Encierro en un colegio en Rivas tras la ruptura de las negociaciones con Educación | Noticias de Madrid
Todo ha comenzado con un encierro. Siete horas después de que la Consejería de Educación ofreciera a los sindicatos bajar solo una hora lectiva a la semana a los profesores no tutores de Secundaria, Formación Profesional y de régimen especial a partir del curso 2026/2027, unas 20 personas se han encerrado en el centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Jarama, en el municipio madrileño de Rivas-Vaciamadrid. Integrantes de sindicatos como CC OO, CSIF y ANPE han pasado la noche en los salones del colegio, rodeados de dibujos de niños, carteles con las tablas de multiplicar o con lecciones de gramática.
Aida San Millán, responsable de Enseñanza Pública en CC OO, cuenta que la elección del lugar para el primer encierro no ha sido casual. “Hemos elegido un colegio de primaria, porque desde 2011 se ha creído que el golpe más fuerte fue en la Secundaria. Ahora, el consejero de Educación [Emilio Viciana] deja por fuera a la primaria en la propuesta escrita. Los menosprecia por completo”, afirma San Millán, desde un salón del Jarama. “Este parecía un buen sitio para empezar y dar el primer golpe de efecto”, agrega.
Han sido 20 personas las que han pasado la noche en el colegio, pero por los salones han pasado otras decenas de personas a darles unas palabras o un abrazo de apoyo. Han venido miembros de sindicatos de enseñanza, padres de familia de este y otros colegios de Rivas, profesores del municipio, líderes de la estatal sindical de enseñanza de CC OO y hasta la alcaldesa de Rivas, Aída Castillejo, con algunos de sus concejales. La responsable de Enseñanza Pública en CC OO explica que en Rivas han tenido “facilidad para conseguir un aula” donde montar una asamblea permanente y donde hacer un encierro desde las 18.00 del lunes a las 7.15 del martes.
Por los pasillos ruedan maletas que llevan alimentos, sacos de dormir y mantas. Entre el barullo, se escuchan comentarios sobre lo que sucedió en la reunión con el consejero Viciana, la mañana del lunes. Francisco Rodríguez, secretario de Acción sindical de ANPE-Madrid, confirma que el encuentro fue tenso. “No había una expectativa muy favorable, pero lo que de verdad no esperábamos es que la reducción empezara a partir de 2026, creíamos que sería algo más serio”, comenta Rodríguez, a partir de lo que contó el presidente de la ANPE.
El 8 de abril era una fecha clave en el calendario de negociaciones de la mesa sectorial de educación, era el día límite que tenía la consejería para presentar una propuesta por escrito a CC OO, UGT, ANPE y CSIF una propuesta de acuerdo para mejorar las condiciones laborales de los profesores de la enseñanza pública de la Comunidad de Madrid.
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La principal exigencia era reducir el horario lectivo a los profesores de Infantil, Primaria y Educación Especial de 25 a 23 horas a la semana y a los profesores de Secundaria de 20 a 18 horas, así como conseguir otras mejoras laborales. A finales de 2023, Educación, según CC OO, había planteado de forma verbal en la mesa de negociación reducir a los profesores de Secundaria de 20 a 18 horas lectivas a la semana y suprimir las horas complementarias para los profesores de primaria, todo dio marcha atrás este lunes. “La Comunidad de Madrid se va a situar a la cola de España porque va a ser la única que no tenga esa disminución de horas lectivas”, comenta San Millán, de CC OO.
Un momento después llega María Amarillo, delegada de CSIF, el tercer sindicato con más representación en el sector, y advierte de que la oferta de la consejería solo beneficia a los no tutores de secundaria. “Es decir, a un 20% del profesorado”, resalta Amarillo, “y no han ofrecido nada para primaria”. De reducción de tareas burocráticas, subidas salariales y permisos y licencias tampoco hubo nada, añade Amarillo. “Llevamos los últimos meses afinando propuestas tras la oferta verbal y al final todo ha sido en vano”, lamenta la delegada.
El secretario de Acción Sindical de ANPE-Madrid cuestiona que el argumento de la Consejería para no acceder a las demandas sindicales es que no haya recursos suficiente. “La Comunidad de Madrid presume de todo lo que recauda, que hasta baja impuestos, y yo creo que dinero para esto sí hay”, agrega Rodríguez.
La reducción horaria es una petición de los sindicatos desde que en 2011 se aumentara la carga horaria en Madrid, como también se hizo luego en todos los territorios por Real Decreto. Fueron medidas que se implementaron de cara a la crisis para garantizar la educación pese a los recortes a los interinos. Una década después, los profesores de la Comunidad de Madrid siguen con la misma carga, mientras que otras regiones ya han avanzado hacia una reducción progresiva de horarios lectivos.
Cada caso ha sido distinto, explica Héctor Adsuar, Secretario de Educación Pública No Universitaria de CC OO, de pie en un pasillo, tras saludar a los encerrados. Adsuar muestra una tabla que marca qué comunidades han reducido nuevamente las horas lectivas. “Madrid es la única autonomís que en el curso 2024/2025 no habrá reducido horarios ni para primaria ni para secundaria”, comenta. Murcia, por ejemplo, vuelve a las 18 y 23 horas respectivamente, tras una baja progresiva que comenzó hace unos años. Y Galicia cumplirá este año con las horas en Primaria, pero aún están pendientes las negociaciones para secundaria.
“Necesitamos liberar esas horas lectivas porque necesitamos corregir exámenes, hacer proyecto, adaptar las actividades a los niños, prepararnos… ¿Hoy cuándo se hace? El profesorado lo hace en sus casas con su tiempo personal”, anota San Millán. Ella misma rd profesora de inglés en educación primaria desde hace unos 15 años y vio cómo cambió la vida de profesores y alumnos tras los recortes y el aumento de horarios por la crisis.
Jaime De León, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) Rivas, agrega que esto afecta no solo a los profesores, sino a la calidad de la educación. “No solo es lo puramente contractual, a nosotros nos interesa que la educación pública funcione en la medida que niños y niñas lo necesiten, que haya un cuidado personalizado”, afirma De León, que ayudó en la logística para que las familias del CEIP Jarama entendieran por qué allí habría un encierro.
Mientras los responsables sindicales explican la historia de esta larga lucha sindical, al fondo, otros delegados van y vienen con comida y bebidas para un picoteo. Cada tanto, se los escucha cantar y tararear: “No nos moverán, no nos moverán. Del colegio Jarama, no nos moverán…”. Cuando cae la noche y el frío se cuela por debajo de las puertas, una parte del grupo se apresura a preparar tapetes, colchonetas, colchones inflables y a cubrirlos con mantas y cojines para descansar. Otros, llevan la comida a la sala de profesores, para compartir y matar las horas antes de la madrugada. El colegio debe quedar vacío e impecable antes de que entren los alumnos a las 9.00.
El encierro en el CEIP Jarama es la primera de una serie de acciones que han planeado los sindicatos para las próximas semanas. El 22 de abril habrá una concentración frente a la Consejería de Educación y el 9 y 21 de mayo se convocará a huelga a los profesores de la pública de la Comunidad.
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