El Gordo de Navidad siembra la tensión seis meses después en tres colegios de San Blas | Noticias de Madrid



A las 11.27 de la mañana del 22 de diciembre, un niño del colegio de San Ildefonso daba el gordo de este año. “Setenta y dos mil cuatrocientos ochentaaaaaa”, gritó Piero Rai ante toda España. “Cuatro millones de eurooossssssss”, acompañaba Alice Ríos. El premio tocaba en La Rioja y por extensión en un modesto club de baloncesto del Distrito San Blas-Canillejas. Como todos los años, alguien del club, Distrito Olímpico, había comprado más de mil décimos en la administración agraciada de Logroño porque “le caía bien el lotero” así que la suerte viajó a Madrid y con ella las miles de participaciones que se vendieron mano a mano en apoyo a un modesto club muy querido en el barrio. Antes de las 12 del mediodía ya había decenas de personas a las puertas del club que los había hecho millonarios. Pronto las calles del distrito comenzaron a oler a sidra y champán.

Seis meses después, el dinero llamado a bendecir el antiguo barrio obrero se ha convertido en motivo de discordia en tres colegios diferentes: el Álvaro de Bazán, el Julián Marías y el República de Panamá.

En total, el club de baloncesto llegó a vender un total de 10.400 participaciones con el número del Gordo de la Lotería de Navidad, que se repartieron entre 5.387 personas. El Gordo de Navidad repartió en España un total de 417.600.000 euros.

Todas ellas habían comprado una o varias participaciones de 10 euros por papeleta. Pero en otros casos se regalaron y en otros muchos fue el propio club el que las regaló entre conocidos de la directiva y ahí empezó un problema que dura hasta hoy. La alegría dio paso a un virus de mal ambiente, reproches y silencios sobre el dinero que han llegado incluso hasta los colegios agraciados. De hecho, las Asociaciones de madres y padres de los tres colegios también resultaron agraciados con cantidades cercanas a los 80.000 euros que sí revertirán en el centro educativo.

Sin embargo, en estos tres casos, varias de esas papeletas fueron a parar a los directores de colegios cercanos al club de baloncesto. A cada papeleta le corresponderían 32.800 euros, la décima parte de cada uno de los décimos oficiales adquiridos por el club Uno de ellos fue el Instituto Álvaro de Bazán, cuya directora tenía dos papeletas, o sea 65.600 euros, al restarle los impuestos. Algo similar pasó con el colegio Julián Marías, que se repartieron entre el equipo directivo dos papeletas el día del sorteo y que se repartió. Según varios padres de estos colegios, ambos directores guardaron silencio hasta que los padres lo descubrieron y pidieron que el dinero revierta en el colegio. En el caso del Álvaro Bazán, su argumento es que la directora recibió el dinero gracias al cargo que tenía exigieron que lo entregara al colegio. Algunos padres barajan la posibilidad de contratar un abogado y denunciar a la directora.

Desde el club explicaron a este periódico que no hay controversia alguna y que las papeletas premiadas son “al portador” y que los directores son dueños de ese dinero. El propio club había pagado a los beneficiarios el premio del gordo con un sistema creado para ello. Cada beneficiario accedió al registro a través de la página web del club. Allí, ingresó sus datos: nombre, apellidos, dirección, email y teléfono; los detalles de las rifas: el número de papeletas que posee, si son o no compartidas, especificar el número que aparece sobre el papel, y adjuntar una foto del DNI. Una vez revisados los datos, el club contactó con cada agraciado que fue citado en el club, donde tuvo que mostrar su papeleta para recibir su cheque nominativo y un certificado de pago.

El ambiente en el Álvaro de Bazán y en el Julián Marías se ha enrarecido. Un grupo de padres de ambos colegios, miembros de la AMPA, reprocharon a los directores por haber cobrado el dinero sin avisar y le exigieron que ese dinero se dedicara a mejoras en el colegio. Su argumento es que ellos lo recibieron por ocupar el cargo que ocupan. Ellos se negaron a compartirlo ni tenían que dar más explicaciones sobre su dinero, dijeron a los padres. El ambiente se ha ido enrareciendo con el paso de las semanas y la directora del colegio se quejó de que le tiraran una bolsa de basura en casa.

Otro director de un colegio en el barrio de Amposta, sin embargo, decidió donar al colegio la cantidad recibida. ¿Cuál es la diferencia? Que en el primer y segundo caso supera los 65.000 euros de premio de la lotería y en el tercero no llegaba a los 3.000.



Source link