La Comunidad de Madrid está desembalsando agua en cuatro de sus 13 pantanos | Noticias de Madrid


Mientras regiones como Cataluña y Andalucía están sufriendo importantes restricciones de agua a causa de la sequía, la Comunidad de Madrid nada en la abundancia. Los 13 embalses con los que cuenta el Canal de Isabel II para el abastecimiento de más de 6,5 millones de madrileños han comenzado este mes de abril muy llenos, al 88,5% de su capacidad, con todo un lujo de 835,2 hectómetros cúbicos (hm³) almacenados. Son casi 20 puntos porcentuales más que hace justo un año, cuando sumaban 648,5 hm³ y estaban al 68,7% de su tope. Tan llenos están los pantanos madrileños que se están realizando desembalses en cuatro de las 13 presas, según fuentes del Canal.

Se trata de El Vado, que regula el río Jarama; Pedrezuela, el Guadalix; Manzanares El Real, el Aulencia-Guadarrama; y El Villar, la cuarta de las cinco presas que regulan el río Lozoya. Solo en esta última el agua desembalsada se aprovecha, ya que va a parar a El Atazar. El Canal explica que, además de para almacenar agua para el abastecimiento, “las presas cumplen con una función de regulación de los ríos, laminando las avenidas y ayudando a prevenir inundaciones por aumentos bruscos de caudal”. Los embalses “deben tener libre un volumen útil (el llamado nivel de resguardo) que les permita recibir y regular las posibles avenidas de agua con seguridad tanto para la propia presa como para el cauce aguas abajo de ella”. Así, los desembalses se realizan, recuerda el organismo, por seguridad hidrológica y para cumplir con los niveles de resguardo recogidos en las normas de explotación de los pantanos. El Villar se encuentra a un envidiable 101% de su capacidad, El Vado al 91% y Pedrezuela al 90%.

La razón es que el año hidrológico 2023-2024, que comenzó el 1 de octubre y acabará el 30 de septiembre, está siendo muy lluvioso en la zona centro del país, que se está beneficiando de continuas situaciones de borrascas atlánticas, que riegan esta vertiente en detrimento de la mediterránea. Solo en Semana Santa, en la que quien de verdad salió en procesión fue la borrasca Nelson, cayeron unos 40 litros en el observatorio de Madrid Retiro, el doble de lo habitual para todo el mes de marzo. En comparación con la media histórica, las reservas madrileñas se encuentran a 1 de abril hasta 12,8 puntos por encima de los valores medios para esta fecha (75,7%), destaca en una nota el Canal de Isabel II, la empresa pública que se encarga de gestionar el agua en la región.

En el conjunto del país, Nelson ha provocado la mayor subida semanal de agua desde diciembre de 2022. La reserva hídrica de España está al 63,1%, con 35.375 hm³, según ha informado este martes el Ministerio para la Transición Ecológica. La cuenca más llena es la del Cantábrico Oriental, al 93,2%, mientras que la de Madrid, la del Tajo, está al 76,6%. Las más vacías son las cuencas internas de Cataluña, con apenas un 16,4%.

Presa del embalse de El Atazar desde el mirador, el 19 de marzo de 2024.
Presa del embalse de El Atazar desde el mirador, el 19 de marzo de 2024.Rafael Bastante (Europa Press)

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En los primeros seis meses de año hidrológico, las precipitaciones en Madrid han sido un 13,2% superiores al promedio. Y, en marzo, ha llovido hasta un 74% más de lo esperable. En los pantanos de la sierra se han recogido hasta 93,3 litros. En consecuencia, las aportaciones a los embalses han vuelto a ser generosas en comparación con el dato medio. En total, los pantanos recibieron 156,9 hm³ en marzo, un 32,2 % por encima de la media del mes (118,7 hm³). Hasta la fecha, este año hidrológico es el segundo con más aportaciones de los últimos 20 años, un maná de 653 hm³. De los 13 embalses, el que más agua acumula es El Atazar, la presa más grande de la comunidad, con 378,8 hm³ y a un 89% de su capacidad total; seguido de Valmayor, con 104,253 hm (84%); y Santillana, con 87,046 hm (95%).

A pesar de su boyante situación, el pasado mes de noviembre Madrid se sumó a la guerra del agua en la que llevan años enfrascadas otras regiones, al demandar al Gobierno de la nación ante el Tribunal Supremo por el diseño del plan hidrológico del Tajo, calificado por la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, de “mezquino e inhumano”. Según Ayuso, el plan “pone en riesgo el abastecimiento de agua de casi siete millones de personas” al estar diseñado en contra de los intereses de Madrid. “La obsesión de [el presidente del Gobierno, Pedro] Sánchez con Madrid no tiene límites. Ahora pretende que esta región se rinda por sed”, le acusó Ayuso.

El nuevo plan, aprobado en enero del año pasado y que estará en vigor hasta 2027, fija por primera vez un caudal mínimo para el Tajo, como exigían cinco sentencias del Tribunal Supremo, la normativa europea y la Ley de Aguas desde hace 22 años. En el caso de Madrid, el conflicto está en el embalse de Valmayor, donde la nueva regulación condiciona a una autorización previa del Estado que pueda recibir agua del río Alberche, a través del trasvase San Juan-Valmayor.

En Madrid, con el agua se está dando la paradoja perfecta, ya que, al tiempo que crecen las reservas, baja el consumo de agua. El gasto en marzo fue un 9% más bajo que el del mismo mes de 2023, un descenso que el Canal achaca en buena parte a la abundante cantidad de lluvia recogida en la región y a la coincidencia con los días festivos de Semana Santa. Así, los madrileños consumieron 35,5 hm³ de agua frente a los 39 del año anterior.

En conjunto, el consumo acumulado en la primera mitad del año hidrológico es un 2% menor al del mismo periodo del año anterior. Y esta tendencia tiene una larga tradición. Según cifras del Canal, el consumo de agua per cápita en Madrid se ha reducido en más de un 30% desde la última gran sequía que afectó a la región, la de 2005. Ese año, con los embalses en un peligroso 37%, se decretó la alerta 1 por sequía severa por segunda vez en la historia de la comunidad. Se prohibió el baldeo de calles, se limitó el riego de parques y jardines públicos a entre las 21.00 y las 9.00 horas, y se vetó el llenado de piscinas y el uso de fuentes ornamentales o aparatos de refrigeración que no tuvieran sistemas de recuperación de agua o circuito cerrado.

Embalse de El Villar, en Madrid, el 31 de marzo, a tope tras el paso de la borrasca 'Nelson'.
Embalse de El Villar, en Madrid, el 31 de marzo, a tope tras el paso de la borrasca ‘Nelson’.
EUROPA PRESS (EUROPA PRESS)

La anterior ocasión en la que se llegó a alerta 1 fue en 1992, cuando los embalses estaban en un 42%. Madrid nunca ha entrado en la fase 2, que supondría una bajada de presión en los grifos y cortes en el suministro. A pesar de que ahora hay más del doble de agua que en 1992, el organismo autonómico llama a los madrileños a no bajar la guardia y a continuar colaborando en el uso eficiente y responsable del agua, recordando que el ahorro “tiene que ser un hábito constante” y no solo cuando falta.

El Canal está preparando la primera actualización de las tarifas en una década, al considerar que el crecimiento de la población estresará la capacidad de la red y que se han agotado todas las vías convencionales de acopio. En un proyecto de decreto colgado en el portal de transparencia regional, la empresa pública explica que estudia cobrar más por el agua a consumidores con grandes jardines para reducir el consumo y “no comprometer el suministro”. El objetivo del organismo es penalizar “los consumos ineficientes o suntuosos” además de “no esenciales”, como riegos y piscinas. Actualmente, la tarifa que pagan los madrileños está entre las tres más bajas del país: 1,47 euros el metro cúbico. ¿Cuándo subirá el agua? Según fuentes del organismo, que no da una fecha, la “propuesta de adaptación tarifaria está en tramitación: ya finalizó el periodo de consulta pública del proyecto de decreto y está en fase de redacción e informes previos”.

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