Euforia de Vox por aprovechar la “debilidad” de Mazn y el PP ve encarrilados los presupuestos de Aragn y Murcia
Ayer, al son de la comparecencia de Carlos Mazn, los dirigentes de Vox iban tachando de su lista todo aquello que haban exigido al presidente valenciano que dijera: que la regin “no admitir ms repartos de inmigracin ilegal”, que los efectos de la dana se acentuaron por adoptar “postulados climticos extremistas”, que la llegada irregular de personas es un “problema” y que el Pacto Verde tambin. Cuando acab la declaracin, el balance en la cpula de los de Santiago Abascal fue claro: “Es lo que habramos dicho nosotros”.
En Vox no conocan el contenido exacto del discurso de Mazn -“no lo escribimos nosotros”, bromeaban-, pero su comparecencia s estaba pactada. Salir pblicamente a respaldar las tesis migratorias y medioambientales de Vox era el requisito que exigan al president para “desbloquear” la negociacin presupuestaria, y el valenciano acept. “Mazn saba lo que tena que decir”, afirman fuentes de Vox, que se dan por satisfechas con la “rectificacin” que enarbol ayer el popular, a la espera del discurrir de las conversaciones.
Aunque la euforia cundi ayer en la sede de la calle Bamb -celebrando que Mazn “reconoci que Vox tena razn”-, en el partido se mostraban a la vez cautos ante la posibilidad de que el resto de barones sigan los pasos del valenciano. A juicio de los de Abascal, Mazn accedi a sus demandas motivado por la situacin de “debilidad” que enfrenta, que -creen- no le permita poner el listn demasiado alto. De no ser por eso, reconocen en la direccin de Vox, habra sido ms complicado que el valenciano aceptara sus exigencias. De hecho, reiteran que el pacto alcanzado es fruto de una negociacin que ha tenido como interlocutor al propio Mazn y su equipo -“todo se ha hablado con l”-, y as creen que su situacin personal ha resultado determinante.
En Vox son conscientes de que la posicin de la que parten el resto de barones populares, ajenos al cuestionamiento que rodea a Mazn, es distinta. Pero, aunque con prudencia, festejan que el movimiento del valenciano sienta un precedente y creen que el aval de Gnova al pacto sirve de “paraguas” para amparar a cualquier otro presidente autonmico que quiera tomar la misma decisin.
Ya hay algunos que parecen estar dispuestos. El PP cree que el pacto de la Comunidad Valenciana encarrila claramente otros dos presupuestos autonmicos, los de Aragn y Murcia. “Es complicado que Vox ponga condiciones diferentes en Murcia y Aragn a las que ha puesto a la Comunidad Valenciana”, aseguran fuentes de Gnova. “Y no hay ni un solo votante del PP que no est de acuerdo con lo que ha dicho Mazn” sobre inmigracin y cambio climtico, aaden. En Vox, efectivamente, sostienen que las lneas rojas impuestas al president sern las mismas en cualquier otra autonoma.
Para el equipo de Alberto NezFeijo, el molde de la negociacin valenciana sirve para las otras dos comunidades en las que hay opciones de aprobar las cuentas regionales de 2025. “Es ms parecido y homologable en el caso de Aragn y Murcia”, apuntan. No as en Baleares, donde Vox est muy dividido y Marga Prohens ya tuvo que retirar sus cuentas el pasado diciembre; en Extremadura, donde ya se han aprobado medidas fiscales que permiten tirar hacia adelante; o en Castilla y Len, donde Alfonso Fernndez Maueco no necesita presupuestos para conducir su proyecto hacia las elecciones, que tocan en febrero de 2026. O algo antes.
En el Gobierno de Murcia no ven excesivo problema en lo pactado por Mazn. De hecho, en el PP creen que su acuerdo es el siguiente y lo ven inminente. “El PP de Murcia mantiene un poco la misma postura contra el Pacto Verde. Hay que flexibilizar determinadas normas que estn afectado a la agricultura. Y en inmigracin, la Regin de Murcia est saturada y la consejera ya ha dicho que no se puede acoger a ms” menores migrantes en los centros murcianos. “No es nuevo lo que se ha dicho en Valencia con respecto a lo que estamos diciendo aqu”, atajan las fuentes consultadas por este diario. A sus crticas al Pacto Verde se suma que, hace dos semanas, el PP de Murcia ya apoy la mocin de Vox que instaba al gobierno regional a promover la repatriacin de menores migrantes.
Fernando Lpez Miras slo ha tenido hasta ahora “conversaciones informales” con Vox para los presupuestos. “Si se antepone el inters general, estamos convencidos de que no habr ningn obstculo para que la Regin tenga presupuestos. Ms an si se considera que tendrn una lnea muy similar a los que se aprobaron para 2024 con un claro refuerzo en las polticas sociales, la sanidad y la educacin”, aaden en su equipo.
En Aragn, aunque estn “sorprendidos” por el nivel de dureza dialctica de Mazn en dos de los asuntos troncales del discurso de Vox, no son precisamente pesimistas, pero quieren poner calma. Aseguran que ellos ya han “criticado el Pacto Verde”, mientras avisan a Vox: “Nosotros tenemos nuestro criterio, que significa que tomaremos nuestras propias decisiones. En lo que estemos de acuerdo se pactar y en lo que no, no”. Desde el Gobierno autonmico indican que, por el momento, se mantienen “conversaciones discretas” con la formacin a su derecha.
A las mismas dos autonomas, Aragn y la Regin de Murcia, miran los de Abascal como las que tienen ms posibilidad de ver cerrado un acuerdo presupuestario. La negociacin all con los barones populares, como suceda en la Comunidad Valenciana, se pilota desde la direccin nacional de Vox, con Montserrat Lluis a la cabeza. Vicesecretaria de Accin de Gobierno del partido, es quien acostumbra a liderar las conversaciones con el PP en los territorios. Los de Abascal insisten en que todo se maneja desde Bamb -aunque con participacin de sus dirigentes regionales- porque sus exigencias “son las mismas” para todos los barones. “Saben cul es la directriz de Vox para obtener esos presupuestos”, indican en la direccin del partido, asegurando que, para desbloquear las cuentas, bastar con que los populares repliquen el gesto de Mazn.
Con informacin de Eduardo Colom, Inma Lidn, Ismael Poveda y David Vigario