Enfado en el PSOE por el sealamiento de Daz: “Hace como el PP, dice lo que cree que le beneficia sin ver si tiene sentido”


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Creen en La Moncloa y en Ferraz que cuando sucede un escndalo o una crisis como la que atraviesan por la presunta trama corrupta liderada por Santos Cerdn, ex lugarteniente de Pedro Snchez en el PSOE, acontece a su alrededor una suerte de teatro donde cada partido interpreta su papel. Puestas en escenas ligadas a los intereses de cada formacin. Y con la corrupcin asumen que iban a poner distancia y endurecer sus discursos. Pero las palabras de Yolanda Daz, vicepresidenta segunda y lder de Sumar en el Gobierno, situando la corrupcin del PSOE como un problema de pas, acusando a Snchez de usar paos calientes han enfadado mucho a los socialistas y compaeros del Consejo de Ministros.

Yolanda vive en el da a da. Estn muy nerviosos con Podemos y se ponen creativos, seala un alto cargo socialista. En el partido no gust la comparecencia que ofreci en la cumbre de Sevilla, donde emple un tono muy duro, pero sin plantearse salir del Ejecutivo. Cargos y dirigentes socialistas sealan que qued desnuda en la entrevista a la maana siguiente en Onda Cero. Chica, prepratelo, que sabes que vas al potro de tortura, le afean.

En el PSOE molesta esa contradiccin de criticar con dureza al socio de Gobierno, pero no plantearse salir del mismo, pero enfada aun ms el sealamiento de la corrupcin socialistas como un mal endmico y el no haberse plantado frente a las crticas del PP y la oposicin. Est haciendo cosas propias del PP, que es decir aquello que cree que le beneficia sin pararse a ver si tiene sentido. Sin entender si es bueno para su marca. La imagen de Santos Cerdn en prisin avergenza al PSOE y no creen que cause ms dolor a Sumar que a ellos.

Pese al malestar en sus socios por lo que consideran falta de explicaciones y de contundencia por parte de Snchez, a la espera de qu anuncia este sbado en el Comit Federal y el da 9 en el Congreso, en La Moncloa creen a ningn partido le interesa ser el responsable de apretar el botn nuclear que provoque elecciones y propicie un gobierno del PP con Vox.

Y pese a la debilidad parlamentaria, la incapacidad de poder aprobar unos Presupuestos y no atreverse a llevar el incremento del gasto militar al Congreso, su visin es que pueden resistir. Es la orden que ha dado Snchez. Aqu la nica mayora que hay es para investir a un presidente, y ese es Pedro, describen fuentes socialistas. Seguimos ganando votaciones, es el clavo ardiendo al que se agarra La Moncloa. Somos conscientes del problema, pero la solucin no consideramos que pase por tirar la toalla. Reivindicamos nuestro derecho legtimo a intentar llegar a 2027.

Y en ese propsito de resistencia, las palabras de Daz generan un boquete. Nos han tocado tiempos de guerra, y en el frente hay que aguantar, sintetiza un buen conocer de la sala de mquinas del Gobierno. Hay que decidir si combatimos o nos cruzamos de brazos a esperar que venga la derecha. Porque para los socialistas, lo que ha hecho la lder de Sumar es dar municin a sus adversarios polticos. Podemos ser comprensivos con nuestros socios, pero no que venga al frente a decirnos que no hacemos nada.

Desde el PSOE piden a Sumar tranquilidad. Estn nerviosos, pero tienen que dejar de estarlo. La izquierda necesita tranquilidad. Lo que ha pasado es muy grave, pero no nos pueden convencer de que hemos robado cuando no es as.

Una situacin que tampoco ha ayudado a calmar las tiranteces entre los socios de Gobierno es que el planteamiento del PSOE fue que no queran salir sin ningn acuerdo de la reunin que mantuvieron este mircoles con Sumar en el Congreso, que se celebr a peticin de los magenta. Hacer un anuncio, o acordar medidas habra sido conceder un triunfo a Daz y jugar con la posibilidad de molestar al resto de sus socios. As que los anuncios que prepara Snchez en materia legislativa lo hace con vistas a su comparecencia en el Congreso el prximo da 9. Las medidas las tendrn que aprobar nuestros socios, que tambin estn jodidos por lo que est pasando. Es el momento de que nos escuchen todos, pero tambin se pronuncien todos, dicen los socialistas.

De momento, lo que intentar La Moncloa es calmar las aguas de Sumar y de sus socios con una comparecencia en la que ya han mostrado disposicin a incluir medidas habladas con los partidos en la ronda de contactos que encabez el propio Pedro Snchez tras conocerse el informe de la UCO sobre Santos Cerdn. Sabe Snchez y su equipo que en un momento de debilidad como ste las exigencias de quienes lo sostienen pueden ir en aumento y el listn se puede elevar, aunque fuentes gubernamentales trasladan su desesperacin sobre esta circunstancia: Es imposible que exijan ms, reconociendo que las cesiones han sido muchas para tratar de mantenerse a flote.





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