La juez ratifica que Arcuri no acos a Juana Rivas esta Navidad por “20 llamadas” y que es Italia quien debe investigar presuntos maltratos a su hijo menor
La juez titular del juzgado de Violencia contra la Mujer 2 de Granada se ha ratificado en que Francesco Arcuri no acos a su ex pareja, Juana Rivas, estas Navidades, al realizarle “una veintena de llamadas”, y en que ha de ser Italia quien investigue los presuntos abusos denunciados por ella y su hijo mayor, Gabriel Arcuri, sobre el pequeo, Daniel, de 11 aos.
EL MUNDO ha tenido acceso al auto en que la magistrada, que la semana pasada fue apoyada por 107 jueces de violencia de gnero de toda Espaa tras descartar malos tratos, ha establecido este lunes que ni Arcuri acos en ningn caso a Rivas, como ella denunci, ni Espaa es competente para juzgar unos presuntos malos tratos que habran tenido lugar en Italia.
La decisin de la magistrada llega tras el recurso de Rivas a su decisin de la semana pasada, y est plenamente apoyada por Fiscala, que no recurri su decisin.
Rivas, que se qued a su hijo Daniel pese a la orden italiana de devolverlo el 8 de enero, y lo hizo gracias a la suspensin acordada por Instruccin 4 de Granada de la orden italiana, emitida por el tribunal de Cagliari que siempre ha otorgado la custodia en exclusiva de los menores a Arcuri, ha logrado quedarse a su hijo menor en Espaa, por el momento, al denunciar dos extremos ahora descartados.
Por un lado, presuntos abusos de Arcuri sobre el nio en Italia, tapados por coacciones del padre al menor -pese a que la corte civil de Cagliari lleva aos decretando que Arcuri es “el nico progenitor capaz de cuidar de los menores”-. Y, por otro, acoso telefnico de Arcuri a Rivas, una vez el menor ya estaba en Espaa.
La juez de Violencia contra la Mujer archiva por motivos muy evidentes. Respecto a lo primero, la jurisdiccin italiana es la “competente”, la declaracin de Daniel Arcuri fue remitida a Italia en cuanto se produjo para que las autoridades judiciales italianas juzguen, y adems se est tramitando un juicio por la custodia del menor en la corte de Cagliari, lo que asigna a los tribunales italianos toda la competencia. Por iltimo, dice la juez, es la Fiscala italiana la que, despus de ocho aos archivando todas las denuncias contra Arcuri, ahora le acusa de posible maltrato. Todo lo cual apunta a que debe ser all donde ser esclarezcan los hechos.
Por otro, respecto al supuesto acoso, dice la juez: “No puede estimarse que las llamadas no atendidas, que se denuncia ha realizado el denunciado a la denunciante, sin concretar nmero, limitndose a sealar ‘ms de una veintena’, puedan subsumirse en el referido tipo penal [de acoso]”.
La magistrada tampoco ve gravedad al hecho de que las llamadas de Arcuri hayan producido supuestamente “la alteracin de la vida cotidiana que la recurrente alega, consistente en no haber podido acudir a alguna reunin familiar propia de estas fechas navideas”, ni que esto “tenga entidad suficiente para otorgarle relevancia penal”.
En realidad, como ha explicado el letrado de Arcuri en Granada, Enrique Zambrano, Arcuri llam en varias ocasiones a Rivas porque Daniel Arcuri, de 11 aos, viaj Espaa con la obligacin expresa para la madre de que el menor, que lleg al pas el 22 de diciembre e iba a quedarse hasta el 2 de enero, hablara cada da con su padre por el telfono mvil que llevaba a tal efecto, y que cada dos das Rivas actualizara la situacin del menor a la mediadora nombrada por el tribunal civil de Cagliari. La corte haba establecido todas estas condiciones para evitar que la madre pudiera inducir al menor contra el padre, como varios informes psicolgicos aseguraron que ha sucedido repetidamente en el pasado.
En cambio, a 13 de enero, Francesco Arcuri no ha podido hablar con su hijo pequeo desde que este puso pie en Espaa, contraviniendo las rdenes de los jueces italianos. Ahora, Daniel Arcuri permanece en Espaa e incluso, asegura el letrado de la madre, Carlos Arnguez, ha sido “escolarizado”.
La magistrada, por lo dems, enva un mensaje muy poco velado en su auto de ratificacin de archivo: debe ser Italia quien juzgue qu sucede en el ‘Caso Arcuri/Rivas’.
“Las autoridades judiciales italianas, como alega el Ministerio Pblico, podrn”, escribe la juez, “ratificar o alzar las medidas cautelares [la suspensin de la orden italiana de que el nio regrese a ese pas] sin que pueda olvidarse que, compartiendo Espaa e Italia un espacio comn de libertad, seguridad y justicia, es el principio de reconocimiento mutuo, basado en la confianza mutua entre los Estados miembros“.