El Gobierno asume que ahora es “ms difcil” seguir que hace tres meses: “Pero la solucin no pasa por tirar la toalla”


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En el Gobierno no escatiman en adjetivos para referirse a la imagen de quien hasta hace 20 das ha sido el nmero tres del PSOE entrando en prisin: “tan desgarradora como decepcionante” y consecuencia de “unos hechos absolutamente bochornosos y terribles”. Es ms, en el equipo de Pedro Snchez ya se asume abiertamente que ahora ser “ms difcil” avanzar en la legislatura que hace tres meses despus de que el Tribunal Supremo haya privado de libertad a Santos Cerdn por liderar la presunta organizacin criminal de cobro de mordidas a cambio de adjudicaciones de obras pblicas, por la que tambin estn siendo investigados el ex ministro Jos Luis balos y el colaborador de ambos, Koldo Garca.

“Somos conscientes del problema, pero no consideramos que la solucin pase por tirar la toalla”, sostienen en La Moncloa, donde siguen aferrndose al convencimiento de que no habr adelanto electoral. El planteamiento es subrayar que, aunque “es gravsimo lo que ha pasado”, la dimisin del presidente sera “caer en la trampa” de dejar el camino expedito a un PP “que est cerrando las oficinas para luchar contra la corrupcin en muchas comunidades autnomas”.

Pese a la “vergenza” que esa imagen de Cerdn ingresando en la crcel de Soto del Real (Madrid), en el Ejecutivo consideran que su hoja de ruta no se ve alterada. El propsito, la conviccin a da de hoy, de Snchez es aguantar este tirn hasta el verano, esperar que las vacaciones ayuden a rebajar todo y en prepararse en septiembre para aguantar hasta 2027.

La estrategia pasa por poner todo el foco en la sede del partido en Ferraz y no en La Moncloa. “Tenemos una crisis del PSOE, no una crisis de Gobierno”, defienden, y por eso rechazan hacer ahora cambios en el Consejo de Ministros, porque eso implicara reconocer implicaciones en l de la trama corrupta.

“Esto es lo que nos permite moralmente decir que no va a haber elecciones y que el presidente no va a dimitir“, sostienen fuentes gubernamentales, tratando de encapsular la corrupcin en el “tringulo” Koldo/balos/Cerdn. Aunque Snchez baraj todas las opciones el fin de semana posterior a conocer el informe de la UCO que implicaba al secretario de Organizacin, tambin su salida, en su equipo estn convencidos de que esa puerta no hay que abrirla. Creen que sera una enmienda al discurso y el mensaje lanzado.

Las fuentes consultadas slo conciben un escenario de dimisin si Snchez “hubiera robado, participado en el robo o tenido conocimiento”, hiptesis, todas ellas, que niegan. Por ello consideran que en este caso no es aplicable el listn de exigencia que se le pidi a balos tras la detencin de Koldo por su “responsabilidad poltica” en el nombramiento de un asesor acusado de participar en una trama de cobro de comisiones ilegales por la venta de mascarillas durante la pandemia, pese a que en aquel momento no haba “ningn reproche penal” contra el ex ministro.

La ministra portavoz del Gobierno, Pilar Alegra, insisti el martes en que “no hay ningn indicio” de que el PSOE se haya lucrado con ninguna de las derivadas de este caso despus de que el juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente dejara abierta la sospecha de que el “botn” de mordidas que supuestamente ha recaudado Cerdn podra haberse repartido entre “ms personas, fsicas o jurdicas”. Tambin trat de minimizar la importancia de su papel como “arquitecto” de los ejecutivos de Snchez: “La investidura fue posible gracias al voto de ms de 12 millones de personas”.

Daz pide explicaciones

Por su parte, la vicepresidenta segunda y lder de Sumar, Yolanda Daz, insiste en que faltan muchas explicaciones y que tienen que llegar de una manera “rpida y clara”. “Ustedes no saben qu ha pasado, yo tampoco. Que nos expliquen qu ha pasado porque la corrupcin erosiona la democracia”, alert el martes en declaraciones a la prensa en Sevilla.

Desde que estallara la crisis, Daz y Sumar vienen apretando al PSOE pero al mismo tiempo han dejado a la luz que por muy duro que sea el tono estn atados de pies y manos a Snchez. No se saldrn del Gobierno salvo que la situacin escale a una financiacin ilegal, una posicin que ha generado tensiones internas.





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