Espaa mira a Trump como arma electoral: Snchez como paladn contra los ultras, Abascal saca rdito de su amistad y el PP navega la peligrosa ola

Desde el 20 de enero, miramos atnitos hacia la Casa Blanca y nos preguntamos con el primer informativo de la maana qu ser lo prximo o quin ser el prximo. El presidente alemn, Frank-Walter Steinmeier, resumi en la apertura de la Conferencia de Mnich el estado de nimo de las instituciones europeas, los gobiernos y la ciudadana ante la aparatosa llegada de Trump. Europa est en shock, conmocionada por las amenazas de la Casa Blanca de acabar con el orden internacional establecido.

En Espaa, la clase poltica tambin se sobresalta con los informativos de la maana, como el presidente alemn, aunque a vista de pjaro, las direcciones de los partidos siguen a sus cosas. Estamos en un momento complejo, ante un cambio de la Historia, cuyas consecuencias an ni somos capaces de imaginar. La nueva administracin de Estados Unidos va a por Europa, con el uso de la fuerza. Trump va a condicionar toda la vida europea y el futuro en un contexto de guerra. Ms o menos, la nueva administracin nos ha dicho que nos busquemos la vida por nuestra cuenta, que no quiere saber nada de nosotros. Y mientras, en Espaa, el ecosistema poltico sigue con sus pequeas cosas, demostrando que no estamos a la altura de las circunstancias. As resumen algunas fuentes del Gobierno la preocupacin por un escenario infernal que no tiene fcil salida.

De momento, los partidos polticos espaoles afrontan la sacudida de Trump en el contexto de su batalla electoral permanente. Pedro Snchez se presenta como el paladn europeo contra Trump, Santiago Abascal intenta sacar rdito a su condicin de representante espaol de las ideas trumpistas que se extienden en muchos pases, y Alberto Nez Feijo intenta navegar como puede en esta inundacin para que el electorado no se deje llevar por los cantos de sirena de su competidor electoral por la derecha.

El papel de Snchez puede parecer fcil -soy el nico que puede frenar al trumpismo- pero como presidente del Gobierno tiene que compaginar el combate ideolgico contra el presidente americano con las relaciones entre los dos estados. En este sentido, el PP le acusa de irresponsabilidad. Snchez se comporta como si fuera a liberar a Europa de Trump. Trump es el presidente de Estados Unidos, un pas aliado con el que hay que tener buenas relaciones. En realidad, lo que hace es intentar huir de sus responsabilidades. Si hablamos de Trump no hablamos de Begoa, si hablamos de Putin no hablamos de amnista. Trump es el presidente de Estados Unidos, pero no es una prioridad para Espaa, que tiene problemas acuciantes, como el acceso a la vivienda. No vamos a seguir su juego. Snchez no puede pedir el voto en positivo para l, y lo que hace es pedir el voto para impedir que gobiernen otros, sealan fuentes de la direccin del PP.

Vox, el tercer partido de la Cmara y el que mantiene una relacin ms estrecha con la nueva administracin norteamericana, es el que ms clara tiene su posicin en este momento. Santiago Abascal apost desde el primer da por Trump y, aunque nadie se lo reconozca en Espaa, supo ver que el movimiento que recorra el mundo, coincidente con el proyecto de Vox, tena cada vez ms aceptacin entre los ciudadanos. Qu va a pasar ahora? De verdad la UE est dispuesta a entrar en una batalla contra Trump? Es suicida porque carece de fuerza y capacidad, la ha ido perdiendo en las ltimas dcadas, sealan fuentes de Vox. Este partido considera que el PP est en terreno de nadie.

El PSOE parece volver al OTAN no, bases fuera. Y el PP, con quin est el PP? Ayuso coquetea con Trump. Gonzlez Pons le insulta y Feijo no dice nada. Un partido que presuma de atlantista no puede situarse frente a Trump ni atacar a Santiago Abascal de forma tan brutal, desde todas sus terminales mediticas, sealan fuentes de la direccin de Vox. Mientras que desde el PP responden que son los dirigentes de Vox quienes no pierden ocasin de poner a caldo a los dirigentes del PP.

Lo que s parece claro es que la irrupcin de Trump ha abierto una nueva brecha entre el PP y Vox, que compiten por el mismo electorado. De acuerdo con los clculos de Vox, el partido podra situarse, con el viento a favor del crecimiento de sus aliados europeos, en una intencin de voto del 18%.

La direccin del PP tiene dudas acerca de que Vox pueda beneficiarse electoralmente de su alianza con el presidente americano y el resto de los lderes de la derecha ms radical. Ya veremos si Trump cumple su amenaza de establecer unos aranceles que perjudiquen gravemente a las empresas espaolas. Cmo va Abascal a presumir de patriotismo si Espaa se ve perjudicada por esas decisiones y Vox no puede hacer nada por impedirlo. A ver cul es la utilidad de este partido para mejorar la vida de los espaoles, aseguran los colaboradores de Feijo.

PP y Vox coinciden en una cosa. Los espaoles no son tontos. El miedo a lo que llaman fascistas, que son todos menos ellos, ya no cuela.