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Duelos a sangre en la Espaa ‘apampl’


Actualizado

La sesin de control tiene duelos institucionales, enfrentamientos ms o menos consabidos entre figuras que terminan formando una pareja conradiana a lo largo de la legislatura, siempre leales a su propia animadversin. Es el caso de la pregunta del lder de la oposicin al presidente del Gobierno, pero tambin del choque estandarizado entre Cuca Gamarra y Mara Jess Montero. Subiendo un par de tonos tenemos el pugilato de Miguel Tellado contra el espectro de Marlaska, o los zarpazos de Ester Muoz en el rouge labial de Yolanda Daz. Y no digo que falten entre todos ellos los ataques afilados, las sabrosas descalificaciones, los denuestos notorios; pero uno no dira que les va la vida en el combate. No se detestan de corazn.

Y luego estn los duelos que podramos calificar para adultos. En estos los contendientes parecen poner en juego algo personal. Se advierte en ellos un nimo canibalesco, una violencia soterrada que sazona nuestro decado parlamentarismo con la especialidad de la casa: el cainismo ibrico, el resentimiento atvico. A esta excitante categora pertenece la inquina de Flix Bolaos contra Cayetana lvarez de Toledo, los fandangos endmicos de Elas Bendodo y Mara Jess Montero y los ganchos oblicuos de Gabriel Rufin al mentn de Mriam Nogueras. Vayamos por partes.

Feijo opt por el dron quirrgico y dirigido, siempre ms eficaz que la bomba de racimo. Estaba Pedro al tanto de las presiones de don Lpez a Vivendi para controlar lo que sea que quede sin controlar de El Pas? Pregunta retrica, naturalmente, es como preguntarle a Laporta si le suena el apellido Negreira, pero le permiti a Feijo tirar de retranca y enviar un aviso a navegantes futuros: “El presidente de ese peridico lo compara con Franco, y no se puede negar que ese peridico le conoce bien. No juegue con Telefnica: no est para controlar a los medios”. Snchez respondi que trae dos manzanas: Ayuso y Mazn. A quien s contest luego fue a Abascal, que le haba acusado de querer islamizar Espaa (que por cierto ya fue islamizada, y con bastante provecho si atendemos a la efervescencia cultural del califato omeya). El presidente, que obviamente no sabe quin fue Averroes, se bati contra la tecnoligarqua ultraderechista internacional, o algo por el estilo.

Pero el duelo ms tenso de la maana se produjo entre catalanes, lo que corrobora (por si hiciera falta) su evidente espaolidad. Sucedi cuando Rufin aprovech su pregunta en castellano a Pedro acerca del desastre cotidiano de Rodalies para de pronto cambiar al cataln, estirar el dedo y arremeter contra Junts acusndoles de colocar a sus amigos y repartirse los beneficios. Cmo? Corrupcin en la derecha nacionalista catalana? Nos dejas de piedra, Gabriel. Pero ah no qued la cosa. Al terminar su intervencin el portavoz de Esquerra se levant y se dirigi a la salida por el pasillo que limita con el escao de Nogueras. Se desencaden una escena de western: Gaby Cooper subi despacio los escalones, la vista fija en su enemiga, repartidora mayor de menas del reino, domintrix de fusta en las nalgas de la CoPro (Coalicin Progresista). Al llegar a la altura de la portavoz de Junts, la cabeza de Rufin pas tan cerca que se oy el silbido del viento o de una meloda de Morricone, pero ninguno baj la cabeza y ninguno cruz la mirada. Puro cine. Segundos despus Nogueras resopl mirando al techo y Rufin llam rata a otro de Junts en X. Pedro evit interponerse, que bastante tiene con pagarles a ambos el alquiler un mes ms con otro pedazo de nuestro Estado.

El hemiciclo lo pastoreaba Celis en sustitucin de doa Francina, que deba de estar ocupada recibiendo alguna orden de un becario de Ferraz. Y lo cierto es que Celis s se hace respetar: cuando tuvo que ordenar silencio lo hizo y el gallinero enmudeci. La bancada azul luca atestada de ministros esta vez, que el jefe pasa lista, pero faltaba otra vez scar Puente, el nico ministro que llam puto amo al puto amo pero quiz el nico tambin que no le tiene miedo.

Doa Montero se atragant con la pregunta de Bendodo. No se qued “apampl“, segn confes a vole cuando se enter del putiferio del compaero Jos Luis. Se atragant literalmente: no pudo continuar hablando -y eso es grave en su caso- hasta que se sent para beber agua. Luego ya se levant otra vez y pudo seguir montando el numerito del sofoco ante la exactitud de la frmula con la que don Elas acert a definir el chiscn de Cndido o Tribunal Constitucional: un “tnel de lavado” del PSOE. Pero ya se sabe que un buen socialista no se escandaliza ante la evidencia de la corrupcin sino ante el aguafiestas que le pone nombre.

El otro momento de tensin lo provoc Bolaos, a quien aguarda una incmoda cita con el juez Peinado el mircoles santo. Si uno no tiene nada que temer ni del caso Begoa ni de los mensajes que Whatsapp y Google puedan recuperar del mvil del fiscal general, la reaccin ms sabia cuando te preguntan por ello es pregonar tu serena voluntad de colaborar con la Justicia. En cambio don Flix opt por la venenosa insinuacin de que quiz Cayetana lvarez de Toledo -una de las dos o tres seoras de ese Congreso grafo que est perdiendo dinero por meterse en poltica- tiene alguna cuenta en el extranjero. A ver si la rehala digital de Pedro se anima a inventar un par de titulares capciosos que distraigan a la hinchada de la parlisis parlamentaria de un Gobierno que no aprueba presupuestos pero usa a nios extranjeros como arma poltica.

Y Espaa? Pues apampl.





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