El hospital de Móstoles lleva más de un mes con los quirófanos cerrados por las tardes, mientras la lista de espera “sube como la espuma” | Noticias de Madrid
El hospital universitario de Móstoles, desde principios de marzo, cierra los quirófanos a cal y canto por la tarde. No ha sido una decisión de la dirección del centro, sino una especie de huelga de los profesionales del servicio quirúrgico y de anestesiología, que han decidido unánimemente dejar de trabajar en ese horario. Ha sido una decisión extrema, que “no se ha tomado de un día a otro”, con la que intentan llamar la atención de la gerencia y el Sermas respecto a la baja retribución económica que tienen estas horas extraordinarias y la sobrecarga de trabajo, una patología crónica del sistema de salud madrileño. Con los llamados pactos de gestión, o peonadas, la Comunidad de Madrid, desde hace más de una década, ha intentado dar salida a las largas listas de espera quirúrgica en los hospitales públicos a costa de que el personal trabaje horas extra, ya sea en turnos de tarde o de fin de semana. Desde la Consejería de Sanidad aclaran que la suspensión de la actividad quirúrgica extraordinaria en horario de tarde en este hospital “ha tenido limitado impacto en la dinámica asistencial”. En cambio, los profesionales aseguran que la lista de espera quirúrgica “sube como la espuma” y temen que la solución sea que la privada la absorba.
La gerencia del hospital ya ha señalado a los miembros de estos servicios, según cuentan varios profesionales consultados por este diario, por no priorizar el “compromiso” con su trabajo frente al “enriquecimiento”. Sin embargo, para Fermín, uno de los cirujanos en esta especie de huelga cuyo nombre real prefiere no revelar por miedo a las represalias de la directiva, no hay mayor compromiso que el que demuestran sus compañeros haciendo hasta seis guardias al mes y trabajando horas extra. “Hay que tener en cuenta que esos turnos de tarde los hacíamos después de haber trabajado por la mañana”, aclara. Los trabajadores denuncian que el sistema de pago de los pactos de gestión es “desigual” y “poco transparente” según el hospital y aseguran que en Móstoles el precio por hora está 30% o 40% por debajo de otros centros.
Desde finales del año pasado varios trabajadores del servicio quirúrgico y de anestesiología pidieron a la directiva del hospital de Móstoles que se les aumentara el pago de las horas de tarde acorde a la subida del IPC, cuenta Elena, una trabajadora afectada que tampoco quiere revelar su nombre real. “Era una subida de 20 a 30 euros por tarde, no más”, señala. Sin embargo, tanto el propio hospital como la gerencia del Sermas comenzaron a dar largas diciendo que el sistema actual es “adecuado y justo”, añade Elena, y se hizo poco más.
Sin embargo, un portavoz de la Consejería de Sanidad asegura que se está trabajando en la revisión y actualización de un catálogo centralizado de procedimientos y pruebas incluidos en los pactos de gestión, “teniendo en cuenta los incrementos en costes salariales y otros factores para seguir mejorando la distribución de los recursos”. Y añade que, también, se lleva a cabo una “homogeneización de criterios y tarifas entre centros, que eviten desigualdades entre hospitales” y que se trabaja en “la estandarización de los criterios de distribución de las cuantías asignadas para la realización de actividad extraordinaria”.
“Nuestro sueldo base es muy bajo en toda España y tenemos que complementarlo con estas actividades”, confirma Juan, otro de los cirujanos del hospital de Móstoles, cuyo nombre prefiere no revelar. Si embargo, aclara, llega un momento en el que la sobrecarga es tanta que “o te vas del hospital, o te quedas y haces algo”. Si desde octubre de 2024 gran parte de los trabajadores del servicio quirúrgico dejaron de hacer estas peonadas, el cierre definitivo de los quirófanos ocurrió en marzo con la decisión unánime de los anestesiólogos ―cuya labor es transversal a todas las especialidades― de unirse al resto.
Desde la consejería informan que, además de la homogeneización del catálogo, “se está evaluando la posibilidad de incrementar los recursos asignados a los pactos de gestión”, pero no ha dado más detalles al respecto. Aumentar el pago de las horas de tarde mejorará la situación actual de los médicos, pero no es esta la solución definitiva para el déficit del servicio, aclara Mar Láinez, urgencióloga y delegada de Amyts en el hospital de Móstoles. “La actividad quirúrgica debería realizarse por completo dentro de la jornada ordinaria”, señala. “No es que defendamos los pactos de gestión, sino que queremos que, si ya existen, al menos se regulen y se paguen como se debe”.
La lista de espera crece en la sanidad ‘low cost’
Los equipos quirúrgicos del hospital de Móstoles que se han detenido son los de cirugía general, traumatología, urología, oftalmología, dermatología y anestesiología. Todas las operaciones de esas especialidades que antes se realizaban en las tardes, ahora, según la gravedad, se recolocan en el turno de la mañana o se les pone en lista de espera. “Por la mañana solíamos operar tumores oncológicos, que desgraciadamente tenemos muchos y son más complejos, y en la tarde otras patologías leves, como podrían ser unas hemorroides”, explica Juan.
La Consejería de Sanidad señala que la lista de espera quirúrgica en marzo es de 1.613 pacientes, con una demora de 43,7 días, y añade que el 87% de los casos corresponden a intervenciones con prioridad normal, un 7% son preferentes y un 6% oncológicas. “Estas cifras reflejan la correcta adecuación a los criterios de prioridad, para reducir, aún más, los tiempos de espera”, dice el portavoz.
Sin embargo, Juan calcula que en el último mes se ha dejado de atender a unos 90 pacientes solo en el área de cirugía general. Aunque los datos oficiales de la lista de espera aún no son muy llamativos, los trabajadores saben que cada día que pasa con los quirófanos cerrados en las tardes acentúa la demora. “No sabemos qué han hecho con ellos [los que no han podido ser intervenidos]. Eso creará una bolsa de espera que tendrá que salir por algún sitio”. El temor de los médicos es que la solución sea la de siempre: pasar el trabajo a la sanidad privada.
En Móstoles hay dos centros hospitalarios del Sermas, el hospital universitario de Móstoles, 100% público, y el hospital Rey Juan Carlos, que es público pero gestionado por el grupo Quirón. Cuando la lista de espera se acumula en el primero, una de las soluciones es enviar a los pacientes al segundo, cuya empresa gestora recibe un pago extra por parte de la Comunidad de Madrid por atender a pacientes de fuera de su área de referencia. Es lo que se llama externalización del servicio, o sistema de la libre elección en caso de que sean los propios pacientes los que decidan trasladarse de un centro a otro. Con este proceder pierde el ciudadano al que no se puede atender en su hospital de referencia, pero ganan las empresas de salud privadas que se enriquecen con la decadencia de la pública. Juan lo resume de otra manera: “En Móstoles tenemos una sanidad de gestión privada con un hospital nuevo y rápido, y luego una sanidad low cost, donde hacemos lo mismo, pero nos pagan menos”.