Diecisiete voluntarios intoxicados por monxido de carbono en un garaje de Chiva


A las 14.00 horas de este sbado, frente a un garaje inundado en el nmero 12 de la calle Ramn y Cajal de Chiva (Valencia), un joven voluntario que estaba trabajando las labores de limpieza del parking se ha tumbado en el asfalto, junto a un coche de Proteccin Civil, con aspecto de estar mareado. Lo que en ese momento pareca una leve indisposicin sin ms importancia acabara en slo media hora con un balance de 17 voluntarios intoxicados por monxido de carbono, dos de ellos en estado grave.

La alerta de que aquello no era un simple mareo la daban, instantes despus, los agentes de la Guardia Civil que se encontraban en la zona. “Cmo se llama esta calle?”, preguntaba uno con premura a los vecinos que continuaban sacando el lodo de sus casas. “Recursos sanitarios, urgente! Todo lo que tengan, que lo traigan!”, gritaba otro junto al enorme socavn, de unos tres metros de profundidad, que la DANA abri en la calzada, dejndola completamente intransitable para los vehculos.

Cuando los agentes comenzaron a pedir ayuda sanitaria eran ya dos las personas tumbadas en el suelo, el joven mencionado y una mujer que yaca al otro lado del vehculo de Proteccin Civil. Un grupo de sanitarios se acercaban espontneamente a ellos y les ponan los pies en alto y les aplicaban suero intravenoso.

“Hemos tenido que bajar motores para drenar el agua de los trasteros y se ha concentrado el CO2 y la gente ha comenzado a marearse”, explicaba a este diario otro joven, quien tambin sala del garaje, aparentemente bien, con un rastrillo al hombro y que se dispona a abandonar la zona calle abajo.

Un equipo de bomberos tras revisar el garaje.

Un equipo de bomberos tras revisar el garaje.

“Oxgeno, oxgeno, una bala de oxgeno!”, comenzaban a pedir miembros de Proteccin Civil y los sanitarios que estaban atendiendo a los afectados, a los que ya haban envuelto con mantas trmicas.

Ante la situacin, la Guardia Civil solicitaba que todos los que hubieran estado en el garaje se sentaran en un lateral de la calle, a la sombra. Y as lo hicieron una veintena de personas. “Haba una bomba de agua. Yo creo que nos hemos intoxicado todos con el CO2 del motor de la bomba. Nos hemos comenzado a marear. Al salir nos han dicho que nos mojramos la nuca. Yo me encuentro ms o menos bien”, corroboraba uno de los afectados que haba sido la combustin de una bomba de achique la causa de la intoxicacin. “El garaje tiene tres plantas, de unos 40 metros cada uno y estbamos trabajando en la segunda”, aada sentado en el suelo como le haban indicado.

Goteros y mantas trmicas

A las 14.17 horas ya eran cinco los voluntarios de este grupo de chicos que al principio pareca que estaban bien y que se haban recostado en la pared por precaucin los que estaban tirados en la acera. Todos con goteros, envueltos en mantas trmicas y rodeados de sanitarios. Entre los voluntarios que estn acudiendo a las localidades afectadas aprovechando los das de fiesta hay muchos mdicos y ATS.

En ese momento, an no haba llegado ninguna ambulancia. “Yo tengo material sanitario, pero vivo arriba, en la estacin”, deca una chica a la Guardia Civil, que puso a su disposicin un coche policial para que fuera a recogerlo. Otros vecinos llegaban en vehculos particulares cargados con mantas y bombas de oxgeno.

Al llegar la primera ambulancia, por el lado de la calle que no estaba cortado por el socavn, el nmero de personas tumbadas en el suelo y necesitadas de asistencia mdica ascenda a ocho. Un total de cuatro ambulancias se desplazaran a la zona para llevarse a los afectados, la mayora al centro de salud de la localidad, que ya est operativo. Otros fueron trasladados en coches policiales. Un hombre, sin embargo, tuvo que ser conducido al hospital de Manises. A la par que se atenda a los intoxicados, se vea a un equipo de bomberos entrando en el garaje donde se haba producido la intoxicacin. Todos llevaban bombonas de oxgeno.

Poco antes de que se viviera este momento de tensin, Miguel Olmo, teniente alcalde de la localidad, se haba dirigido a este diario para pedir que trasladramos un llamamiento. “Agradecemos mucho la ayuda, que ha sido brutal, pero queremos pedir que no vengan ms voluntarios. Estamos desbordados”, deca. Segn los datos que nos facilitaban en el Ayuntamiento de Chiva, este sbado haba en la localidad 3.000 personas colaborando en las labores de limpieza. A la entrada de la localidad, de 16.000 habitantes y ubicada a 30 kilmetros de Valencia, se vean aparcados una decena de autobuses rojos de la EMT, en los que haban llegado muchos voluntarios desde la capital.

Control de la ayuda

En Chiva saban bien este sbado el nmero de personas que haba en sus calles ayudando porque quien quisiera colaborar tena que acudir a inscribirse primero en la mesa dispuesta frente a la fachada del Ayuntamiento. “Hace falta en colegios alguien, Mari?”, preguntaba una vecina a media maana. “Si quieres ir a ayudar a algn sitio, te tenemos que apuntar”, responda la mujer que manejaba el listado de los voluntarios.

Haba otra lista dedicada a las “viviendas a inspeccionar”, con solo tres apuntes. Junto a uno de ellos se lea: “Vida desaparecida”. Frente a la tercera lista, la de “vehculos desaparecidos”, esperaba Francisco, quien peda que anotaran la matrcula de su Ford Mondeo negro. Lo dej en el polgono de la localidad, frente a la empresa de construcciones en la que trabaja, explicaba. “Fuimos a buscarlo ayer y hoy y no lo hemos encontrado”. La cuarta y ltima lista era para anotar los nombres y datos de las “personas desaparecidas”. Pero cuando preguntamos cuntos apuntes haba en ella, nos la ocultaban. Todas las autoridades estn siendo muy discretas con las cifras sobre los que faltan por hallar.

Dos amigas abraz

Dos amigas abrazndose tras reencontrarse.

Esto suceda en la puerta del Ayuntamiento, totalmente irreconocible por dentro respecto a su actividad normal. El consistorio se ha reconvertido en un centro de logstica. En las mesas donde antes atendan las demandas de los vecinos, ayer hacan bocadillos, cientos y cientos de bocadillos. Dos agentes de la Guardia Civil se llevaban un centenar de bocadillos “para el cuartel”. “Esto es un caos, es surrealista, parece una guerra, un tsunami”, deca Pilar, una de las vecinas de Chiva que atendan las peticiones de agua y comida.

Entre este grupo de voluntarios del consistorio circulaba el rumor de que el jueves, en un garaje, haba aparecido “un muerto y un vivo”. La segunda noticia, un rayo de luz en la catstrofe, result no ser cierta. Mientras este trajn suceda en la estancia de la derecha, al otro lado, tras la puerta de la izquierda, la alcaldesa de Chiva, Amparo Fort, permaneca reunida con representantes de los bomberos, la Guardia Civil y del equipo del Ayuntamiento.

En la localidad se contabilizan siete fallecidos pero, segn declar Fort unos das atrs, se esperaban muchos ms por los “centenares” de vehculos a los que la riada haba pillado en la A-3, limtrofe con Chiva, y empujado hacia el barranco del Poio. La UME, haba anunciado la alcaldesa a primera hora, estaba trabajando ya en la bsqueda de las personas que pudieran encontrarse en ellos.





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