La CHJ solo da la cara ante los alcaldes para comprometerse a actualizar “de urgencia” los siete proyectos pendientes para encauzar barrancos

Hay dos preguntas para las que los alcaldes de los pueblos inundados por la DANA aún buscan respuesta: qué explicación científica tiene lo que ocurrió el 29 de octubre y por qué no se les avisó del torrente de agua que se les venía encima y qué se va a hacer para que esto no vuelva a pasar. Estas cuestiones las han trasladado a la Conselleria de Infraestructuras hace unos días y, ayer mismo, a también a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

Para la primera gran incógnita no hay respuesta de ninguna de las partes. No hay más explicación de lo que ocurrió el día 29 que la otorgada hasta el momento según la institución: para la Generalitat, no hubo suficiente información, para la CHJ fue un suceso de “magnitudes absolutamente extraordinarias” y de efectos “muy difíciles de prever” que está siendo evaluado recoger las conclusiones en un informe. Así lo confesó el presidente de la CHJ, Miguel Polo, a los representantes de los 17 municipios por los que transcurren los barrancos del Poyo, el Pozalet y la Saleta. Presencialmente en la sede del CHJ estuvieron los ediles de Cheste, Loriguilla, Ribarroja, Quart de Poblet, Xirivella, Alaquàs y Aldaia. El resto comparecieron de manera telemática.

Según ha podido saber El Mundo, la Conselleria pidió estar presente en esa reunión, algo que les fue denegado. El Ministerio de Transición Ecológica no lo consideró oportuno (MITECO). Polo sigue sin hacer ninguna comparecencia pública y sólo habló con representantes municipales acompañado por la comisaria de Aguas, Cristina Sola, técnicos de la Confederación y el subdelegado del Gobierno en Valencia, José Rodríguez.

La principal preocupación que los alcaldes le transmitieron fue saber qué medidas se adoptarán para evitar que estos episodios puedan tener consecuencias tan terribles. Hay ayuntamientos, como el de Aldaia, que llevan décadas pidiendo el encauzamiento del barranco de La Saleta, que ya ha provocado inundaciones en la población aunque no de la la misma magnitud que las generadas por la DANA.

La CHJ se ha comprometido a “actualizar de urgencia” los siete proyectos que ya estaban en tramitación del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación en la cuenca del Poyo, el Pozalet y La Saleta. En concreto para el encauzamiento de este último ya estaba previsto que saliera la licitación, tras varias parálisis, el próximo mes de enero. El compromiso ahora es agilizarlo.

Uno de los ayuntamientos presentes en la reunión fue el de Valencia. El concejal de Mejora Climática y Gestión del Agua, Carlos Mundina, pidió que estos proyectos de encauzamiento que están en marcha no sólo cuenten con el presupuesto suficiente para ser ejecutados con celeridad, sino que tengan en cuenta los parámetros de caudal que recogió el 29 de octubre tanto el Nuevo Cauce del Turia como los barrancos de la Saleta y el Poyo. Esto es clave para evitar que pueda haber nuevos desbordamientos. Estos dos cauces acabaran desaguando en el nuevo del Turia, por lo que pidió una valoración de si serían necesarias obras también en esta infraestructura.

A esta reunión con la CHJ le precedió otra con la Conselleria de Infraestructuras para conocer sus planes para estos municipios ahora especialmente débiles ante episodios de lluvias intensas. Fuentes presentes asegura que el departamento de Martínez Mus explicó que tenía una hoja de ruta con medidas correctoras, aunque no las detalló.