Feministas ante la carta de Errejn: “Es el texto de un maltratador”


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Dicen que la vida es un juego de mscaras. A veces, algunas se caen con gestos sencillos; otras requieren algo ms fuerte, como es el caso de la concatenacin de acusaciones annimas sobre violencia machista que se han vertido esta semana sobre igo Errejn y que culminaron ayer en la publicacin de una carta firmada por el ya ex portavoz de Sumar para anunciar su dimisin.

El poltico se refiri a la poltica y su modo de vida “neoliberal” dentro de sta para justificar el el comportamiento del que se le acusaba: “Se subsiste y se es ms eficaz (…) con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empata y de las necesidades de los otros”.

Esta eximicin de responsabilidad por la que Errejn mismo ha protestado a lo largo de su trayectoria en poltica hace del episodio algo llamativo. “Por un pas libre de acoso y machismo, que no arrincone ni haga vivir con miedo a las mujeres”, public en X (antes Twitter) el 26 de mayo de 2016, deseando “fuerza” a la periodista Cristina Fallars. Esta misma hizo pblico el testimonio annimo que relataba la conducta ntima del ex de Podemos.

ngeles lvarez, que fue diputada por el PSOE desde 2011 hasta 2019 y que abandera la causa feminista, ha apuntado en X que “un maltratador traslada la responsabilidad de sus actos, encuentra excusas para fundamentarlo y achaca coherentemente su comportamiento a cuestiones ajenas a si mismo para trasladar su responsabilidad. Todo esto ya se explica en la Gua para mujeres maltratadas”.

La propia lvarez redact, adems, en dicho documento que los maltratadores “fundamentan”: “Racionalizan los ataques de forma que parezca que est bien lo que hacen”. Regresemos a la carta de Errejn: “Ocupo posiciones de representacin pblica (…) y de altsima visibilidad y exposicin meditica”. Prosigue: “El ritmo y el modo de vida en la primera lnea poltica (…) ha desgastado mi salud fsica, mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional”.

Desde la Alianza contra el Borrado de las Mujeres han apuntado con severidad que “se presenta casi como una vctima”. El discurso sobrevenido del comunicado ha puesto en evidencia esa “contradiccin entre la persona y el personaje” a la que Errejn hace referencia en su carta.

La cascada de tweets contradictorios es extenssima. Por citar algunos: “Feminismo para combatir la violencia machista hasta hacerla desaparecer”, “todo el apoyo a las mujeres que sufren sistemticamente violencia y acoso en las redes sociales”, “necesitamos unas leyes que recojan el sentido comn de las calles: si no hay consentimiento es violacin”…





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