Cuatro fortalezas y tres debilidades del PP de Feijo


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Hay en las encuestas un cierto aroma a stand-by. En esta calma chicha de esta no-legislatura de Snchez, el PP de Feijo navega en una cmoda intencin de voto de cerca del 34%, a distancia del PSOE y mantenindose como partido con ms apoyo desde hace ya dos aos. Es el porcentaje justo que ni despierta entusiasmos ni produce depresiones, lo cual podra servir como descripcin del estado de nimo en el partido, que est en su propio modo stand-by.

El sondeo de Sigma Dos ofrece un diagnstico del PP con cuatro fortalezas importantes, que le mantienen en cabeza y con opciones intactas de gobernar, pero con tres serias debilidades, que le impiden despegarse y alcanzar una mayora superior.

La primera fortaleza es el 34% de intencin de voto en s mismo. Son ms de ocho millones de votos y en torno a 150 escaos. Un dato desconocido en unas elecciones en Espaa desde hace 15 aos y que no debe ser minusvalorado en el contexto europeo. Por ejemplo: Merz es el flamante nuevo canciller alemn con el 28,5%, Tusk gobierna Polonia con el 30,7%, Meloni lo hace en Italia con el 26% y Montenegro diriga un gobierno en Portugal con el 28,8%.

La segunda fortaleza del PP es que est siendo capaz de quitarle votos al PSOE. En un escenario de muro sanchista y polarizacin, Feijo consigue atraer a ms de 300.000 votantes socialistas de 2023, que ya fueron unas elecciones con altas dosis de alarmas ultraderechistas.

Tercera fortaleza: el PP se est convirtiendo en el partido de las mujeres y eso es un cambio muy importante. Lo sealan los datos de Sigma Dos mes a mes. Tiene la mayor proporcin de voto femenino, con tres puntos y medio por encima de su intencin de voto general y superando al PSOE. Sumar y Podemos, que se definen como feministas y estn liderados por mujeres, son junto a Vox los que peores datos obtienen. Seguramente no se han valorado an en toda su magnitud los efectos sociales de las polticas de igualdad de la era Montero.

Y cuarta fortaleza: el voto de los mayores de 65 aos. Son el 27% del censo (y creciendo) y objetivo prioritario del festival de revalorizacin de pensiones del Gobierno, pero el PP se mantiene aqu con una amplsima ventaja de 11 puntos sobre los socialistas.

Hasta aqu las buenas noticias para Gnova. Vamos con las debilidades. La primera: el 34% de intencin de voto en s mismo. S, tiene la fortaleza de ser un dato alto, pero el PP no crece y eso es un riesgo. Un partido estancado es susceptible de sufrir en contextos adversos, como le ocurri con la dana. Y el sistema electoral provoca que aun ganando las elecciones con margen se pueden tener insuficientes escaos para gobernar. Bien lo sabe Feijo.

Todo partido necesita tener nuevos votantes y eso nos lleva a la segunda debilidad: los jvenes. El PP ha desplegado una agenda poltica en vivienda, educacin o primer empleo, pero los votantes de 18 a 29 aos les siguen siendo hostiles. En esta franja, el PSOE es el rey y le saca nueve puntos. Vox tiene un comprobado xito entre los jvenes y se acerca bastante al PP, aunque sin llegar a superarle.

Lo que nos conduce a la tercera debilidad: la fuga de votos a Vox. Se ha reducido de forma considerable en los ltimos dos meses, pero el balance con el partido de Abascal sigue siendo negativo: son ms los votantes del PP que se van a Vox (644.000) que los que hacen el viaje en sentido contrario (275.000). Resultado: 369.000 votos a favor de Abascal.

El modo stand-by implica que va a pasar algo en algn momento y motivos para pensarlo no faltan. Si atendemos a las efusivas proclamas de Snchez, quedan dos aos de no-legislatura haya o no presupuestos, leyes o vida dentro de los ministerios. Tiempo suficiente para que unos aranceles, un gasto militar o un caso Koldo remuevan las fortalezas y debilidades de los partidos. El PP de Feijo tiene las suyas y con ellas debe trabajar.





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