El PSOE da las primeras pistas de su defensa del pacto: “Como el PP no lo hizo…”
Pasan los das, sigue el silencio, crecen las dudas. El PSOE espera a que pase la investidura de Salvador Illa para pronunciarse sobre el acuerdo alcanzado con ERC mientras sus lderes regionales demandan explicaciones, un debate interno o avances, como lo prometido a Catalua, en materia de financiacin territorial. Pero tanto en Ferraz como en Moncloa esperan que el impacto de este acuerdo sea similar al de los anteriores alcanzados a lo largo de la legislatura: que tras el shock inicial, se produzca el cierre de filas.
La explicacin de este control contra todo pronstico se encuentra en la reinterpretacin de estos acuerdos el da despus: estudiados matices, letras pequeas, sutiles golpes de timn, aclaraciones de precisin quirrgica. Un as escondido que siempre aparece a posteriori, como ya adverta la pasada semana el Partido Popular a ERC: Gnova, a pesar de las crticas, no cree que Snchez ejecute todo lo prometido a los republicanos en materia de financiacin para hacer president a Salvador Illa. Les est engaando, opin Miguel Tellado. Es imposible de cumplir, dijo el portavoz del PP.
Los populares consideran que la propia idea de un concierto econmico propio para Catalua es inconstitucional -de hecho sus presidentes autonmicos acudirn al Tribunal Constitucional si efectivamente Catalua abandona el rgimen comn de financiacin-, pero creen que el silencio estratgico del PSOE sobre el acuerdo esconde un matiz de ltima hora que podra hacer cambiar el sentido de lo firmado.
Las pocas declaraciones realizadas desde el aparato socialista en los ltimos das no permiten apreciar este hipottico cambio de rumbo, pero s quiz la apertura de un nuevo marco poltico en el que el Gobierno estuviera dispuesto a reformar el sistema de financiacin territorial. El mircoles Snchez defendi el paso en la federalizacin que supone el pacto, y ayer fue la portavoz del PSOE, Esther Pea, quien reproch que el PP no reform el sistema de financiacin autonmica cuando gobern Mariano Rajoy.
En la misma lnea se pronunci ayer Jssica Albiach, de los comunes -tercera pata en el acuerdo para investir a Illa-, que en una entrevista en La Vanguardia consider que sta es una oportunidad para que se abra un debate con otras regiones infrafinanciadas. Un escenario muy diferente al actual, en el que las autonomas se han rebelado contra el trato a Catalua.
Que cambie o no el nivel de malestar interno en el PSOE depender del rumbo que tome su cpula en los prximos das. No sera sta la primera vez que el PSOE matiza o diluye lo acordado con sus socios das despus de hacerse pblico el compromiso. Se vio en diversas ocasiones el pasado otoo, cuando Snchez trataba de amarrar apoyos para su investidura a cambio de nuevas cesiones a formaciones nacionalistas e independentistas.
En noviembre lo hizo la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, Mara Jess Montero: horas despus de cerrar un acuerdo con el PNV relativo al traspaso de la Seguridad Social al Pas Vasco, consider difcil llevar a cabo este cambio. Y zanj la crisis al aseverar que no se iba a singularizar nada.
Montero es precisamente sobre quien recae ahora el foco como titular de Hacienda de cara a una respuesta sobre las opciones de Catalua de cara a una soberana fiscal. Al respecto, el acuerdo habla de impulsar un sistema de financiacin singular que avance hacia este modelo independiente, pero no figura el trmino de concierto para Catalua, por lo que los plazos y mtodo de ejecucin de este sistema de financiacin singular no han sido concretados por ahora.
Pero hay ms precedentes. Aquel noviembre, el secretario de Organizacin del PSOE, Santos Cerdn, pidi leer bien el prrafo del acuerdo con Junts para la investidura en el que se prometa la creacin de comisiones parlamentaria para determinar los casos en los que se ha podido instrumentalizar la justicia para hacer una persecucin poltica, la prctica conocida como lawfare. No se est hablando de lawfare por parte del PSOE, matiz entonces Cerdn.
La situacin, no obstante, es de mayor sensibilidad en estos momentos. Lo contaba EL MUNDO ayer: el enfado territorial en los cuadros del PSOE es ms profundo ahora que con la amnista. Tanto que regiones afines a Ferraz, como Galicia o Murcia, han reclamado ya su particular singularidad. Todo a la espera de una respuesta, orgnica o institucional, que confirme las exigencias de ERC o calme a las regiones. O, por muy inverosmil que parezca, una explicacin que logre ambas pretensiones.