El Gobierno desconfa de las “tretas” del PP en la Conferencia de Presidentes: “Tenemos poca fe en su institucionalidad”
El Palacio de Pedralbes era una antigua finca de origen medieval, adquirida por la familia Gell y transformada en el edificio seorial y que fue la residencia de la Corona espaola durante sus visitas a Barcelona entre los aos 1919 y 1931. En una burbuja quiere el Gobierno meter esta antigua masa del siglo XVII, la utopa de aislar la Conferencia de Presidentes de la confrontacin, el choque y el fango que dominan la poltica espaola. En La Moncloa afrontan la cita con incertidumbre por ver cmo actuarn los presidentes del PP. Tenemos la sensacin de que alguna treta harn. Tenemos muy poca fe en la institucionalidad del PP, dicen en el seno del Gobierno. La hoja de ruta de Pedro Snchez pasa por exhibir perfil institucional, de ah el tomar la iniciativa con la propuesta de un acuerdo estatal en vivienda, en un momento donde los escndalos se le acumulan a los socialistas.
La Moncloa lanz el mircoles, en plena vorgine del caso Leire Dez, y minutos despus del show -como lo califican algunos ministros- de sta y Vctor de Aldama esta propuesta de acuerdo estatal para triplicar la inversin en vivienda pblica y blindarla de por vida. Saban que, dada la actualidad, era un tiro al aire. Que, de nuevo, una medida estrella, una propuesta importante iba al desage. Pero la apuesta tena como finalidad presionar al PP y tratar de voltear la percepcin: ante una cita con pocas o nulas expectativas de acuerdo, mostrar voluntad e iniciativa por su parte. Creemos que la propuesta los descoloc. No lo esperan, es el anlisis en la sala de mandos del Ejecutivo.
El Gobierno defiende la Conferencia de Presidentes como un foro distinto al Congreso o los parlamentos autonmicos, tratando de poner en valor la cogobernanza y la colaboracin. Pero asumen, como por ejemplo en la ltima cita en Santander, que el clima y la dialctica de la escena poltica impiden que as sea. Por nosotros no va a ser, pero…. En las ltimas semanas, con escndalos que cercan al PSOE o al Gobierno, con decisiones e investigaciones judiciales, muchas medidas y oportunidades para esgrimir gestin no han tenido foco: los datos histricos del paro, la vivienda, ayudas sociales… En el Ejecutivo ven todo esto como una carrera de fondo: seguir impulsando medidas, acumular bueno datos econmicos que respalden su gestin y sirvan de contrapeso a las crticas de la oposicin.
Es en este marco donde Snchez aprovecha el foco y el foro que supone una Conferencia de Presidentes para lanzar la propuesta de un acuerdo estatal en vivienda y, al tiempo, poner en una suerte de aprieto a los presidentes populares, obligadas a posicionarse. En La Moncloa buscan un movimiento que en trminos polticos se define como win-win: si hay acuerdo, se anotarn el tanto; si el PP lo rechaza tendrn municin poltica para criticarlos, al tiempo que sacudirse, al menos momentneamente, la presin de escndalos como el de Leire Dez o Vctor de Aldama. Lo que quieren en el equipo de Snchez es retratar al PP, ponerlos frente al espejo. Snchez quiere poner en el foco en la vivienda y no es probable que haya anuncios en otras materias.
Pese a que est confirmada la asistencia de todos los presidentes autonmicos, hay incredulidad en La Moncloa sobre cmo discurrir la cita. Estamos a la espera. No nos acabamos de fiar. Alguna treta tienen que hacer porque ellos no van a ir a la reunin a hablar de vivienda. De momento, el hecho de que el Ejecutivo haya decidido por primera vez permitir el uso de las lenguas cooficiales, lo que obligar a emplear pinganillos a quienes no dominen el cataln, gallego y euskera ha introducido otro elemento de tensin. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Daz Ayuso, ha criticado la decisin, oponindose a utilizar los traductores y amenaza con que se saldr de la Conferencia de Presidentes si no le hablan en espaol. Por su parte, el andaluz Juanma Moreno mostr respeto a las lenguas cooficiales pero calific de ridculo tener que hacer uso del pinganillo. Por su parte, desde la Generalitat, muestran su satisfaccin por hacer uso del cataln.
Otra de las novedades es que cada presidente podr estar acompaado por un consejero o por un miembro de su Gobierno, en calidad de asesor.