El futuro de Ecuador también se elige en Madrid | Noticias de Madrid


Entre la Puerta de Sol de Madrid (España) y el Palacio de Carondelet, la sede de Gobierno de Ecuador, hay 8.744 kilómetros y 602 metros, pero la tensión electoral se vive a uno y otro lado del océano. Este domingo, los ecuatorianos elegirán a su presidente en las elecciones más igualadas hasta la fecha. Unos comicios que también han activado a la colonia ecuatoriana en Madrid, la mayor concentración de ecuatorianos fuera de Estados Unidos. En Madrid reside el 16% del sufragio extranjero y en unos comicios tan igualados se pelea voto a voto por rascar los últimos apoyos. Es martes, son las cinco de la tarde, y el sol pega con fuerza junto a la plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Los simpatizantes de Daniel Noboa, un escuálido grupo de seis, han quedado para pegar carteles morados con la cara de quien quieren que siga siendo su presidente. El escuálido grupo se moviliza sin dejar un poste por empapelar en los 500 metros que separan Las Ventas de la glorieta de Manuel Becerra.

El objetivo es agitar en el último momento a una diáspora apática con el proceso electoral. El voto es obligatorio en Ecuador, pero no así en el extranjero. En las elecciones de 2021, cuando Andrés Arauz —el candidato de Rafael Correa — enfrentó al expresidente Guillermo Lasso en las urnas, la abstención entre los emigrantes ecuatorianos en España fue del 64% y en la cita de enero de 2025, durante la primera vuelta, rondó el 61%. Actualmente, en España hay unos 190.000 electores, de los cuales 70.000 tienen derecho a voto en Madrid, es decir, se han inscrito previamente en el consulado.

Uno de ellos es Hernán Morales, que nació en Zamora Chinchipe hace más de 40 años y lleva 26 viviendo en España. Vestido con una camiseta morada, es un entusiasta simpatizante de Noboa y no ha dudado en aparcar momentáneamente su trabajo de fontanero para pegar carteles de ADN7, el partido fundado por el hijo del millonario bananero. Votó por la derecha en 2023 y repetirá este domingo. “El país estaba destruido. Noboa lo está mejorando. Está combatiendo la delincuencia, la corrupción y el narcotráfico”, argumenta.

Entre el grupo de emigrantes la violencia es uno de los temas que más preocupa. Hablan continuamente con amigos y familiares en Quito, Guayaquil o Esmeraldas y relatan un deterioro creciente que les ha metido el miedo en el cuerpo, incluso a casi 9.000 kilómetros de distancia. El que llegó a ser el segundo país más seguro de América Latina atraviesa una ola violenta que deja un asesinato cada hora en promedio. Entre los simpatizantes de Noboa el culpable de la situación está claro. “La culpa es del correísmo, que quiere desestabilizar al gobierno y utiliza para ello a las bandas criminales”, dice Morales. “Están del lado de los narcotraficantes”, añade.

“Tenemos a nuestra familia allá y aunque vivimos bien en España, muchos aspiramos a regresar cuando nos jubilemos”, comenta Yane Quevedo, una mujer de 50 años, 26 de ellos en Madrid. Hasta ahora había votado por el movimiento de Correa, pero ahora dice que lo hará por Noboa. “Gracias a Ias redes sociales te das cuenta de la situación real y como me habían manipulado”.

Yane Quevedo con un cartel de campaña de Daniel Noboa, este martes en Manuel Becerra (Madrid). A.S.

En la acera ideológica de enfrente, Sulai López es subdirectora de campaña de Luisa González en Madrid y una de las encargadas de activar el voto de izquierdas entre los emigrantes. Según López, la campaña de marketing de Noboa ha logrado convencer a muchos a cambiar su voto gracias al dominio del partido en el poder en las redes y ahí, admite, están perdiendo por goleada. Mientras Noboa tiene 1,3 millones de seguidores en Instagram, su opositora, Luisa González, apenas llega a 200.000.

También lejos de América Latina, el modelo Bukele ha calado entre aquellos ecuatorianos que apuestan por la mano dura para terminar con la violencia y los carteles de la droga. Mientras los simpatizantes de Noboa en Madrid desean abiertamente el apoyo militar de EE UU y la construcción de cárceles a imagen y semejanza del mediático CECOT salvadoreño, la izquierda propone reforzar su propio ejército. Mientras Morales pide desde Las Ventas más tiempo en el poder para Noboa, Richard Espinosa, coordinador de Revolución Ciudadana en Madrid, cree que “dar poder a los estadounidenses es un agravio a nuestras fuerzas”.

Al margen del debate nacional, el movimiento correísta es el que más esfuerzo ha hecho por seducir a la emigración desde su etapa, incluso como presidente. En la campaña actual, Revolución Ciudadana ha prometido mejorar los servicios consulares y recuperar las asesorías gratuitas legales y psicológicas para los ecuatorianos en España, que dejaron de funcionar con Guillermo Lasso. “Los migrantes somos más que remesas”, puede leerse en su folleto electoral.

La relación entre Ecuador y España estos días va más allá de lo electoral. La propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha asistido al cierre de campaña de ADN7 en un claro mensaje de respaldo. La buena relación entre ambos comenzó poco después de la llegada de Noboa al poder. Las habituales visitas de Noboa a España, ―entre noviembre de 2023 y mayo de 2024 estuvo tres veces―, algunas de ellas de carácter personal y viral por sus excesos vinculados a la noche, no le ha impedido recibir la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid.

Por su parte, los simpatizantes de Luisa González también han recibido el apoyo de la izquierda española. Este jueves se han reunido con Óscar López, secretario general del PSOE de Madrid, y con Manuela Bergerot, de Más Madrid. También han recibido un mensaje de apoyo de José Luis Rodríguez Zapatero. “Conozco a Luisa [González]. Es una mujer capaz, valiente, serena. Pienso que con Luisa de presidenta el futuro de Ecuador es un futuro de cambio, de esperanza”, dijo de ella el expresidente español.



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