La maldicin del PP valenciano
El Nou de Octubre de 2009, Da de la Comunidad Valenciana, el entonces vicesecretario de Comunicacin del PP, Esteban Gonzlez Pons, asisti a la recepcin oficial con un mensaje nada en clave. La fiesta en Valencia termina hoy a las cuatro de la tarde. La direccin nacional estaba pidiendo cabezas en el PP valenciano por la trama Grtel. La fiesta en el PP no se acaba nunca, le respondi Ricardo Costa, el secretario general de Francisco Camps. Aquello acab mal. Costa se arrepinti, pidi perdn e implic a Camps en los manejos de la rama valenciana de la trama Grtel.
Pero, en comparacin con lo que ha sucedido el fin de semana de los Santos y los Difuntos -ya es casualidad-, aquello desde luego era una fiesta. La corrupcin exige responsabilidades polticas. Sin ms. Las 229 vctimas de una tragedia tan espantosa como la de Valencia exigen responsabilidades morales y comportamientos dignos por parte del mximo representante del Estado en la Comunidad, que se llama Carlos Mazn.
Las heridas de aquella fiesta an permanecen en el PP valenciano, reconvertidas en esta hora en un drama trgico. Camps sigue buscando el desquite tras su absolucin por los tres trajes y Rita Barber sigue pidiendo justicia desde el otro mundo. Muri sola en la habitacin de un hotel de Madrid despus de haber sido defenestrada por su partido.
Carlos Mazn se resiste a un destino que qued escrito en el almuerzo eterno con la periodista Maribel Vilaplana el da en que media provincia de Valencia result anegada por una riada como nunca se haba visto. Las 229 vctimas mortales perecieron mientras el presidente de su comunidad pasaba un da relajado y tranquilo atendiendo a sus cosas. Mazn se resiste a las demandas de la direccin nacional, como ya lo hiciera Camps a la peticin de dimisin que Mariano Rajoy le formul en 2011, cuando fue procesado por los tres trajes. Camps dimiti por voluntad propia para no daar ms a su partido. Aunque el dao que le estaba haciendo Camps al PP palidece en comparacin con el que le est causando Carlos Mazn. No te dejes matar como Rita, le dicen al odo. Un ao lleva sin querer escuchar los mensajes poco cifrados de Feijo diciendo que no estuvo a la altura.
No es la herida histrica del PP valenciano la nica que se ha abierto en canal este fin de semana. Tambin ha salido a escena el trauma que defenestr a Pablo Casado de la Presidencia del PP en abril de 2022. Casado fue quien puso a Carlos Mazn al frente del PP valenciano. Feijo lo asumi y despus de las ltimas elecciones autonmicas le dio el primer gran disgusto. Un pacto exprs con Vox para gobernar la Comunidad Valenciana que impact de lleno en la preparacin de la campaa electoral de las elecciones generales del 23-J.
Y as Mazn ha acabado siendo la gran pesadilla que el presidente del PP ha querido evitar durante los 12 meses que han pasado desde la Dana. El lder del PP valenciano ser el primer presidente autonmico defenestrado por el presidente del PP, que a su vez tambin fue presidente autonmico de Galicia. Sin olvidar que los capitanes del PP valenciano se le han rebelado al presidente nacional con luz y taqugrafos. Lo nunca visto.
El PP es un partido de 700.000 afiliados que a veces leen con asombro los peridicos, y esperan que quienes dirigen el partido respondan a la fuerza poltica que representan tomando decisiones, cuando las decisiones deben ser tomadas. Palabra de Esteban Gonzlez Pons con motivo de aquella fiesta.


