La enfermera con buena nota que encabeza una rebelin (en los tribunales) tras ser vetada por no tener un ttulo de cataln
Andrea Gins tiene 30 aos y es de Talavera de la Reina (Toledo). Es enfermera desde el ao 2016, cuando obtuvo su grado en Plasencia y empez a aprender el oficio, su vocacin. Desde entonces ha trabajado en centros sanitarios de Castilla La Mancha, de Madrid y de su ciudad natal.
All, en el hospital general universitario de Talavera, le pill lo ms duro de la pandemia, trabajando en quirfano, llegando a tener que cubrirse los pies con bolsas de basura cuando a duras penas les llegaba material con el que protegerse de las dentelladas del virus.
Apasionada del mar y con parentela en Mallorca, soaba con poder trabajar como enfermera en la isla. Y por eso no lo dud cuando supo que el departamento pblico de salud balear convocaba en 2022 una gran oposicin para cubrir 807 plazas en hospitales y centros de salud del archipilago.
El reto no era sencillo. Algo ms de 4.000 enfermeros de toda Espaa se inscribieron en la convocatoria, atrados por el prestigioso sistema sanitario de las Islas, donde, paradjicamente, los problemas de cobertura de determinadas plazas son crnicos. Hasta el punto de que recientemente el gobierno regional ha tenido que elaborar un listado con plazas de difcil cobertura con el fin de incentivar as su ocupacin.
Cuando en 2022 (con el PSOE de Francina Armengol al frente del Govern balear) Andrea y el resto de aspirantes a enfermeros entregaron su documentacin y pagaron la tasa para inscribirse en la oposicin, no se les exiga el requisito de tener un ttulo de cataln. Poseerlo era un mrito, pero no una condicin que fuese a dejarles fuera del concurso.
Sin embargo, tres aos despus de emprender aquel largo camino, tanto Andrea como otros 157 sanitarios de todos los rincones de Espaa -de los 3.100 que finalmente hicieron el examen– acaban de quedarse sin su plaza por no tener ttulo de cataln.
Ha sido una criba inesperada por muchos de ellos, ya que aquel gobierno cambi las condiciones sobre la marcha para, en marzo de 2023, imponer como requisito tener un ttulo B2 de la lengua autctona, plegndose as a los colectivos y sindicatos nacionalistas.
“Nos sentimos discriminados de forma injusta, sobre todo porque cambiaron los requisitos sobre la marcha y no nos avisaron”, dice a Crnica la joven enfermera toledana, que hasta hace poco albergaba la esperanza de que finalmente podra obtener la plaza.
No es para menos: de entre los ms de tres mil opositores, obtuvo el puesto 504, holgadamente por debajo del corte de las 807 plazas que se ofertaron. A pesar de su juventud, su calificacin fue alta (45 puntos en el examen, equivalente a un 7,5), pero el cambio en las reglas del juego ha echado por tierra su aspiracin.
“Tena esperanzas de que finalmente nos cogieran gracias a mi buena nota”, explica. “De hecho, nos dieron la opcin de hacer el examen en cataln o en castellano, con normalidad…incluso me llamaron para los reconocimientos mdicos que se realizaron en diciembre del ao pasado en Palma, lo que alent ms esa esperanza”.
Esperanza en vano
En aquellas pruebas de aptitud mdica, ya en la ltima fase del proceso, coincidi con otros compaeros aspirantes que, como ella, haban viajado de otras partes del pas. “Lo comentamos entre nosotros, tenamos esa esperanza de que finalmente no se nos excluyera o que, al menos, se nos concediera una moratoria, un plazo para poder obtener luego el ttulo mientras ejerciramos”.
Porque Andrea sostiene que no tiene ningn problema o prejuicio con el idioma cooficial en Baleares, como con ninguna otra lengua. “Entiendo algo y tengo voluntad de aprenderlo”, explica, e incide en que se plante sacarse el ttulo bsico de cataln mientras preparaba la oposicin. Pero era ya estril. Demasiado tarde: “Ya no iba a influir en la oposicin sacrselo a posteriori”.
Todas aquellas esperanzas alimentadas por el boca a boca entre compaeros que, como ella, sacaron una buena nota iban a acabar saltando por los aires el pasado 18 de febrero.
Ese da, el Boletn Oficial de las Islas Baleares public la lista definitiva de personas apartadas por no cumplir con los requisitos. Y el nombre de Andrea figura entre las ms de 150 personas expulsadas. En su caso el motivo principal es tajante: “no acreditar el nivel B2 de cataln”.
Ahora slo les queda recurrir ante la administracin y buscar amparo en los tribunales. Ya se estn organizando para dar ese paso.
Junto a Andrea, segn ella misma explica, al menos medio centenar de enfermeros que estn en su misma situacin han puesto el asunto en manos de un despacho de abogados para que acte en defensa de sus intereses. Entre otras cosas, denuncian que se cambiaron los requisitos con el proceso ya iniciado y que no se les inform del cambio.
Para probarlo, esta enfermera toledana aporta las numerosas comunicaciones que recibieron del departamento pblico de salud balear, sin que entre ellas est en ningn caso la de la exigencia de idioma.
Y QU DICE EL GOVERN?
El gobierno autonmico actual es de otro color poltico. En 2023 el PP accedi al poder en Baleares tras ocho aos de un gobierno del PSOE, liderado por la actual presidenta del Congreso Francina Armengol y apoyado por el nacionalismo cataln. Fue en esa anterior legislatura en la que se dise la oposicin para enfermeros que ahora centra la polmica.
Al llegar al poder, la actual presidenta Marga Prohens (PP) firm un decreto para exonerar del requisito del cataln a los sanitarios, devolvindolo a la categora de mrito. Sin embargo, esa decisin no tiene efecto retroactivo, por lo que la oposicin de los 158 enfermeros expulsados por el cataln ha seguido su curso. Ha sido el actual gobierno el que ha tenido que ejecutarla, en contra de su propia voluntad poltica.
“Es un caso especialmente flagrante, un despropsito”, explica el actual director de la sanidad pblica balear, Javier Urea. “Estos profesionales estudiaron, se presentaron, cumplieron con todo el proceso y con los requisitos iniciales y al final se han quedado fuera, es tremendamente lesivo”, admite.
Urea sostiene que el requisito debera haberse comprobado antes y que “no se pueden cambiar las reglas del juego a mitad del partido; a los sanitarios hay que darles seguridad jurdica y facilitarles el acceso a las plazas, ellos no tienen que ser expertos en el funcionamiento de la administracin”.
De momento, su gobierno tiene las manos atadas al haberse gestado la convocatoria durante la legislatura previa, cuando un recurso presentado por dos entidades catalanistas del mbito cultural -con el argumento de que se deben proteger los derechos de los pacientes catalanohablantes- llev al Govern del PSOE a exigir el cataln.
Andrea evita meterse en bregas polticas y slo lanza una reivindicacin. “Sentimos que a pesar de todo lo que ha pasado nuestro colectivo, por temas polticos se nos siguen poniendo barreras…con mejores condiciones nuestra profesin se llevara mejor”.