La persecucin a una narcolancha en el Estrecho acaba con un tripulante muerto y dos guardias civiles heridos


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El grave problema que persiste en el Estrecho de Gibraltar por el narcotrfico ha sumado otro captulo con resultado de muerte. La persecucin a una zodiac esta madrugada que transportaba hachs con la intencin de dejar un alijo en la desembocadura del ro Guadalquivir en Sanlcar de Barrameda (Cdiz) ha dejado un tripulante muerto y dos guardias civiles heridos en la entrada del ro Guadalquivir.

El incidente se habra producido despus de que la embarcacin impactara lateralmente con una de la Guardia Civil.

Los otros dos ocupantes huyeron hacia el interior del Coto de Doana, mientras que dos agentes han resultado heridos leves con contusiones. Los ocupantes de la embarcacin ilcita aprovecharon que la Guardia Civil estaba intentando recuperar al herido para volver a la narcolancha, prenderle fuego y huir por el Coto.

Los hechos se produjeron en la madrugada de este jueves tras avistamiento por parte del Sistema de Vigilancia del Estrecho (SIVE) de cinco narcolanchas entrando en ro Guadalquivir. En ese momento, segn fuentes del Instituto Armado, se activ la patrullera Ro Irati del SMP Cdiz que acudi en seguimiento de la narcolancha.

En un momento de la persecucin, ambas embarcaciones chocaron, poniendo rumbo la narcolancha hacia la orilla de Doana, demarcacin Comandancia de Huelva.

La Guardia civil procede a la extracci

La Guardia civil procede a la extraccin de la embarcacin del ro Guadalquivir.GUARDIA CIVIL

Arriada la embarcacin auxiliar de la Ro Irati, los agentes llegaron hasta el lugar de abandono de la narcoembarcacin, hallndose uno de los ocupantes herido, y una cantidad indeterminada de hachs.

Se procedi entonces al traslado urgente del herido hasta la zona de Bajo de Gua, Sanlcar Barrameda, donde esperaban servicios sanitarios activados por el COS. Posteriormente, lo trasladaron hasta la embarcacin para arribar en la orilla de Sanlcar, donde finalmente falleci a pesar de las constantes maniobras de recuperacin realizadas para intentar salvarle la vida.

Como resultado de la colisin resultaron heridos leves por contusiones dos componentes de la tripulacin oficial (un guardia civil y un cabo).

La patrullera del cuerpo Ro Irati presenta problemas en uno de los motores y una va de agua, que ha conllevado que el patrn haya decidido embarrancar la embarcacin en la playa de Bajo de Gua.

Falta de medios

La presencia de embarcaciones pertenecientes alas grandes familias de la droga en aguas del Estrecho son una constante y la peticin de efectivos al Ministerio del Interior para reforzar la presin y control sobre ellas est sobre la mesa de Fernando Grande-Marlaska desde hace aos.

Sin embargo, fue el pasado 9 de febrero de 2024 cuando en la opinin pblica se percibi la profundidad del problema con la muerte, prcticamente en directo, de dos guardias civiles en el puerto de Barbate tras embestirlos una narcolancha.

La peticin de mejoras en el Campo de Gibraltar ampliamente denunciada ante su departamento se ha repetido a lo largo de estos seis aos, pero nunca antes la institucionalizacin del narcotrfico en la zona -est fuertemente azotada por el abandono escolar y el paro- haba inflamado tanto a la Guardia Civil y a la Polica Nacional como tras el crimen de los agentes.

Fue en ese momento, en el que se le pidieron cuentas al ministro. Grande-Marlaska haba desmantelado haca 16 meses (ahora ya son dos aos) la unidad de lite para frenar a los clanes del Estrecho, creada en 2018 y que tan buenos resultados haba cosechado desde su puesta en marcha.

Interior decidi prescindir del Organismo de Coordinacin del Narcotrfico (OCON) Sur -integrada por 130 agentes especializados en la lucha contra el trfico de drogas y actividades ligadas a ella como el blanqueo de capitales, el crimen organizado y la corrupcin-, a pesar de haber pulverizado las estadsticas en detenciones e incautaciones de alijos desde su creacin.

Era un grupo en comisin de servicio disponible las 24 horas y los siete das de la semana que, recuerda uno de los mandos del Campo de Gibraltar, mantuvo tan a raya al narcotrfico que las cosas cambiaron. Los clanes de la droga de la zona lo teman, le hacan vigilancias y cuando, contra todo pronstico, se desmantel celebraron su marcha.

Tambin es una reivindicacin crnica la declaracin urgente del Campo de Gibraltar como Zona de Especial Singularidad (ZES). La denominacin conlleva la aplicacin de frmulas de incentivos laborales y econmicos similares a los que perciben los agentes destinados en el Pas Vasco o en Navarra. Catalua tambin est en este proceso. Se trata, en definitiva, de un plus por la aspereza del destino. Nunca se ha tenido en cuenta en la zona de Cdiz.





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