El etarra Guridi Lasa cambia de declaracin y exculpa a Txapote mientras goza de beneficios penitenciarios


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Dice que renda cuentas a exclusivamente a ‘Txapote’, que fue la persona que le capt para la banda terrorista. Y que tanto el material como la informacin como el sealamiento de objetivos se los marca Txapote. Esa fue la declaracin que el etarra Jos Ignacio Guridi Lasa hizo tras su detencin en 2001, segn el miembro de la Ertzaintza que entonces le tom declaracin y que este martes compareci en un juicio en el que tambin el etarra estaba citado como testigo.

Pero esta vez Guridi Lasa, al que el pasado noviembre el Gobierno vasco concedi el tercer grado, no quiso declarar contra su ex responsable en la banda terrorista. Ayer su versin difiri de la declaracin policial -ante el juez ni quiso declarar-. Los objetivos los marcbamos por nuestra cuenta; la organizacin era quien daba los materiales, respondi a la fiscal Carmen Monfort. No era a Txapote a quien consultaban todo lo que hacan?, repregunt la fiscal, recordando un manuscrito en que Guridi Lasa pide al jefe etarra permiso para mudarse con su novia. No me parece que fuera para tanto, lo de pedir permiso, respondi Guridi Lasa, que eludi otras respuestas alegando que haban pasado 25 aos de los hechos y no recordaba las cosas.

Txapote se sienta en el banquillo de la Audiencia Nacional acusado de haber dado la orden de colocar 10 kilos de explosivo en las jardineras de la ventana de una casa en la que ETA crea que viva un guardia civil. El agente se haba mudado hace aos y la casa la habitaba una mujer con su hijo pequeo y su perro. La bomba colocada en noviembre de 2000 no estall y no fue encontrada y desactivada hasta tres meses despus.

Por esos hechos, la fiscal pide 53 aos de prisin a Txapote y 52 a dos presuntos miembros del comando Ttotto, responsable del atentado y que ayer no quisieron declarar: Asier Arzalluz Goi y Aitor Aguirrebarrena Beldarrain. El propio Guridi Lasa, ayer testigo, ya fue juzgado y condenado a 54 aos por el atentado.

Que la declaracin del etarra que disfruta de beneficios penitenciarios no estaba resultando til para la acusacin qued reflejado en un comentario de la fiscal en los interrogatorios a las Fuerzas de Seguridad. l ha declarado hoy tambin. Ha declarado lo que ha querido, pero ha declarado….

Conforme al Observatorio de Poltica Penitenciaria de la AVT, el Gobierno Vasco concedi el tercer grado al Guridi Lasa el pasado mes de octubre. La semilibertad no ha sido revocada y no est entre las recurridas por la Fiscala de la Audiencia, segn los datos de la asociacin de vctimas, recin actualizados.

“Est siendo doloroso”

En el juicio, que prosigue este martes, declar como testigo protegida la mujer que viva en la casa en la que el comando coloc el explosivo. Explic, emocionada, que haba tenido que seguir tratamiento psicolgico ante la idea de que podan haber muerto. Lo pase muy mal. Pensaba qu hubiera ocurrido si yo no hubiera estado en casa y hubiera explotado la bomba con mi hijo. Yo trabajaba bastante y l estaba con la niera. Ahora, despus de tantos aos, est siendo doloroso. Esto otra vez, uf.

Aadi que, cuando se encontr la bomba, hizo memoria y record la noche en que probablemente se haba colocado. La perra nunca ladraba, pero esa noche la o ladrar. Sal a bao a gritarle que se callara. Estaba muy oscuro y solo vi ojos de ella, como asustada, mirndome. No ha ladr as nunca jams.

Pasaron meses hasta que la Guardia Civil encontr los explosivos. Y eso que la banda terrorista haba avisado de su colocacin tras comprobar que no haba estallado. Una primera bsqueda no dio fruto y hubo una segunda llamada de ETA que tampoco bast. Al final, public un escrito en Gara que daba la direccin exacta de la casa, pero tampoco entonces se hallaron los 10 kilos colocados en una jardinera.

Cuando Guridi Lasa fue detenido, se lo dijo a la Ertzaintza en un aparte, al margen de las declaraciones. Los ertzainas contactaron con la Guardia Civil de Cintrunigo, que esta vez s encontr la bomba bajo la ventana del saln. Los cables estaban mal conectados, pero un movimiento poda haberla hecho estallar. La mujer que viva en la casa explic que, afortunadamente, cuando lo que plantaba mora en invierno lo dejaba as hasta la primavera, sin tocarlo.





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