La élite empresarial latina saca músculo en Madrid | Noticias de Madrid
Lo recuerda con especial cariño. Después de jugar un mundial de Brasil más que notable, James Rodríguez, la rutilante nueva estrella de la selección colombiana, se presenta en el verano de 2014 ante su nueva afición. No lo hace de cualquier manera. Para la ocasión, el Santiago Bernabéu abre sus puertas y viste sus mejores galas. El público responde: cerca de 50.000 aficionados, la gran mayoría colombianos, reciben vestidos con la camiseta tricolor de la selección a su nuevo ídolo, un joven nacido en Cúcuta, en el noreste del país que, con zurda exquisita, los hace sentir un poco más cerca de casa.
Junto al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, está, visiblemente conmovido, Fernando Carrillo, embajador en ese momento de Colombia. Recibe a James en Madrid en nombre de todos sus compatriotas. Él mismo ha insistido en estar allí. Hábil negociador, empresario de éxito y exministro, conoce la importancia de los símbolos. No en vano, fue uno de los líderes del movimiento estudiantil que negoció la Constitución de 1991 en Colombia, la que trataba de abrir una nueva etapa en el país en los peores años del narcotráfico.
“Llenamos el estadio de colombianos en unas horas. Esto demuestra que cuando nos unimos, tenemos una fuerza gigante”, reflexionaba Carrillo, actual vicepresidente del Grupo PRISA, editora de EL PAÍS, en el hotel Hyatt en Madrid, este sábado en un encuentro organizado por Alanna, una comunidad con más de 2.500 profesionales colombianos en la capital.
Durante más de cuatro horas, cerca de medio centenar de emprendedores y altos ejecutivos compartieron sus experiencias sobre lo que ha significado para ellos migrar a Madrid. Lo hicieron entre café colombiano y copas de vino. “Aunque se migre con todas las comodidades y el privilegio, nunca deja de ser duro estar lejos de casa. Cuando llegué, estaba sola y me tocó pasar la pandemia en un piso en donde no entraba la luz natural”, aseguraba Carolina Prieto, que llegó en 2020 a España como directora de Motorola. Ahora, es la jefa de Operaciones de Google.
Se estima que en la Comunidad de Madrid vive aproximadamente un millón de personas de origen latinoamericano, según los últimos datos disponibles en el INE. Este número representa una parte significativa de la población total, que supera los 6,8 millones de habitantes. Del millón de latinos, cerca de un 20% son colombianos, la población extranjera que más ha crecido en la región en los últimos años, junto con los venezolanos.
Con la intención de crear una red de apoyo entre los emprendedores y los profesionales de alto perfil que están llegando a la capital, nació hace un año Alanna de la mano de Martín Rodríguez y Juan Sebastián Díaz. Se trata de dos bogotanos que se mudaron a España hace varios años y que tienen como objetivo crear la comunidad de migrantes más grande que existe en el país.
“Vimos que existía un problema: la falta de redes de apoyo efectivas para expatriados latinos en Europa”, asegura Rodríguez, que enumera solo algunos de los desafíos a los que se enfrenta esta población migrante: apoyo en procesos legales, integración cultural, construcción de redes profesionales y encontrar información fiel sobre vivienda, empleos y negocios.
“Veíamos que las comunidades estaban dispersas en redes sociales, que no existía una plataforma centralizada y sólida que facilitará el acceso a esta información y fomentara la creación de conexiones significativas”, afirma Díaz, que explica que la falta de redes de apoyo contribuye a la exclusión social y limita las oportunidades laborales, de negocio y de crecimiento profesional de los migrantes. “Sin una estructura de apoyo adecuada, los migrantes suelen experimentar aislamiento, dificultades para adaptarse a nuevas culturas y sistemas y falta de acceso a recursos esenciales”, recuerdan.
De ahí surge la idea de crear Alanna. Durante este año, han realizado seis eventos como el de este sábado para que la gente se conozca por fuera de las redes. “De aquí han salido más de 40 personas con trabajo en Madrid. Se producen alianzas entre empresas muy potentes y se da una red de apoyo gigante para todos los miembros”, afirma Díaz.
Una de las grandes conclusiones de la jornada del pasado sábado es que les gustaría hacer un congreso exclusivo de empresas multinacionales latinas, compañías de origen latinoamericano que, tras un crecimiento exponencial, operan también en otros países. La idea que tienen es que Madrid se convierta en el centro de la inversión extranjera, llevar las alianzas al siguiente nivel. Los grandes empresarios colombianos están convencidos de que, unidos, pueden seguir siendo muy fuertes, incluso lejos de casa.
“Esta reunión es importante por lo que ustedes representan. Están en lo más alto. Es este el momento en el que la comunidad latina tiene que incidir”, ha asegurado Carrillo, quien detalló que existen tres etapas durante un periodo de adaptación después de migrar: la inclusión, la integración en la sociedad y la cultura y, finalmente, el momento de hacerse notar y aportar.
Henry Bradford, que trabaja como associate Dean BBVA en la Universidad de Negocios IE, se detuvo por su parte en el reto que supone siempre migrar. Él mismo lo vivió en primera persona desde hace dos años, cuando llegó a Madrid. “Aunque se haga con trabajo, la falta de redes de apoyo, de familia y de la cultura del país de origen hacen que sea una situación difícil, y por eso construir lazos es tan importante”. En el IE, el 82% de los alumnos son internacionales, y uno de los mayores esfuerzos que hace la comunidad educativa es la de crear comunidad entre los estudiantes, ha explicado.
Los problemas de migrar son universales. Prieto lo ilustra con una anécdota: el modo en que sus jefes le corregían cuando usaba la palabra celular, proveniente del cell estadounidense y extraordinariamente extendida en Latinoamérica, en vez de la mucho más castellana móvil: “Llegué a sentir que no me tomaban en serio”. A Nicolás Delgado, que se desarrolla como gerente de Desarrollo de negocios para Europa en Fiesta, algo tan básico como conseguir un piso le resultó una experiencia casi traumática. “Una amiga española me decía que no llamara yo por teléfono, porque si me escuchaban el acento, no me iban a alquilar el piso”, recuerda. A la gerente internacional de Juan Valdez Karen Suárez sencillamente le faltó apoyo: “Llegué hace dos años y la red empresarial que he podido construir es gracias a mis amigos”.
“Son motivo de orgullo todos los perfiles tan bien preparados de colombianos que están llegando a vivir a Madrid. A través de Alanna, he podido ayudar a muchos de ellos a sacar sus papeles o aconsejarlos en la mejor forma de encontrar dónde vivir”, rememora Delgado. Para el colombiano Daniel González, cofundador y director ejecutivo de Capital Friends, una empresa que busca proyectos de inversión inmobiliaria en Madrid, aterrizar en la capital, en cambio, ha sido casi como regresar a casa: “Venía de vivir en Francia, y llegar aquí fue como volver a encontrarme con un mundo que había dejado atrás”.
Su empresa nació hace cuatro años porque vio, en compañía de su socio, que en Latinoamérica mucha gente estaba buscando invertir en el exterior. Alanna, comenta, le ha dado la oportunidad de encontrarse con perfiles similares que parten de esta tesis. “La comunidad latina en Madrid y los incentivos del Gobierno autonómico a la inversión extranjera son dos elementos que nos ha incentivado mucho a crecer”, cuenta el empresario, que cree que estas empresas latinas han llegado para quedarse. “La gente viene a apostar por este país. Los migrantes latinos ahora están jugando de locales”, dice. Tenían el capital. Ahora, también tienen las conexiones.