El “contrato” de Feijo para gobernar en solitario dispara el entusiasmo en el PP: “Va como un obs a La Moncloa”


Los rabes dicen que si te sientas en el umbral de tu casa acabas viendo pasar por delante el cadver de tu enemigo. sa es tambin una ley incontrovertible de la poltica espaola: La Moncloa no se gana ni se conquista, la pierde siempre quien gobierna. Y ningn presidente sale de ella con honores. Ninguno. A Alberto Nez Feijo le da en la nariz que el funeral poltico de Pedro Snchez se aproxima a su puerta, y quiere estar preparado. Cree que el atascadero de escndalos en que ha encallado el PSOE anticipa un adelanto electoral, y por eso ha iniciado una operacin poltica tan arriesgada como aplaudida por los suyos.

En la clausura del XXI Congreso del PP, ayer, el lder de la oposicin puso todas sus cartas boca arriba y pronunci el que en su partido consideran su mejor discurso. Hacindose una suerte de entrevista a s mismo, Feijo revel sus planes para gobernar en solitario, sin Vox, y desgran una detallada hoja de ruta para galvanizar y cohesionar al electorado de derechas. Tambin apel a una vuelta a la poltica de mayoras, sin someterse a designios divisivos a cambio del poder. Se trata de una apuesta a cara o cruz, porque el coste de no cumplir su palabra ser tan alto como el subidn de confianza que ha insuflado a su partido.

Y porque lo cierto es que no hay elecciones a la vista y los socios del PSOE no tienen intencin alguna de forzarlas. Hoy por hoy, el tiempo que le queda a este Gobierno es algo que nicamente depende de Snchez, que quiere resistir todo lo posible, y de cmo evolucionen las investigaciones que lo asaetean. No del PP.

No “someterse” al nacionalismo

En todo caso, el 6 de julio de 2025 quedar marcado para siempre en la trayectoria de Feijo como el da en que solemniz con mayor conviccin su idea de no gobernar Espaa en coalicin con Vox. Y no pactar nunca con este PSOE, si gana las prximas elecciones generales. Y no someterse a las exigencias de los nacionalistas, sino configurar un Gobierno decente. De todos, no de parte. Estas palabras configuran un compromiso poltico y moral de primer orden, porque no es slo que aspire o quiera gobernar sin ministros de la extrema derecha, sino que en ello empea su palabra.

Fuentes oficiales del PP lo explicaron as a EL MUNDO: Vamos con todo. Se acab. Con Feijo no habr ministros diciendo que lo que dice otro ministro de la misma mesa es mentira. O gobernamos solos, o nada, a repetir elecciones. Ms claro, imposible. Pero entonces, no habr ningn ministro de Vox si, en el futuro, gobierna Feijo? Ninguno. Ah queda para la hemeroteca la apuesta: gobernar en solitario o nada.

Ese rdago de la alternativa lo quiso llenar de contenido Feijo con apelaciones directas a los grandes sintagmas emocionales del centroderecha. Por ejemplo, no infantilizar a las mujeres, una educacin que exija, parar como prioridad la inmigracin ilegal o apoyar a la familia e incentivar la natalidad.

Contundencia ideolgica

En el PP este discurso gener una autntica euforia no tanto por las medidas, sino por el envoltorio de contundencia ideolgica. Y por el nuevo marco estratgico que conforman esos compromisos de Feijo. La sola idea de gobernar en solitario la est invocando para convertirla en una profeca autocumplida. Para que cale tanto que se produzca. Va como un obs a la Moncloa, se deleitan fuentes populares. Estamos en Moncloa en las prximas elecciones. El PSOE est en periodo de derribo. Les quedan los minutos de la basura y Feijo abre un nuevo ciclo; le robar el voto til a Vox, aade uno de los principales barones populares. Y eso que Feijo pidi no confiarse con la sonrisa de las encuestas.

Fue un discurso emitido en la frecuencia aznarista de los aos de la bsqueda de la centralidad. Fue duro (el PP necesita pescar ms de un milln de votos de Vox), pero sin populismos ni calificativos gruesos. Con contundencia y asertividad, pero ms en la clave del Feijo de Galicia, y basado en un contrato con los espaoles con tres compromisos: un plan de regeneracin, un compromiso de nunca apoyarse en el voto cautivo, y no separar a los espaoles en buenos y malos desde Moncloa.

Su mejor discurso, insistan barones, cargos y hasta periodistas veteranos, arremolinados en el vestbulo de Ifema al trmino del congreso ms plcido de la historia del centroderecha espaol. Por all pas tambin Aznar, que coment la jugada con este diario: Ha sido un discurso de ganador, dijo con media sonrisa de satisfaccin. Por fin, ve cmo su partido recupera sin medias tintas los elementos ideolgicos, simblicos y emocionales que construyen la identidad de la derecha y que, a su juicio, quedaron marginados con Rajoy.

“O Snchez o yo”

El propio Feijo calific la traca final -o chupinazo, por la fecha- de su congreso como el acto fundacional de un nuevo tiempo. El presidente del PP se rebel contra el proverbio rabe que encabeza este artculo y dijo: El cambio no llegar por mero desgaste, sino por nuestra capacidad para generar esperanza y para devolver la normalidad poltica a Espaa. Slo hay dos opciones: o Snchez o yo. Y yo quiero un Gobierno en solitario, subray.

El dirigente orensano avis a Vox de que donde hay que trabajar las alianzas es en el Congreso, y no en Moncloa. El nico Gobierno en coalicin que ha habido no ha funcionado y yo no quiero darle a mi pas los mismos espectculos. Su plan es intentar tejer alianzas con todos los grupos en las Cortes, con un nico cordn sanitario: Bildu.





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