Detengan el metro de Madrid, hay una paloma en la vía: así se ‘cazan’ a los animales que aparecen en sus instalaciones | Noticias de Madrid
El 14 de enero, Metro de Madrid interrumpe la circulación de sus trenes entre las estaciones de San Blas y García Noblejas de la línea 7. No ha habido ningún accidente. Tampoco se ha producido una amenaza terrorista. Lo que está ocurriendo es mucho más prosaico: una paloma se oculta bajo los raíles del metro a su paso por la estación de Simancas. El incidente, detallado en diversos documentos internos a los que accedió EL PAÍS, obliga a detener el servicio apenas unos minutos. No es un caso excepcional.
El 21 de junio de 2023 también hubo que interrumpir la circulación entre las estaciones de Acacias y Puerta de Toledo por la presencia de otro animal. A eso se suman los que obligan a actuar sin afectar al paso de los convoys: zorros, cigüeñas, halcones, serpientes, loros, patos, gatos, perros, gaviotas, búhos, murciélagos, ratas, urracas… Unas capturas que hasta ahora se gestionaban sin apenas coste para las cuentas públicas, según denuncia el PSOE, y que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso acaba de adjudicar a una empresa por 120.643,05 euros para los próximos cuatro años.
Incidencia. Halcón herido en el edificio del Metro. 2-1-2024. “Se trata de un halcón peregrino anillado por la Comunidad de Madrid y se traslada al CRAS (Centro de Recuperación de Animales Silvestres)”. Incidencia. 10-1-2024. Gato en el templete de la estación Severo Ochoa. “Tras varios intentos de captura, el gato sale por la puerta y los técnicos lo alejan de la boca de metro”. Incidencia. 10-02-2024. Perro en la estación Rivas Futura. “Se recoge un galgo en la estación de Rivas, no tiene chip, se llama al 010 y viene a recogerlo el Sevemur, de Servicios Veterinarios del Ayuntamiento de Madrid”. Incidencia. 04-6-2024. Serpiente en los torniquetes de la estación del Carmen. “Tras recibir el aviso, se acude a la estación y se recoge un ejemplar de culebra de escalera en buen estado, es liberado en entono forestal”.
Estos cuatro ejemplos recientes, sacados de documentación interna del Metro de Madrid, quizás expliquen por qué la compañía pública licitó estos trabajos con una descripción que los asemeja más a una campaña militar que a una de mantenimiento. Metro advirtió a los interesados en realizar la labor de que sus instalaciones constan de unos 300 kilómetros. Les recordó, también, que se extienden a lo largo de múltiples municipios madrileños: Madrid, Rivas-Vaciamadrid, Arganda del Rey, Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Coslada, San Fernando de Henares, Leganés, Getafe, Alcorcón, Móstoles y Fuenlabrada. Y apuntó que las actuaciones a realizar en las operaciones de captura y gestión se desarrollarían potencialmente a lo largo de 302 estaciones, 14 depósitos, 2.400 vagones, y varios edificios.
La complejidad de los trabajos y la condición de infraestructura crítica del metro obligan a que el adjudicatario tenga un equipo activado 24 horas al día, ya que los animales “inciden en el servicio prestado de transporte de viajeros o en el normal desarrollo de otras actividades”. El tiempo máximo de respuesta son dos horas. Y la empresa debe tener siempre disponible un veterinario responsable de las anestesias para los animales, y a un conductor que tenga hecho el curso habilitante de bienestar del animal en el transporte.
“La atención a la captura y gestión de fauna en las instalaciones y en el Material Móvil de Metro, se hacía llamando a 092 para Madrid ciudad, a ONGs, protectoras de animales, y Seprona, según el tipo de animal”, recuerda Diego Cruz, diputado del PSOE de Juan Lobato en la Asamblea de Madrid. “Y se gestionaba sin problemas y sin coste para los madrileños”, recalca. “Ahora, el Gobierno de la Comunidad adjudica este servicio a una empresa privada”, sigue.
“En 2023 fueron 12.808,50 euros sin IVA para diez meses. Y en 2024, 120.643,05 [con impuestos] para cuatro años”, detalla. “Mientras van llegando las jubilaciones de los trabajadores, y van quedando estaciones sin personal, o teniendo que pagar horas extras para que puedan salir trenes a circular, la Comunidad invierte miles de euros al año para atender unas pocas incidencias si nos basamos en sus propios datos”.
Problema de seguridad
Cruz ha echado cuentas, y no le salen. Por el concepto de servicios de recogida y/o retirada de animales sueltos dentro de las instalaciones y dependencias de Metro, asegura, la compañía pública abonó a entidades o empresas externas 5.300 euros 2021, 2.350 en 2022, 5.733,75 en 2023, y 10.795,75 hasta junio de 2024. Ahora el gasto aumentará con un contrato multianual.
Los animales, justifica Metro de Madrid en ese acuerdo, “pueden causar un problema de seguridad para ellos, para las personas o para las instalaciones”. Frente a acuerdos anteriores, centrados en capturar palomas o controlar la población de cotorras, el nuevo contrato “tiene un alcance mayor, abarcando posibles problemas en las instalaciones, pero también vehículos”. Y se añade: “Se contemplan las posibles actuaciones en multitud de problemas que puedan surgir relacionados con la presencia de animales en la red de metro”.
Así, la empresa pública prevé que su intento de mantener a los animales alejados de sus instalaciones deberá ser intenso. Porque no solo le preocupan las vías: la lucha contra los nidos de cotorras en la base de Canillejas, por ejemplo, ya requirió en 2023 de una campaña en la que se capturaron decenas de ejemplares.