El Gobierno acusa a Ayuso de “absentismo laboral” por rechazar reunirse con Snchez
Nunca fue una relacin fcil. Siempre ha estado rodeado de estridencia. Bien dialctica bien de otro tipo, como aquella puesta en escena repleta de banderas de Espaa y la Comunidad de Madrid tras una reunin en la Puerta del Sol. En La Moncloa no sorprendi el rechazo de Isabel Daz Ayuso acudir a reunirse con Pedro Snchez, pero afean esta actitud. Lo saban porque a primera hora del lunes Sol llam a Moncloa para comunicarlo. En el Gobierno acusan a la presidenta madrilea de “absentismo laboral” por su decisin. Una madera ms que se echa al fuego de la relacin entre ambas partes.
La decisin de Ayuso sirve al Gobierno para dos cosas: una, para mantener vivo su choque con la lder madrilea, a la que presentan como el ejemplo de lo que podra pasar si gobierna la derecha. Dos, para tratar de erosionar el liderazgo de Alberto Nez Feijo, presentndolo como un lder desautorizado o subyugado a ella. El presidente del PP, en septiembre, en una entrevista en EL MUNDO, calific de “error” no acudir a La Moncloa. “A nadie se le escapa de que es un nuevo varapalo a ese liderazgo menguante de Feijo”, dicen en el complejo presidencial. “Ayuso es la que manda”, lanzan desde el PSOE.
“Cuando Ayuso decide no asistir es un claro ejemplo de absentismo laboral”, ha denunciado Pilar Alegra, portavoz del Ejecutivo, tras la reunin del Consejo de Ministros. La acusan de “faltar al trabajo y no cumplir con su responsabilidad por caprichos o intereses personales”.
Desde La Moncloa llamaron al Gabinete de Ayuso el viernes pasado para que acudiera este viernes 25 de octubre, en una jornada en la que tambin fueron convocadas las presidentas populares de Baleares y Extremadura. El contacto se produjo horas despus de que Snchez desde Bruselas deslizada que Ayuso se podra haber beneficiado de los negocios de su pareja, al que defini como “delincuente confeso”.
Fuentes del Gobierno trasladan que el hecho de que no haya una buena relacin entre Snchez y Ayuso “no es obstculo para no venir. No es una cuestin de me caes bien o mal. La cuestin es lo que representa cada uno. Hay responsabilidades que tienes que servir y llevar hasta final de trmino”.
En palabras de Alegra, “siete millones de espaoles no pueden estar a expensar de los caprichos o intereses personales de Ayuso. Ser presidenta de una comunidad comporta muchas responsabilidades”.