Fiscales contra el fiscal | Espaa
Hay una clase de gobernantes en la que Pedro S. es figura seera; no aspiran a gobernar, sino a mandar y tienen como un don aunque solo sea una maldicin la facultad de envilecer todo lo que tocan y a todos los que nombran. Esto se debe en general a su inclinacin a rodearse de sus iguales: mediocres si l es mediocre; ignorantes si lo es l y corruptos como l mismo. Pero llegan ms lejos. Hay casos en los que los poseedores de una biografa profesional curiosa empiezan a contaminarse en cuanto son sealadas con su dedo, ‘Grande y Marlasca‘, no hace falta que d ms nombres.
Hoy es noticia uno de esos tipos a los que escoge por ser un alter ego: lvaro Garca Ortiz, a quien nombr fiscal general del Estado, propuesto para el cargo por su antecesora, Dolores Delgado, que tampoco debi serlo: era la primera vez que un presidente nombraba al frente del Ministerio Pblico a quien todava era su ministra de Justicia y no precisamente por haber desempeado la funcin con brillantez; el Congreso de los Diputados la reprob tres veces como ministra.
La Fiscala General debera imponer la condicin que antao exigan los anuncios en las ofertas de trabajo: abstenerse medianas. Garca Ortiz era un fiscal mediocre, con una biografa sin destellos, como Lola Delgado era una fiscal del montn. l era fiscal de Medio Ambiente en Santiago de Compostela hasta que en 2020 fue ascendido a fiscal de Sala por la Delgado y dos aos despus lo propuso para sucederla.
Trece de los 35 fiscales de Sala han remitido una carta al fiscal general invitndose a que se lo piense y dimita por el bien de la institucin. Ya era causa suficiente estar investigado por la comisin de un delito tan grave para un funcionario como la revelacin de secretos de un particular, pero lo es mucho ms que en su comparecencia ante el juez instructor del Supremo se niegue a responderle y solo conteste a las preguntas de su abogado, que es el abogado del Estado. Tenemos el contradis de que la fiscal en la causa sea muda porque es teniente fiscal a las rdenes de G Ortiz. Dos de los firmantes han sido antes fiscales generales: Consuelo Madrigal y M Jos Segarra. Habran sido ms los firmantes si no fuera porque G Ortiz y Delgado se aplicaron a nombrar fiscales a tutipln entre los suyos, atendiendo ms a la ideologa que al mrito y a la capacidad, como pasaba con ellos mismos. Pero aun as se equivocan: M Jos Segarra era miembro de la UPF y fue seguramente esa la razn de que la eligiera Lola, sin tener en cuenta que adems era decente. Tambin era de la UPF Almudena Lastra, la fiscal Superior de Madrid que est trayendo por la calle de la amargura al fiscal general.
Pinta mal el futuro de Don lvaro, pero se lo tienen encomendado a la fuerza del sino, Cndido Conde Pumpido, empeado en convertir el Constitucional que preside en rgano de casacin del Tribunal Supremo. Y no lo es. Dice la Constitucin en su artculo 123: “El Tribunal Supremo es el rgano jurisdiccional superior en todos los rdenes, salvo lo dispuesto en materia de garantas constitucionales”. Prueba evidente de la voluntad del legislador es que el Poder Judicial cuya cpula es el Supremo, se regula en el Ttulo VI, mientras el Constitucional, que no forma parte del Poder Judicial se trata en el Ttulo IX