El PP ve un filn en el giro trumpista de Abascal: “Nos lanzamos a por sus votantes sin ir al cuerpo a cuerpo”
“Se est hablando de nuestros temas: inmigracin, seguridad, defensa, libre mercado… tenemos que aprovecharlo”. Este diagnstico de un alto cargo del PP fija de manera concisa y certera el punto de inflexin en el que se encuentra ahora mismo el principal partido de la oposicin. El entorno internacional favorece de manera ms clara que nunca los mensajes clsicos de liberales y conservadores, frente a un Pedro Snchez rezagado y remiso en lo que se refiere al impulso militar y frente a un Santiago Abascal alineado al mximo con Donald Trump, adalid actual del proteccionismo antiliberal y punta de lanza, junto a Vladimir Putin, de los ataques al corazn de la UE. Y que ha abandonado a Giorgia Meloni por el prorruso Viktor Orban.
El terreno de juego de la poltica internacional ha basculado, en efecto, hacia la derecha. Se est hablando ms que nunca de defensa, de libre mercado y de seguridad, es cierto, pero la pregunta clave es: y qu va a hacer el PP en esta coyuntura? Cul es el plan de Alberto Nez Feijo para liderar la conversacin pblica y seducir tanto a los moderados como a los descontentos con el giro orbanista de Vox?
Por ahora, la direccin de Gnova rehsa desvelar sus cartas. Cree que ahora le toca “mojarse” a Snchez y no piensan “preconcederle” el apoyo ni siquiera en un tema tan franco como el del incremento del peso relativo del gasto en defensa hasta el 2% del PIB. Feijo no slo apoya este esfuerzo inversor, sino que ha firmado junto a sus correligionarios del PP Europeo elevar el umbral al 3%. Pero se lo pondr difcil al PSOE para darle su apoyo. Despus de 16 meses sin interlocucin con Snchez, Feijo pondr condiciones. Para empezar, le reclama que le comparta toda la informacin, de manera que la reunin que ambos mantendrn el jueves sea til, y no el cumplimiento de un mero trmite.
Gnova tiene que conjugar una posicin de “partido de Estado” con la mano dura con Snchez. Por qu? Porque la cpula del PP ha detectado un trasvase muy claro de votos desde Vox hacia sus siglas, despus del giro trumpista de Abascal. El butrn demoscpico es clarsimo: en las encuestas internas que manejan los populares, Vox ha perdido nada menos que 2,3 puntos porcentuales de intencin de voto en un solo mes, mientras que el PP ha subido 2,4. El trasvase es casi equivalente.
Una encuesta de Metroscopia del 4 de marzo llega a tres conclusiones sobre el actual trasvase de votos de Vox al PP. La primera: “La victoria de Donald Trump, que podra implicar un revulsivo electoral para Vox, estara generando malestar en algunos de estos votantes en la medida en que el discurso del nuevo presidente estadounidense resulta contrario a los intereses de la Unin Europea y de Espaa”. La segunda: “La poltica de la nueva Administracin americana hacia la situacin en Ucrania y el aparente alineamiento de Vox con estos postulados confronta con la opinin de una parte importante de sus votantes”. Y la tercera: “Pese a todo ello, Vox obtendra un mejor resultado ahora que en las ltimas elecciones generales, lo que evidencia la solidez de su electorado”. De hecho, PP y Vox sumaran 188 diputados en esta encuesta, 12 por encima de la mayora absoluta.
El plan del equipo de Feijo es intentar asimilar a todos esos votantes descontentos de Vox por smosis ideolgica, sin entrar al “cuerpo a cuerpo con ese partido. “Mientras Abascal nos insulta nos lanzamos a por sus votantes y a por el de aquellos que consideran que no deberamos pelear entre nosotros, sino hacerlo con Snchez, con Podemos, Sumar y con los independentistas, a los que Snchez s incluye la ronda de contactos”, al contrario que a Vox, explican.
La estrategia actual de Abascal pasa por endurecer su crtica al PP, al que acusa de haber echado a perder la UE con sus acuerdos con los socialdemcratas europeos. No slo eso, sino que ahora supedita su apoyo a los presupuestos de las autonomas populares a que el PP espaol rompa con el Gobierno comunitario de Ursula von der Leyen, que es del PP. Una Comisin Europea, por cierto, en la que hay un comisario hngaro de Viktor Orban al que Vox no le pide que rompa los acuerdos.
Abascal interpela recurrentemente sobre esto a Feijo, que lo ha ignorado por completo hasta ahora. “No vamos a entrar en el cuerpo a cuerpo que plantea Vox con el presidente del Partido Popular. Por eso a Abascal le responde Smper y no Feijo”, explican en Gnova.
Frente a los “ataques” del presidente de Vox, el PP quiere evidenciar que ellos s defienden al electorado de su partido rival. “Nosotros defendemos la legitimidad de cualquier partido a ser tenido en cuenta por el presidente del Gobierno de Espaa”, apuntan fuentes del entorno de Feijo, que no ocultan su intencin de amparar al electorado de Vox: “Cuando Snchez tiene un desprecio [no invitarlo a sus ronda de contactos] hacia un partido que tiene 12,4 puntos de voto en este pas, intentamos representarles”. “Nos diferencian muchas cosas con Vox, pero Vox no nos consta que quiera reventar este pas por dentro y los independentistas s”, diferencian.
Tiene, por tanto, el PP un filn en el electorado de Vox descontento con el giro trumpista y orbanista de Abascal? La respuesta de Gnova es clara y meridiana: “Efectivamente”.