coches o nucas. Rufin ense tres dedos a la bancada de Junts, en amigable tributo a la memoria del “tres per cent”. Y uno se puso fantasear con la violenta irrupcin de don Jos Luis balos Meco, atravesando solemne y despacioso el hemiciclo con un fardahuevos como Jude Law en la cabecera de The new pope, bajo el riff intimidante de Jimmi Hendrix, entre los rostros boquiabiertos de sus advertidos camaradas de censura: “El caso va a escalar. Si voy a la crcel, no ir yo solo”.





Source link