El Gobierno desmonta el espionaje en Marruecos y deja a Espaa a ciegas sobre seguridad e intereses comerciales
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el servicio de espionaje espaol, ha limitado su actividad en Marruecos. As lo aseguran a EL MUNDO fuentes de toda solvencia, que aaden que las labores de inteligencia y contrainteligencia en el reino alau estn paralizadas desde hace, al menos, tres aos, por una restriccin “manifiesta” de la presencia de agentes. Indican que en este extenso periodo los equipos que antes prestaban servicio en Rabat se han aligerado dejando las delegaciones nicamente como una presencia testimonial y algn agente para labores burocrticas, “no de inteligencia”. Sin explicaciones, aseguran, el Gobierno repleg a sus miembros del servicio secreto.
Segn informan las mismas fuentes, en estas delegaciones -infraestructuras encubiertas en las que se establecen los equipos cuando llegan al pas para cumplir su misin- no hay espas. Hasta que se restringi la presencia del CNI en el reino de Mohamed VI, haba numerosos grupos asentados vigilando reas tan vitales para Espaa como defensa, el sector geopoltico, el de seguridad-yihadismo, el migratorio o el empresarial. Sin embargo, la orden que se recibi -segn explicitan- sac a los agentes de manera abrupta y, desde entonces, “ya no se han desplazado”. Fuentes de la inteligencia consultadas por este peridico no ocultan su malestar por la actual situacin y la falta de informacin sobre su “no presencia” en Marruecos, un territorio cuyo control a nivel de espionaje consideran “crucial” para Espaa. Entienden que es “necesario” permanecer en el pas.
Desde el CNI niegan este escenario. “Las necesidades informativas que tiene el CNI en Marruecos estn bien cubiertas. Es falso que haya habido una limitacin”, indican. La salida de los agentes denunciada se produjo en un contexto de acercamientos, en forma de acuerdos, de Pedro Snchez con Rabat en materia de seguridad y migracin as como con el giro sobre el Shara Occidental, con el reconocimiento por parte de Espaa del plan de autonoma presentado por Rabat para la solucin del conflicto en ese territorio que supuso un bandazo en la histrica posicin de Espaa, que haba venido apoyando un referndum de autodeterminacin en su ex colonia. Desde entonces, el Ejecutivo de Snchez, que nunca ha explicado los motivos de su renuncia sobre el Shara, ha mantenido una posicin discreta con el pas buscando estabilidad.
“El Gobierno no quiere molestar a Marruecos. Por eso ha sacado de all al CNI, para evitar cualquier tipo de problema o de malentendido que comprometa la relacin”, argumentan fuentes de la inteligencia nacional con mucha experiencia en el terreno. No encuentran explicacin a que, insisten, se hayan “desmontado” los equipos puesto que no se trata de una zona de conflicto. Y explican: “Es normal que estas labores no se realicen en pases o regiones con conflictos graves o muy graves para preservar la seguridad de los funcionarios pero este no es el caso”.
A pesar de la poltica de no agresin con Rabat seguida por el Gobierno, esta estrategia de cautela no siempre ha funcionado. En este tiempo, Marruecos ha tensado la cuerda con Espaa en ms de una ocasin. La inmigracin desde territorio marroqu ha puesto en serios aprietos al Gobierno despus de que el reino alau demostrara su capacidad de presionar a Espaa en mayo del 2021, al facilitar el acceso a la frontera con Ceuta a sucesivas olas de personas migrantes. Casi 8.000 lograron entrar en la ciudad autnoma en apenas unos das. Fue la respuesta de Rabat a la acogida por parte de Espaa al lder del Frente Polisario, Brahim Ghali -con pasaporte espaol-, para darle asistencia sanitaria debido a la gravedad de la enfermedad que padece. Fueron los servicios de inteligencia marroques quienes alertaron de la situacin y Rabat respondi con una avalancha de migrantes hacia Ceuta, previa al giro sobre el Shara.
A propsito de aquella entrada masiva se habra producido la primera de las intrusiones del programa de espionaje Pegasus en terminales del miembros del Ejecutivo espaol. Segn investigaciones independientes, se habran violentado los telfonos mviles de Pedro Snchez; la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Un informe publicado en el peridico britnico The Guardian apuntaba a Marruecos como autor del espionaje a ms de 200 mviles espaoles que habran sido seleccionados como objetivos de vigilancia por parte de un cliente de la compaa israel NSO Group. En 2023, una misin de eurodiputados visit Espaa para buscar evidencias sobre la autora del espionaje a miembros del Gobierno a travs del programa Pegasus y consider “plausible” que Rabat estuviera tras las escuchas que afectaban al presidente del Gobierno y a sus dos ministros.
“No est claro que haya un Estado o un grupo detrs del espionaje al Gobierno, pero hay elementos que apuntan a Marruecos”, desliz el portavoz de la misin, Jeroen Lenaers, quien reconoci que algunos de sus interlocutores “se negaron a comentar los posibles vnculos con el pas africano por miedo a represalias de las autoridades marroques” y que ello ya supone en s mismo un indicio. Tras este alegato acusatorio, los diputados europeos centraron sus crticas en la falta de colaboracin del Ejecutivo de Pedro Snchez con la investigacin. Protestaron los enviados de la UE por no haberse podido reunir con altos cargos del Gobierno, en concreto con el ministro de Presidencia, Flix Bolaos, despus de que slo se les permitiera entrevistarse con el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Pascual Navarro.