La escalada populista divide al Gobierno de Snchez como con Podemos


En campaa nunca hay aliados. En la recta final catalana, con las vascas y gallegas an en la retina y las europeas como siguiente esprint, el clima electoral impregna toda la agenda poltica del pas. El Gobierno de coalicin, an recuperndose del amago de dimisin de Pedro Snchez, vuelve a sufrir tensiones internas entre los socios que lo conforman. Aquellas brechas que se abrieron a lo largo de la ltima legislatura y que marcaron la compleja relacin entre el PSOE y Unidas Podemos vuelven a agrietar el camino que transita el Ejecutivo, esta vez con socialistas y Sumar de la mano, y con los morados fuera del Consejo de Ministros.

Lo que no vara es el tinte populista de las medidas que llevan a los aliados a la colisin. En los ltimos das diferentes actores gubernamentales han mostrado divergencias en prcticamente todos los asuntos que han marcado el da a da: la eliminacin del Premio Nacional de Tauromaquia -un movimiento de Sumar que ha generado malestar en mltiples sectores socialistas- y el reconocimiento de Palestina han reactivado las rencillas entre ministerios de ambos signos, y el PSOE ha apuntalado su discurso contra los pseudomedios, la mquina del fango y el lawfare, un lenguaje hasta la fecha slo empleado a su izquierda para criticar la accin judicial y a la prensa. Otras banderas clsicas de Sumar -y antes de Podemos- como los avances en materia laboral o las iniciativas sobre memoria histrica estn en plena pugna entre socialistas y Sumar en el seno del Gobierno en esta recta final de la campaa catalana en la que el PSC figura como claro aspirante a vencedor.

Ayer mismo, por ejemplo, Snchez avanz que profundizar en su ofensiva para frenar las llamadas leyes de concordia que califica como revisionismo histrico y que pretenden sacar adelante los gobierno del Partido Popular y Vox en Aragn, Castilla y Len y la Comunidad Valenciana. As lo reiter el jefe del Ejecutivo en la Casa Mediterrneo de Alicante donde se homenaje en el Da del Exilio a los casi 3.000 republicamos que el 29 de marzo de 1939 partieron desde el puerto alicantino en el carguero britnico Stanbrook rumbo al exilio en Argelia.

Los ministros de Sumar, durante un reciente acto de apoyo al estado palestino.

Los ministros de Sumar, durante un reciente acto de apoyo al estado palestino.ALAMY

Acompaado por los ministros de Poltica Territorial y Memoria Democrtica, ngel Vctor Torres, y Ciencia, Innovacin y Universidades, Diana Morant, Snchez se reafirm en que estas leyes que pretenden derogar las de memoria histrica son un ataque al derecho internacional.

Las palabras no cambian de signo, pero se tergiversa su significado. As como se tergiversan las palabras de los poetas o de los intelectuales que murieron vctimas del fascismo. Las leyes antimemoria impulsadas por dos partidos de nuestro arco parlamentario en varias comunidades son un ataque al derecho internacional. As hay que llamarlo. Tambin un atentado contra nuestra democracia y contra la dignidad de las vctimas, asegur el presidente del Gobierno en su discurso ante los descendientes de los exiliados que recibieron un diploma de reparacin.

El choque en el seno del Gobierno por liderar la batalla contra las leyes de concordia de las autonomas comandadas por la derecha coincide con las diferencias pblicas mostradas tambin entre el PSOE y Sumar respecto a la relacin con Israel y el reconocimiento del estado palestino. La pugna alcanz ayer un nuevo nivel, despus de que dos ministros de Sumar mostraran su apoyo a Palestina. Uno de ellos, Pablo Bustinduy, pidi por carta a las empresas espaolas con intereses en Israel que adopten todas las medidas necesarias para evitar que sus actividades contribuyan al genocidio en Palestina.

Respuesta de Israel

Ante esto, la Embajada de Israel en Madrid respondi que la demonizacin y deslegitimacin de Israel, recurriendo a acusaciones carentes de fundamento, da alas a Hamas y a quienes persiguen la desaparicin del Estado de Israel, son una clara incitacin al odio y alientan el antisemitismo.

El comunicado asegura que las acciones llevadas a cabo por los dos ministros hoy contrastan con el incomprensible silencio en Espaa de la mayora de los intelectuales y organizaciones de derechos humanos ante el drama de los 132 secuestrados que siguen en manos de los terroristas de Hamas.

Cabe sealar que pese al activismo de los dos ministros, y que fuentes del entorno de Bustinduy aseguraron que enviaba la carta en nombre del Gobierno, su versin choca con la del Ministerio de Asuntos Exteriores. Tras ser consultados por EL MUNDO, aseveraron que era la primera noticia que tenan de la carta y que no entendan qu quiere decir con el Gobierno: Nuestra posicin es clara sobre Gaza, Palestina y el reconocimiento. Esta misma maana el Ministro ha puesto un tuit al respecto, pero tambin es clara nuestra posicin de que el Estado de Israel y el pueblo de Israel son amigos de Espaa y del pueblo espaol, se expres desde el departamento dirigido por Jos Manuel Albares.

Tambin la vicepresidenta tercera y ministra de Transicin Ecolgica y Reto Demogrfico, Teresa Ribera, respondi al ministro de Derechos Sociales que corresponde a las carteras de Exteriores y de Economa determinar la relacin de las empresas espaolas con Israel, despus de que el dirigente de Sumar les haya pedido que tomen medidas para no contribuir al genocidio en Gaza.





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